La mansedumbre auténtica no tiene ninguna relación con el miedo. Es más bien una actitud del hombre cooperando con Dios, «Hágase tu voluntad.» Engloba la paciencia y la indulgencia, y está motivada por una fe imperturbable en un universo justo y amistoso.
El Libro de Urantia, Pág. 1574
Hoy en día cuando todo es competición y la búsqueda del éxito parece buscarse a cualquier costo, incluyendo el pasar a llevar a los demás. pareciera ser que la palabra mansedumbre ya no existiera, de hecho no se usa...Sin embargo Jesús dijo: Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad"1574
Lo que pasa es que confundimos la mansedumbre con el sometimiento silencioso en contra en la propia voluntad, eso es ser miedoso, no manso. De hecho Jesús no era partidario de la sumisión negativa, "él se apropió de la porción positiva de la Escritura, rechazando al mismo tiempo la parte negativa, se oponía a la no resistencia negativa y pasiva. Jesús exigía que sus seguidores reaccionarán positiva y enégicamente en toda situación de la vida. El acto de volver la otra mejilla, o lo que esa acción pudiera tipificar, exige iniciativa, requiere de una expresión vigororosa, activa y valiente de la personalidad del creyente. Jesús no apoyaba una práctica de sumisión negativa a las indignidades de los que pudieran buscar a sabiendas aprovecharse de los que practican la no resistencia contra el mal. Lo que buscaba era que estuvieran alertas para reaccionar rápida y positivamente con el bien, frente al mal, con el fin de conquistar en forma eficaz el mal con el bien, porque éste es invariablemente más poderoso que el mal más maligno" 1770
Por tanto, la mansedumbre está más bien en la forma prudente y consciente con que reaccionamos ante las injusticias o las ofensas. El callar ante algo negativo, es hacerse cómplice del mal, pero el reaccionar con enojo y exaltación es igual de negativo, porque el que grita es porque no tiene argumentos válidos para reclamar sus derechos o dar a conocer su planteamiento. Mantener la calma en una discusión es signo de verdadera virtud, porque "el gran hombre no es el que conquista una ciudad o derrota a una nación sino más bien es, el que domina su propia lengua"317
La mansedumbre implica confiar en Dios y en su amor de Padre, para ser capaz de aceptar su voluntad, aún en medio de esos accidentes del tiempo que muchas veces no nos muestran "un universo justo y amistoso" porque "a pesar de su apariencia, el poder de Dios, no funciona en el universo como una fuerza ciega" 47
Aprendamos a ser mansos no por miedo, sino por amor y empatizando con nuestros hermanos.
yolanda silva solano.