“La música de las esferas”...Y(II)
Conferencia dictada por el Sr. Roberto Ruggiero.
Amigos, lo que estamos procurando hablar es que estamos rodeados de un ambiente de
armonía musical, que está trabajando para nuestro progreso. Cuando se proyecta regresar a la
Tierra, alguien que tenga afinidad para las altas matemáticas va a tener el enorme cuidado de
construir los tres canales semicirculares que existen en nuestro oído, marcando diferentes medidas
del espacio; el matemático tiene que tener enorme cuidado con esa formación, porque
como el matemático va a tener que estudiar medidas del espacio, le va a ser fundamental
la construcción especial de su oído. Aunque este detalle o particularidad no siempre pueda
ser comprendida, quizás otra explicación y otra comparación pueda ayudar mejor.
El que verdaderamente se va a especializar en el cultivo de su oído, que va a procurar
producir una música superior, es el que más necesita de esa construcción especial de
esos canales, y todavía del desenvolvimiento de unas famosas fibras de Corti – en cada
oído hay alrededor de diez mil – y el que no se cultiva puede conseguir de cada una de
esas fibras de Corti que vibre o capte tres a diez gradaciones de tono; pero el músico
especializado llega a conseguir desenvolver, para cada fibra de Corti, 25 posibilidades
diferentes de gradaciones, de grados de tonalidad. Eso distingue a un músico de los
que no se han cuidado de ese desenvolvimiento.
No es un hecho casual. Es consecuencia del cultivo. El propio pintor que se cultivó en el
mundo de deseos superior, en el estado post-mortem, viene a la Tierra, pinta y ve tonalidades
de colores que en general no los ve el profano. Es consecuencia del perfeccionamiento.
Toda especialidad desarrolla en todas las profesiones y de acuerdo a lo que se realice, o en
todas las actividades y de acuerdo a lo que se practique se alcanza una especialidad. No se
sorprendan. Todos tenemos costumbre, o de alguna vez, de concurrir a una casa bancaria, un
banco; los cajeros, manejan los billetes como todos, pero con una celeridad mayor que
los demás; además, por el tacto, están distinguiendo el billete legal del billete ilegal. Es la
condición que ellos adquieren con el trabajo permanente; la especialidad les da un tacto
especial, que los demás no tienen: es la condición derivada del ejercitamiento. Esta condición
se traslada a todas las actividades.
Recapitulando nuestro tema, estamos hablando de la armonía de las esferas con motivo de
esa sonda espacial – Voyager II – que pasando Júpiter, como dijimos, y en viaje a Saturno, llegaron
a captar los científicos de la Tierra una música sorprendente, espacial: comprobación de
afirmaciones de los célebres Maestros Iniciados que siempre proclamaron que toda la construcción
universal se realiza a través de la música armoniosa que construye, de esta forma, todos los
cuerpos; hasta los propios cuerpos humanos tienen su propia nota armonizada con las regiones
que circundan la Tierra, que trabajan, éstas, para posibilitar la vida y el desenvolvimiento humano.
Nuestro desenvolvimiento también está condicionado a la especialidad. En la etapa material
alcanzamos un cierto ejercitamiento como el caso de un cajero de una casa bancaria. Y en lo
espiritual acontece exactamente lo mismo. Podemos tener mucha práctica en las cosas de
la tierra, pero las cosas espirituales exigen otro ejercitamiento igual. No se lo escondemos.
A veces aseguramos rotundamente: es mejor no saber nada del conocimiento espiritual que
saber un poco. ¿Por qué? dirán. Porque la condición de los seres de la Tierra, terrenales,
es sacar conclusiones inmediatas; y un poco de conocimiento no descubre un plan divino,
ni nuestro origen inmortal. Un poco de conocimiento da una idea muy limitada y las conclusiones
pueden ser totalmente precipitadas y equivocadas. En la práctica ¿quieren una prueba?
Entren a un laboratorio de experimentación, un laboratorio químico, con materiales diversos,
entre ellos hasta posibles inflamables; atrévanse a hacer experimentación con un poco de
conocimiento y verán cuántas cosas graves pueden suceder. A un laboratorio de
experimentación se puede entrar como aprendiz, pero siguiendo órdenes, no experimentando
por nuestra propia cuenta, porque podemos tener consecuencias graves.
En estos momentos de inquietudes generalizadas, en estos momentos en que sabemos
que existen tantos hechos graves en todas partes, sentimos que aprendices de explosivos
están pagando dolorosamente con la vida su gravísimo error, es decir, las cosas de
importancia tienen que dominarse. El camino espiritual es lo más importante que existe.
Todos nuestros afanes por los demás hechos de la tierra tienen también importancia;
la razón fundamental es que estamos aquí; pero, ¿qué es lo que se espera de nosotros?
