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MAX HEINDEL: EL METODO CIENTIFICO DEL DESARROLLO ESPIRITUAL
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De: moriajoan  (Mensaje original) Enviado: 13/01/2010 08:47

 
 

EL METODO CIENTIFICO DEL DESARROLLO ESPIRITUAL

Primera Parte

 

ANALOGIAS MATERIALES

Cuando estábamos descendiendo por la involución en la existencia concreta, nuestro progreso

estaba basado enteramente en el desarrollo material; pero desde que hemos doblado el nadir

de la materialidad y estamos empezando a subir por encima de lo concreto, el desarrollo

espiritual está haciéndose más y más importante como factor necesario en nuestro avance,

aunque tengamos que aprender aún muchas y grandes lecciones de la fase material de nuestra

existencia. Esto se refiere a la humanidad en general, pero particularmente, por cierto, a

aquellos individuos que han empezado ya de un modo consciente a aspirar a la vida superior.

Por estos motivos puede ser conveniente repasar las enseñanzas Rosacruces desde otro punto

de vista, respecto al método científico para adquirir este desarrollo espiritual.

Las gentes de la generación anterior, particularmente en Europa y los Estados orientales de

América, recordarán seguramente con placer sus viajes por las grandes llanuras del campo y

cómo de vez en cuando han pasado por algún río en cuyas márgenes había viejos molinos

rusticos, con sus grandes ruedas girando laboriosamente y poniendo en movimiento la

primitiva maquinaria dentro del molino, aprovechando solamente una pequeña fracción de la

fuerza concentrada en la corriente del agua, la cual se desperdiciaba en su mayor parte. Pero

después vino otra generación que se dio cuenta de las posibilidades realizables por un

aprovechamiento científico de aquella enorme energía. Los ingenieros empezaron a construir

presas para impedir la salida del agua sin producir utilidad alguna. Entonces hicieron que el

agua detenida en la presa pasara por tuberías para conducirla hasta las ruedas construidas

según principios científicos, y así economizaron la gran energía encerrada en la presa,

dejando solamente pasar la cantidad de agua estrictamente necesaria para hacer girar la rueda

con una velocidad determinada.

Pero mientras la rueda del agua construida científicamente era un gigante comparada con su

primitivo antecesor, estaba, sin embargo, aún sujeta a algunas de las mismas limitaciones; su

enorme energía podía ser usada tan sólo en el sitio donde se producía, y semejantes sitios se

encuentran generalmente a muchos kilómetros de distancia de los centros de civilización

donde al fuerza es más necesaria. Trabajando en armonía con las leyes de la naturaleza el

hombre se había asegurado los servicios de un elemento de energía inagotable, pero la

cuestión era poder ponerlo en acción donde más falta hacia. Para resolver este problema el

hombre acudió otra vez a las leyes de la naturaleza; generadores eléctricos fueron acoplados a

las ruedas del agua, la fuerza del agua fue transformada en energía eléctrica y se hizo una

tentativa para enviarla del sitio de su origen a las ciudades donde se podría emplear

prácticamente. Y esto requería otra vez métodos científicos de trabajo de acuerdo con las

leyes de la naturaleza, porque se vio que varios metales transmitían la electricidad con

distinta facilidad, siendo los mejores de ellos el cobre y la plata, escogiéndose el cobre por su

mayor baratura.

El estudiante debe observar que no podemos obligar a estas fuerzas a obrar; si queremos

emplearlas nos tenemos que someter a la obediencia de las leyes que rigen su manifestación,

y escogiendo la línea de menor resistencia para obtener el máximum de energía. Si

hubiéramos escogido como transmisores, hilos de hierro, de alpaca o metal blanco, que tienen

una resistencia relativamente alta, una gran parte de la energía se habría perdido, sin hablar

de otras complicaciones que no necesitamos detallar para nuestro objeto. Pero obrando con

las leyes de la naturaleza y escogiendo la línea de menor resistencia, obtenemos el mejor

resultado del modo más fácil.

Hubo otros problemas que se presentaron a aquellos investigadores en su transformación de

la fuerza del agua empleada en las ruedas de molino de electricidad utilizable a muchos

kilómetros de distancia del origen de la fuerza. Se vio que una corriente eléctrica trataba

siempre de llegar al suelo por el camino más directo posible. De aquí la necesidad de la

separación del hilo, conductor de electricidad, de la tierra, mediante alguna materia que

impidiese esta escapada de la corriente, lo mismo como una alta muralla retiene en su recinto

a un prisionero. Era preciso encontrar algo contrario a la electricidad, y esto se halló en forma

de vidrio, de porcelana y de ciertas substancias fibrosas, resolviendo así por medios

científicos e ingeniosos, siempre de acuerdo con las leyes de la naturaleza, el problema de

aprovechar lo mejor posible y a gran distancia la gran energía que el viejo molino primitivo

había desperdiciado inútilmente.

