Memorias de Max Heindel y la Fraternidad Rosacruz...(V)
PARTE I
Max Heindel - La Orden Rosacruz y La Fraternidad
Rosacruz.
Este libro, la Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas, publicado
en 1.910, es verdaderamente una mina de
información; desentraña la Biblia como ningún otro libro lo ha hecho. Max Heindel trabajó
en este libro por algunas
semanas y una vez más la llamada del norte
fue tan urgente que comenzó a arreglar
sus pasajes rumbo a Seatle. Pudo
comprar los pasajes pero los lugares estaban completos, por lo que esperó
hasta que hubiera disponibles. Había, sin
embargo, una misión incumplida demorando su partida. El destino le tenía en sus
manos, un poderoso aspecto planetario
de un Venus progresado en conjunción con una Luna radical en el Ascendente que
debía ser considerada y así nació la
idea de casamiento entre estos dos amigos y estudiantes, quiénes habían compartido sus
conocimientos e intereses
espirituales por más de nueve años, formándose un permanente lazo espiritual.
No quería dejar a mi
madre, entonces de 84 años, la que ya había sufrido un gran golpe, por lo que el casamiento se
llevó a cabo en secreto el 10 de agosto de 1.910, en Santa Ana, California, en la esperanza de que mi querida madre
no sufriera la pérdida de su hija que la había acompañado y cuidado
por muchos años. Max Heindel, partió para Seatle,
Washington, el día posterior a la ceremonia, pero la Sra. Heindel permaneció en Los Angeles para responder a la
misión
que tenía para con su anciana madre.
Quién escribe, luego de dar el adiós a su esposo a la salida del vapor;
retornó en auto a Los Angeles. Creo que ella se
había dado cuenta en lo que se había metido, se había vuelto esposa de una figura pública cuyo trabajo sería
también el
de ella y así se detuvo en un negocio de máquinas de escribir y alquiló
una de segunda mano llamada Underwood, ordenando
se la enviaran. El día siguiente, lo pasó aprendiendo escribir a máquina y que tiempos pasó!!!. Sin aprender bien
la primer lección, escribió la primer carta a su amado. Pero algo
andaba mal, estaba segura le habían enviado la
máquina equivocada, pués no podía encontrar una letra mayúscula, a pesar de la más minuciosa observación. Así,
solo escribió sin más, la carta, pués no permitiría que una máquina se interpusiera con su cometido tratándose
de una carta tan especial - la primera a su flamante marido - , al que le contó de su problema con la máquina sin
letras
mayúsculas.
Qué gracioso! su respuesta le volvió por correo especial al día siguiente,
pués su carta se la habían alcanzado apenas
llegó. Cuánto se rió de ella, y sus instrucciones le enseñaron a encontrar la manera de imprimir esas espantosas
LETRAS MAYUSCULAS. Estos esfuerzos
en escribir a máquina resultaron una bendición de Dios, pués cuando Max Heindel
regresó del Norte tan enfermo, su ayudante pudo continuar con su
correspondencia y el trabajo continuó a pesar de
su enfermedad.
Max Heindel no había consultado al Maestro en relación al matrimonio y
más tarde, durante su viaje hacia el norte,
se preguntaba si había alguna desarmonía, pero el Maestro apareció ante él, le saludo con una sonrisa y le dijo que
Augusta Foss había estado bajo su observación y tutela. Y siendo esto desconocido para ella, durante varios años
y que el casamiento sería muy positivo espiritualmente y un salvavidas a su salud en relación a la protección que
su alma le traería a él. La Sra. Augusta Foss de Heindel, fué desde ese entonces la representante de la zona sur
de La Fraternidad Rosacruz.
La intuición de Max Heindel era viajar al norte y de ahí trabajar hacia el este desde la ruta norte, pero aquí el
destino fué otra vez el maestro. Luego de conferenciar en Seatle y North
Yakima, Washington, y en Portland, Oregon,
por unas seis semanas, su pobre corazon se negó otra vez a trabajar y tuvo que suspender su viaje, y descansar,
pero esta vez tenía a alguien que lo esperaría, y Augusta Heindel preparó uno de sus pequeños bungalos sobre la
playa en Ocean Park, para el
retorno al hogar de su esposo enfermo. Confío su madre al cuidado de una hermana,
pués su madre estaba muy preocupada y deseando compartir su hija
con el enfermo aunque maravilloso yerno, pués
había aprendido a amar a Max Heindel como a su hijo.
Esta pequeña casa de tres habitaciones
fué remodelada y preparada para el recién llegado y afortunado huésped,
pero apenas cruzó el umbral, Max Heindel se desmayó, cayendo enfermo al borde de la muerte. Luego por tres meses
la Sra. Heindel estuvo con él día y noche. Había pagado el precio exacto de cada personaje público. El público,
por su admiración a los realmente grandes, se acercan a ellos y a veces los matan.
Para ese entonces el público sólo podía acercarse a él a través de la oficina de correos solamente y estas dos
almas estaban al fin realmente libres para disfrutar su amistad. Esta fue una extraña pero dulce luna de miel,
pués sus intereses fueron reunidos en un gran trabajo.
A pesar de la enfermedad de Max Heindel, no permitieron que el trabajo terminara, pués estando en Seatle, él
había comprado una pequeña imprenta, una máquina impresora que reproducía las cartas escritas a máquina. Se
manejaba bajando la manija sobre lo que se iba a imprimir, una vez acomodado. Cuando se recibió la imprenta
fue puesta en funcionamiento por el mismo hombre que la había enviado de la companía de carga. Luego, Augusta
recibió las instrucciones sobre su funcionamiento, lo que hacía sentada desde la habitación de su esposo enfermo.
Siendo naturalmente mecánica, era una aprendiz apta, pero su mayor problema era preparar la imprenta, pués debía
hacerse en reversa para que la impresión en el papel fuera legible. Así,
Augusta, sentada al lado de su esposo
tuvo que tomar las primeras clases de puesta a punto de la nueva máquina; llevar la impresora a la pequeña
cocina y luego colocarla en la imprenta, se debía también ajustar la cinta, pués la imprenta era tan antigüa
que requería de cintas.
Ahora estamos listos, y que lío! El primer intento de impresión de ajustar la tapa sobre la rama con cierre,
la tipografía no fue ajustada suficientemente y la primera presión en la parte superior de la máquina puso la
tipografía fuera de su alcance. Los estudiantes que recibían estas primeras lecciones enviadas en
Noviembre,
1.910, notaron que la impresión en un lado de la carta era más oscura que en el otro; quién escribe, tiene
aún en su poder algunas de ellas y puede recordar los primeros intentos para enviar estas hermosas enseñanzas.
Antes de que Max Heindel dejara Seatle para el sur, el
Secretario del Centro de esta ciudad, A.
E. Partridge,
envió la siguiente carta a sus amigos en Columbus, Ohio, Seatle y
Yakima, Washington, Duluth, Minnesota; Portland,
Oregon y Los Angeles, California y todos los otros de la lista de correspondencia de Max Heindel, anunciando
que Max Heindel iniciaría un curso por correspondencia y abriría oficinas
centrales en Ocean Park California,
bajo el número de casilla postal 866.