Sentir a Dios.

 

Yolanda Silva Solano.

 

“No es tan importante que conozcáis el hecho de Dios, como que crezcáis cada vez más, en la habilidad de sentir la presencia de Dios”1733  porque nuestra mente finita por mucho que lo intente no puede conocer a Dios en toda su inmensidad ya que El pertenece a una dimensión desconocida e inalcanzable para el ser humano.

 

“Dios, no es un concepto, ni el potencial de la rectitud. No es sinónimo de naturaleza, tampoco es la ley natural personificada, ni es el concepto tradicional humano, de los valores supremos” 23 Sería interminable la lista de los conceptos que podríamos decir que no son Dios, porque nuestra mente finita es incapaz, ni siquiera de imaginar lo que realmente él  ES.

 

“En realidad, la omnipresencia de Dios forma parte de su naturaleza infinita; el espacio no es un obstáculo para la Deidad. Dios, en perfección y sin limitación, sólo está presente de manera discernible en el Paraíso y en el universo central.”45 por eso “la mente finita no puede concebir un hecho o una verdad absoluta semejante. Pero este mismo ser humano finito, puede sentir realmente y experimentar literalmente el impacto completo y sin disminución del AMOR infinito del Padre. Este amor se puede experimentar realmente, pero aunque la calidad de esta experiencia es ilimitada, su cantidad está estrictamente limitada por la capacidad de receptividad espiritual del ser humano, y por la aptitud asociada para corresponder al amor del Padre”50

 

“La religión de revelación, deberá limitarse siempre por la capacidad del hombre para recibirla” 1007 porque aún “cuando Dios no muestra preferencias por personas, ni en forma espiritual ni material, es solamente la capacidad de la criatura para recibir y discernir las cosas espirituales del mundo súper material, la que limita la presencia divina que cualquier hijo del universo puede disfrutar en cualquier momento” 27 y esto, porque “no es posible exceder las capacidades inherentes, una botella de medio litro, no puede contener un litro. El concepto espiritual, no puede ser formado en forma mecánica dentro del molde de la memoria material”556

 

Para comprender estas verdades tan superiores, tenemos que llevarlas a un plano humano, comprensible a nuestra mente finita, por ejemplo, al sol que nos alumbra no lo podemos mirar de frente, nuestros ojos son incapaces de hacerlo sin riesgo de perder la visión, sin embargo si cerramos nuestros ojos podemos sentir como su fuerza y su calor invade no solamente nuestro rostro, sino también todo nuestro cuerpo.

 

Lo mismo ocurre con Dios, “no lo podemos ver, pero podemos conocerlo viviendo diariamente su voluntad y revelándolo a nuestros semejantes” porque “no podemos buscar a Dios por medio del conocimiento, pero podemos conocerlo en nuestro corazón por medio de la experiencia personal”1453

 

“Dios es tan real y absoluto que no se pueden ofrecer signos materiales de prueba, ni demostraciones de los llamados milagros como testimonio de su realidad. Siempre lo conoceremos porque confiamos en él, y nuestra creencia se basa totalmente en nuestra participación personal en las manifestaciones divinas de su realidad infinita.1124

 

El conocimiento de Dios es un asunto estrictamente personal, porque “es la actitud de un alma individual, en sus relaciones conscientes con su Creador”1603 la “religión no se puede regalar, prestar ni aprender ya que es una experiencia personal que crece proporcionalmente en la medida que se busquen los valores finales”1095

 

“La virtud es rectitud y conformidad con el cosmos. Nombrar las virtudes no quiere decir definirlas, pero vivirlas es conocerlas. La virtud no es solo conocimiento, ni aún sabiduría, sino más bien la realidad de la experiencia progresiva en el logro de los niveles ascendientes de alcance cósmico. En la vida diaria del hombre mortal, la virtud se realiza como la elección uniforme del bien sobre el mal, y dicha capacidad de elección es prueba de la posesión de una naturaleza moral.”193

 

Pero al hablar de moralidad, no nos estamos refiriendo a la moralidad de los hombres, la cual varía según los tiempos y las circunstancias, sino que hablamos de esa moralidad interior “de cualquier acción determinada por la motivación del individuo. Jesús liberó la moral de todas las reglas y ceremonias y la elevó a los niveles elevados de pensamiento espiritual y de una vida verdaderamente recta” 1585 por eso dijo que “no es lo que entra por la boca lo que ensucia espiritualmente al hombre, sino más bien lo que procede de su boca y de su corazón” 1712

 

“La moralidad nunca se puede promover ni por ley ni por fuerza. Es un asunto personal de libre albedrío, que debe diseminarse mediante el ejemplo por contacto de las personas moralmente atrayentes, con aquellas otras que responden menos moralmente, pero que también tienen en cierta medida el deseo de hacer la voluntad del Padre.”193

 

