La mente material es la arena en la cual viven las personalidades humanas, tienen autoconciencia, toman decisiones, eligen a Dios o lo abandonan, se eternizan o se destruyen a sí mismos.
El Libro de Urantia, Pág. 1216
Con razón una de las leyes de la naturaleza es que Todo es Mente, porque ella es “la que domina universalmente a la materia, así como a su vez responde al super control último del espíritu” 484. Es un don de la divinidad, pero no es inmortal cuando funciona sin discernimiento espiritual y cuando carece de la habilidad de adorar y anhelar la supervivencia”. “Una mente no espiritual es, o una manifestación de espíritu–energía o un fenómeno de energía física. La mente humana, la mente personal, no posee cualidades de supervivencia aparte de la identificación con el espíritu” 403 pues es nuestro libre albedrío quien le dice a la mente que hacer.
De allí la importancia de mantener nuestra mente abierta a las insinuaciones del Espíritu y libre de la contaminación de todos los pensamientos y sentimientos negativos, pues en nuestra imaginación radica nuestro poder creador. La fuerza del pensamiento crea en el mundo mental o etérico, una forma de pensamiento que si es mantenida por suficiente tiempo, puede llegar a materializarse. En el plano mental, un pensamiento es un objeto tan material, como puede ser una roca en el plano físico. La mente, es la gran matriz, ella da forma a todo lo que a ella llega, sin discernir si es bueno o malo.
“La evolución de los mecanismos implica e indica la presencia y dominación ocultas de la mente creadora. La habilidad del intelecto mortal para concebir, diseñar y crear mecanismos automáticos, demuestra las cualidades superiores, creadoras y concertadas de la mente del hombre, como influencia dominante en el planeta”483, porque todo lo que vemos en la tierra como fenómenos tangibles, son manifestaciones de la energía mente en diferentes estados vibratorios.
La mente es la gran madre, concibe todo lo que a ella llega, si su aspiración hacia la verdad, la belleza, el amor y el bien universal es suficientemente fuerte, se pondrá en contacto con su Espíritu residente que nos guiará y encauzará hacia el camino de evolución ascendente. De lo contrario, la mente que es la gran matriz, tarde o temprano desarrollará y concebirá la mala simiente sembrada porque “el que siembra vientos cosecha tempestades”.
“La mente es la única cosa que el hombre conoce que puede trascender el espacio”1439, con ella podemos remontarnos a un pasado remoto o adelantarnos a un futuro incierto, tan pronto estamos en una, como en otra parte. En la mente reside esa loca de la casa que llamamos imaginación y que tiene un poder creador increíble y la cual, gracias a nuestro libre albedrío, podemos utilizar para nuestro bien o para nuestro mal. Ella es como un espejo que puede reproducir una imagen basada en la información que le envían nuestros sentidos para luego enviarla a nuestro cerebro.
Tener un control imaginativo es indispensable si queremos que nuestra mente nos ayude a evolucionar, porque la fuerza de un pensamiento crea en el mundo mental , una fuerza que si es mantenida por suficiente tiempo se materializará más temprano que tarde. La mente es el crisol de los alquimistas que buscan transmutar el plomo de las cosas no deseadas, por el oro de las realizaciones volitivas.
“La mente mortal es un sistema temporal de intelecto, prestado a los seres humanos para su uso, durante una vida material y según usen esta mente, estarán aceptando o rechazando el potencial de la existencia eterna. La mente es prácticamente todo lo que tienes de realidad universal, que está sujeta a tu voluntad y es el alma quien ilustrará fielmente la cosecha de las decisiones temporales que hace el yo mortal. La conciencia humana descansa suavemente sobre el mecanismo electroquímico, que está más abajo y toca delicadamente el sistema de energía espíritu que está más arriba” 1216.
Hagámonos conscientes de este don y aprendamos a usarlo con discernimiento porque “el espíritu es el arquitecto, la mente es el constructor y cuerpo es el edificio material” 484 esta trilogía debe permanecer unida y en actividad consciente, si en verdad deseamos trascender nuestra vida mortal.
yolanda silva solano