Jesús enseñó que el servicio al prójimo es el concepto más elevado de la fraternidad de los creyentes en el espíritu.
El Libro de Urantia, Pág. 2017:
Si durante todos estos siglos, los que nos llamamos cristianos porque decimos seguir las enseñanzas de Jesús, lo hubiésemos hecho en forma real, en vez de habernos quedado en la parte intelectual del concepto, ciertamente que el mundo sería algo muy diferente a lo que ahora vemos, porque "la amistad humana y la religión divina se ayudan mutuamente y son significativamente esclarecedoras, si el crecimiento de cada uno, está equilibrado y armonizado, la religión le da un nuevo sentido a todas las asociaciones de grupo, llámense familias, escuelas o clubes"1089
Desgraciadamente no es esto lo que ha sucedido, pues bien sabemos que incluso entre las diversas religiones lo que existe es más una competencia y un dogmatismo exagerado que ha provocado el odio y las famosas "guerras santas" en vez de practicar la verdadera hermandad cristiana.
La hermandad, debe trascender las religiones, los credos, las filosofías y las razas porque todos los hombres somos hijos de un mismo Padre celestial, sin importar el nombre que a El le demos, porque "la religión de Jesús es la influencia más dinámica que haya activado a la raza humana, porque destruyó la tradición, el dogma e invitó a la humanidad al logro de sus ideales más elevados en el tiempo y en la eternidad, porque la meta es ser perfectos como lo es nuestro Padre"1091
La hermandad no consiste en palabras de buena crianza, sino en hechos concretos que se deben manifestar en el servicio a nuestros hermanos y éstos no sólo tienen que ver necesariamente con movimientos ambientalistas, sino con la actuación personal con cada uno de los seres humanos. Tampoco basta dar una limosna en forma ocasional...el servicio va mucho más allá, él requiere de ojos para ver y oídos para escuchar lo que pasa a nuestro alrededor. Está muy bien el saber lo que pasa en el mundo y adherirnos a campañas contra el hambre en el mundo y el calentamiento global, pero ¿qué pasa con nuestro entorno más cercano? ¿Somos capaces de darnos cuenta de lo que internamente está pasando en el alma de nuestros familiares? ¿Empatizamos con sus problemas, son sus sentimientos?
La hermandad es un sentimiento que debe nacer de lo profundo de nosotros mismos, no puede ser un decreto, ni siquiera la obediencia a una ley divina, la hermandad tiene que ser sinónimo del amor que sentimos por Dios y por nuestros hermanos, porque es el amor quien nos va a permitir ver el cómo y el cuándo podemos servirlos en la vida cotidiana. En el metro, en el súpermercado, cuando manejamos, son lugares muy propicios para olvidarnos un poco de nosotros mismos y pensar en los demás y aliviar su cansancio con una sonrisa, con una palabra amable, con un gesto de cariño...
"La aparición de la verdadera hermandad, significa que ha llegado un orden social, en el cual se deleitan todos los hombres, sobrellevando los unos las cargas de los otros, poniendo en práctica la regla de oro"804 No esperemos que otros tomen la iniciativa, aprendamos nosotros a practicar la verdadera hermandad, con todo aquél que a nosotros se acerque.
yolanda silva solano