La misma aplicación de métodos científicos para otros problemas de la vida como la

jardinería, por ejemplo, ha producido también magníficos resultados en beneficio de la

humanidad, haciendo crecer doscientas hojas de hierba donde antes con los métodos

anticuados ni una sola encontraba alimento. Ilustres científicos como Luther Burbank han

obtenido mejoramientos de muchas variedades de frutas silvestres, logrando que se hagan

más grandes, más jugosas y de mejor gusto; y en todas partes donde métodos científicos han

reemplazado a los primitivos, se han obtenido los mismos resultados beneficiosos. Pero como

queda dicho antes, y esto es muy importante para nuestro punto de vista, todo lo hecho en

este sentido ha sido llevado a cabo obrando de acuerdo con las leyes de la naturaleza.

El axioma hermético "Como es arriba, así es abajo" enuncia la ley de la analogía, la llave

maestra para todos los misterios, espirituales o materiales, y podemos sacar también la

consecuencia infalible de que lo que vale para la aplicación de métodos científicos a

problemas materiales, tendrá la misma eficacia cuando se aplica a la solución de misterios

espirituales. El más superficial examen del desarrollo religioso del pasado bastará para

demostrar que no ha sido científico o sistemático, ni mucho menos, sino que siempre han

prevalecido los métodos más improvisados y azarosos. Por su capacidad para la devoción

unos cuantos se han elevado a sublimes alturas de espiritualidad y son conocidos en todas las

épocas como santos, faros luminosos en el camino, demostrando lo que es posible lograr.

Pero el modo de llegar a semejante alta espiritualidad ha sido y es un misterio para todo el

mundo, aun para aquellos que ardientemente desean semejante desarrollo, y éstos son

desgraciadamente muy pocos en los tiempos actuales. Los Hermanos Mayores de los

Rosacruces han establecido, sin embargo, un método científico, el cual, si es seguido con

persistencia y celo, desarrollará los poderes durmientes del alma en cualquier individuo, con

tanta seguridad como cualquier práctica constante tendrá como consecuencia que una persona

se haga especialista en no importa qué asunto material. Para comprender bien esto es preciso

darse cuenta de los hechos que son del caso; fue la rueda del antiguo molino la que dio al

ingeniero científico la idea de cómo se podría emplear la fuerza del agua de un modo eficaz y

de la mayor ventaja. Si estudiamos primeramente el desarrollo natural del poder del alma por

la evolución, estaremos en situación de comprender los grandes y beneficiosos resultados que

se podrán obtener por la aplicación de métodos científicos a este importante asunto. Los

estudiantes de las enseñanzas Rosacruces están naturalmente familiarizados con los puntos

esenciales de este proceso del desarrollo humano por la evolución, pero puede haber algunos

que no estén tan bien informados, y por esta razón vamos a dar una pequeña explicación que

de otro modo no hubiera sido necesario.

La ciencia dice, y con razón, que una sustancia invisible e intangible llamada éter, ínter

penetra todas las cosas desde los sólidos más densos hasta el aire que respiramos. Este éter

nunca ha sido visto, medido ni analizado por la ciencia, pero es necesario admitir su

existencia para poder explicar varios fenómenos, como por ejemplo, la transmisión de la luz a

través del vacío. Ante esto, dice la ciencia, el éter es el medio de transmisión del rayo

luminoso. Así, pues, el éter nos lleva una imagen de todos los objetos que están fuera de

nosotros, pero dentro de la periferia de nuestra visión, y la imprime en la retina del ojo. Del

mismo modo cuando un operador de películas cinematográficas fotografía cierto número de

escenas de una comedia, el éter lleva las imágenes de todos los objetos, los movimientos que

hacen los artistas, etc., con los más pequeños detalles, a través de los lentes de su cámara a la

sensible placa, dejando un registro completo de toda la escena y de todos los gestos de los

actores de la comedia. Y si hubiese en nuestros ojos una película semejante del largo

suficiente para contener las imágenes, al final de nuestra vida tendríamos entonces un registro

completo de cada acontecimiento que hubiera sucedido en ella, es decir, suponiendo que lo

viésemos nosotros. Pero hay muchas personas que son deficientes en varios sentidos; hay

algo, sin embargo, que todos tienen que hacer para vivir: esto es, respirar. Y la naturaleza,

que no es más que otro nombre de Dios, ha decretado que el registro sea conservado por este

medio universalmente usado. Todos los momentos de nuestra acción en el drama de la vida,

desde la primera respiración hasta la agonía de la muerte, el éter que es llevado dentro de

nuestros pulmones, trae consigo una imagen completa de lo que nos rodea por fuera, de

nuestras acciones y de las acciones de otras personas que están con nosotros, y el recuerdo de

todo esto queda impreso en un pequeño átomo, colocado en el ventrículo izquierdo del ápice

del corazón, donde la sangre nuevamente oxigenada, llevando consigo una imagen distinta en

cada momento de nuestra vida, pasa por aquel átomo en corriente continua. Por esta razón,

todo lo que decimos o hacemos, desde lo más pequeño hasta lo más grande, desde lo mejor

hasta lo peor, está inscrito en nuestro corazón con caracteres indelebles. Este recuerdo es la

base del método natural y lento del crecimiento del alma por la evolución, correspondiendo a

la rueda del viejo molino de agua.