¿qué es lo que tenemos que construir? Realmente, esta es una enseñanza que
lleva un cierto tiempo completar. Hablamos con una cierta lentitud porque quisiéramos hacerles
sentir la belleza de estar actuando; la oportunidad espléndida que tenemos. Pero, al mismo tiempo
, paralelamente, queremos hacerles sentir toda la responsabilidad que hay detrás; todo lo que
requiere una existencia, todo lo que se trabaja para nuestro progreso y lo que tenemos
que responder a ese progreso para que no haya defraudación, no solamente quienes
trabajan por nosotros, sino también por nosotros mismos. Porque ¿qué sucede cuando
se hace una plantación en un terreno inadecuado y se experimenta sembrar de forma también
no perfecta? ¿qué sucede? Se fracasa. Se hicieron cálculos de alcanzar una cierta cosecha,
un cierto beneficio, y después es una desilusión, toda la cosecha perdida por no haber tomado
las medidas necesarias. Nosotros, y particularmente cada uno, estamos haciendo nuestra
siembra. ¡ Que importante es que la podamos hacer con gran conciencia y profundidad y
cosechar algún día inmensas felicidades, porque lo hemos hecho con armonía y sabiduría;
porque hemos sabido trabajar de forma constructiva!
Nos parece que fue Carlyle que llegó a afirmar: “la música es el lenguaje de los ángeles”. Los
ángeles se manifiestan a través de la armonía, a través de un canto celestial. ¿Por qué nosotros
no desarraigamos nuestras inquietudes y nuestras penas y empezamos a ver una realidad
universal? Es evidente a nuestro alrededor. Todo funciona; apenas falta nuestro caso personal,
particular; estamos ubicados en un medio ambiente, la Tierra; la naturaleza produce todo a nuestro
alrededor, condiciones perfectas de vida. Nuestro desenvolvimiento apenas precisa un cierto
cuidado y ajuste. Esa e la finalidad del tema espiritual: llevarnos a realizar con un cierto cuidado,
para que tengamos un éxito mayor y completo.
Nuestra preocupación al armar las palabras que les estamos trasmitiendo, es asegurarles: hay
una melodía musical universal, la que construye el universo, con la que trabajan las Jerarquías
Creadoras. ¿Por qué no imitamos esta ley general, creando en nosotros mismos esa armonía,
esa belleza, que apenas tenemos que desenvolverla en nuestro interior? Belleza y armonía que
atraiga al conjunto, que armonice con el medio y con todos en general. Porque la ley continúa
universal; lo que armoniza atrae, lo que desarmoniza destruye.
Cuando Vds. quieran comprender la ley universal, analicen la ley personal: es exactamente la
misma. Lo curioso es que en la sabiduría creadora no se crean leyes para lo grande y
leyes particulares para lo pequeño. Es ciertamente la misma ley.
¿Quieren trasladar la armonía para dentro de Vds. mismos? Cuando tienen una sonrisa de
los labios para afuera y dentro tienen un trastorno, una desarmonía, una angustia, una
melancolía, una tristeza, están como púas rechazando
al medio ambiente. El medio ambiente lo siente:
¿Se dan cuenta para qué es el tema espiritual? Para llamarles la atención sobre ciertas
particularidades, puedan meditarlas y sacar provecho por Vds. mismos. Estamos apenas
emitiendo sugerencias, para que comiencen una vida más completa. Ya que todo el Universo
es armonía, consigan esa armonía dentro de cada uno; porque tienen un principio que nadie
les puede negar: el principio universal que existe en cada uno, la eternidad que es cada
uno, la individualidad que es cada uno, la chispa divina que está manifestándose
a través del trabajo en la Tierra.
Como tienen un principio divino inmutable y eterno, tienen derecho a esa armonía. Las
circunstancias externas son de prueba, nada más. Las pruebas de la Tierra son del momento,
no son permanentes, les dejarán y disfrutarán de inmensas alegrías cuando miren para atrás,
y justifiquen el por qué tuvieron que pasarlas.
La sonda espacial nos viene a confirmar que todo es música constructiva; entonces vamos
adaptando, o a poner en funcionamiento esa música dentro de nosotros mismos.
Comencemos por escucharla externamente. Tenemos deberes y no podemos estar escuchando
música permanentemente; pero hay momentos en que sí, que tenemos libertad en nuestro
hogar; en momentos libres y de tranquilidad escuchemos música, pero música que hemos
tratado de señalar o especificar: es la música creadora de los grandes músicos. En todos
los tiempos emitieron sinfonías que se tornaron clásicas por ese motivo: que construyen.
Y hay más. Si nuestra tarea en el momento no nos permite poner atención en la música que
se emite a nuestro alrededor, no importa. La buena música construye su nota armónica en
el medio ambiente y dentro de nosotros mismos, la escuchemos o no. Esa es la condición.
La música de por sí es una nota constructiva que no depende de nuestra atención: construye,
la atendamos o no. Naturalmente, que si la atendemos y formamos unión el resultado es mayor.
Ahora corresponde decir: la otra música del momento que conocemos, música fuerte, música
con carácter violento, música que repite ciertas notas persistentemente como si fuera
un repiquetear, como si quisiera perforar o quisiera destruir, queremos advertir que no
hay nada que perjudique tanto al sistema nervioso como ese tipo de música. En contraste,
cuando asistiendo a una obra musical de valor clásico, los espectadores quedan
extasiados en sus asientos, escuchándola, armonizados, prueba el efecto que produjo,
unificados con la música, sienten una construcción apacible en su interior. Es para la que
queremos llamar la atención. Por eso la música de ciertos músicos famosos, que perduran
en el tiempo, siempre es útil escuchar, porque armonizan nuestros vehículos
espirituales, ayudándonos en lo personal.
La música es un factor en el mundo y una modalidad operacional en el Universo.