La moral de un acto no depende propiamente de lo que hacemos, sino de las motivaciones que tengamos, podemos hacer un acto benéfico muy grande y bueno, pero si nuestras intenciones no son puras, si nuestra motivación es proporcionada por el orgullo de creernos mejores que los demás, esa acción aparentemente buena, dejará de serlo, porque la intención no era la adecuada y para “entrar en el Reino, el motivo es que cuenta, porque el Padre mira dentro del corazón de los hombres y los juzga por sus deseos sinceros” 1571

 

“Es difícil identificar y analizar los factores de una experiencia religiosa verdadera, pero no es difícil observar que tales practicantes religiosos viven y se conducen como si ya estuvieran ante la presencia del Eterno. Los creyentes reaccionan a esta vida temporal como si la inmortalidad ya estuviese en sus manos. En la vida de dichos mortales hay una originalidad válida y una espontaneidad de expresión, que para siempre los separan de aquellos otros de sus semejantes, que tan sólo han bebido de la sabiduría del mundo. Los creyentes parecen vivir libres del apuro cansador y de la tensión dolorosa de las vicisitudes inherentes a las corrientes temporales del tiempo, ellos demuestran una estabilización de la personalidad y una tranquilidad de carácter que no son explicables por las leyes de la fisiología, la psicología y la sociología.

 

De allí que para un alma que desea encontrar a Dios en su propio corazón “la rectitud experiencial es un placer, no un deber”1574 y por lo mismo, “cada día que vive un verdadero creyente, le resulta más fácil hacer lo que es recto”1740 “Para el hombre finito, la verdad, la belleza y la bondad contienen la revelación completa de la realidad de la divinidad. A medida que este amor-comprensión de la Deidad encuentra su expresión espiritual en la vida de los mortales que conocen a Dios, se producen los frutos de la divinidad: paz intelectual, progreso social, satisfacción moral, felicidad espiritual y sabiduría cósmica.

 

“El don del Padre, es el compañero inseparable del hombre. El espíritu del Padre sempiterno, se oculta en la mente de todos los hijos mortales. El hombre sale a buscar un amigo y ese mismo amigo, vive dentro de su propio corazón. El verdadero Dios, no está lejos, es parte de nosotros, su espíritu habla desde dentro de nosotros.” 45 y nos permite sentir la presencia divina.

 

Cuando un alma logra vivir de esta manera, es porque ha cerrado sus ojos a los atributos incomprensibles del Dios Eterno y ha abierto su corazón para recibir al Dios Amigo, que desde el día de Pentecostés  se quedó por amor en nuestro corazón para enseñarnos a amarlo y a sentirlo en forma real, no un día a la semana, o en momentos determinados dedicados a la oración, sino que para que lo sintiéramos en medio de nuestras ocupaciones ordinarias, porque “todas las cosas son sagradas en la vida de los que son conducidos por el espíritu”1732

 

La tecnología cada día nos sorprende más con sus adelantos, por ejemplo el que ahora una simple máquina fotográfica nos permita ampliar y distinguir a una persona determinada en un centenar, como ha sucedido en la proclamación de Obama, o que con un celular pequeñito, en dos segundos pueda mostrarme la calle en que vivo, nos hace pensar que si eso puede hacer el hombre, cuanto más no podrá hacer Dios…porque todo lo descubierto por el hombre proviene de la mente divina y se manifiesta cuando el hombre está preparado para recibirlo.

 

Al igual que la tecnología lo hace, descubramos también nosotros en nuestro interior, la mejor manera de comunicarnos y de sentir a Dios en nuestro corazón, de manera que El no sea algo lejano sino que se transforme realmente en carne de nuestra carne y domine nuestra mente, porque nosotros le hemos dado la libertad para hacerlo, entregándole confiados nuestro libre albedrío, porque sabemos que no podemos entregarnos a mejores manos que a las de nuestro Maestro, Socio y Amigo y por eso somos capaces de decirle desde el fondo de nuestro corazón y con toda la sinceridad de nuestra alma: “he aprendido a contentarme con todo, cualquiera sea mi situación”1336 porque “mi mañana está totalmente en las manos de mi Padre del cielo” 1436

 

“Cuando empecéis a encontrar a Dios en vuestra alma, pronto comenzaréis a descubrirlo en el alma de otros hombres y a su debido tiempo, en todas las criaturas y creaciones del universo” 1733 porque hay una inmensa diferencia en hacer las cosas por obligación a un mandato, que cuando nacen del corazón, por una comprensión profunda del amor que nuestro Padre nos tiene, porque es entonces, cuando “ el ser humano maduro, comienza a ver a todos los demás mortales con sentimientos de ternura y con emociones de tolerancia. Los seres maduros, tratan a los seres inmaduros con el amor y la compasión, que un padre tiene para con sus hijos.” 1773

 

Convenzámonos que sólo cuando los que nos decimos hijos de Dios actuemos de esta forma, el mundo podrá cambiar su faz y mostrar la plenitud que sólo el Reino de Dios puede darnos.

 

 

Basado en las enseñanzas del Libro de Urantia.

 

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