En el capitulo próximo veremos cómo por medios científicos el crecimiento del alma puede

ser llevado a cabo y un mayor poder desarrollado por un mejoramiento de este proceso.

 


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De: moriajoan Enviado: 13/01/2010 10:34

 
 

EL METODO CIENTIFICO DEL DESARROLLO ESPIRITUAL

 

Segunda Parte

 

RETROSPECCIÓN UN MEDIO DE EVITAR EL PURGATORIO

En el último capitulo hemos visto que un registro semejante a una película, de toda nuestra

vida desde la cuna hasta la tumba, está inscrito en un pequeño átomo en el corazón por la

acción del éter que inhalamos con cada respiración, y que lleva consigo una imagen del

mundo exterior en el cual vivimos y nos movemos actualmente. Esto forma la base de nuestra

existencia después de la muerte, y el recuerdo de las malas acciones se borran de allí en una

experiencia penosa purgatorial, causada por el fuego del remordimiento, y que cauteriza al

alma a medida que las imágenes de sus malas acciones pasan ante su vista, con el efecto de

que esta alma estará menos dispuesta a obrar mal en las vidas futuras. La reacción de las

imágenes representando acciones buenas es una alegría celestial, cuyo recuerdo

subconsciente inducirá en vidas posteriores al alma a hacer más bien todavía. Pero este

proceso es necesariamente lento y puede ser comparado a la manera de funcionar de la rueda

del antiguo molino. Sin embargo, este es el camino designado por la naturaleza como

enseñanza para la humanidad, para que aprenda a andar con cuidado y a cumplir sus leyes.

Por medio de este proceso lento la mayor parte de la humanidad está evolucionando

gradualmente del egoísmo al altruismo, y aunque este método sea excesivamente lento,

parece ser el único a propósito para que ésta pueda aprenderlo.

Hay otra clase de personas que han apercibido el destello de una visión y han visto en el

lejano porvenir una humanidad gloriosa, expresando todos los atributos divinos y viviendo

una vida de amor y paz. Esta clase de individuos dirige el arco de su aspiración a las estrellas

y está tratando de lograr en una o unas cuantas vidas lo que sus hermanos obtendrán después

de centenares de encarnaciones. Igual que hicieron los ingenieros para el encauzamiento de

las aguas y la transmisión de la electricidad, estas personas buscan métodos científicos que

les eviten la pérdida de tiempo y energía que supone el lento proceso de la evolución, y que

las capaciten para efectuar la gran labor del desarrollo propio de un modo científico y sin

pérdida de energía. Este era el problema que los antiguos Rosacruces se habían propuesto

resolver, y habiendo descubierto este método, ahora lo enseñan a sus fieles discípulos, para el

eterno bien de todos los que aspiren y perseveren. Así como los ingenieros que se proponían

mejorar la antigua rueda de molino y efectuar la transmisión de la electricidad a gran

distancia, lograron su objeto estudiando en primer lugar los efectos y defectos del proyecto

primitivo, así también los Hermanos Mayores de los Rosacruces han estudiado primeramente,

por medio de su vista espiritual, todas las fases de la evolución humana corriente en el estado

después de la muerte, y también en el mundo físico, para que pudiesen determinar cómo a

través de muchas vidas se logra poco a poco el progreso. También han estudiado todos los

signos y símbolos que durante todas las edades han sido dados a la humanidad como ayuda

para el crecimiento del alma, y especialmente el Tabernáculo en el Desierto, el cual, como

dice San Pablo, era una sombra de cosas mejores que habían de venir, y ellos encontraron el

secreto del crecimiento del alma en las distintas aplicaciones y ritos usados en aquel antiguo

lugar de adoración. Como las escenas del panorama de la vida que pasan ante la vista del

alma después de la muerte causan un sufrimiento en el purgatorio que limpia al alma del

deseo de repetir las ofensas que habían producido estas imágenes, así la sal con la cual las

ofrendas en el altar de los sacrificios quemados en el Tabernáculo en el Desierto fueron

frotadas antes de ser colocadas en el altar y el fuego por el cual fueron consumidas,

simbolizaban un doble sufrimiento de quemadura, semejante a aquel que el alma nota en el

purgatorio. Confiando en el axioma hermético: "Como es arriba, así es abajo", ellos

establecieron y determinaron que el método de la Retrospección está en armonía con las leyes

cósmicas del crecimiento del alma, y puede efectuarse día tras día lo que la experiencia

purgatorial hace sólo una vez en una vida entera, es decir, limpiar al alma del pecado por

medio del fuego del remordimiento.

Pero cuando decimos "retrospección", sucede a menudo que la gente dice: "Esto

precisamente lo enseñan otras asociaciones religiosas y yo lo he practicado toda la vida; yo

examino mis actos del día todas las noches antes de acostarme".

Hasta aquí está bien. Pero esto no basta. A fin de hacer este ejercicio científicamente es

preciso seguir el proceso de la naturaleza, como lo hizo el electricista cuando deseaba aislar a

la corriente eléctrica del suelo y encontró que el vidrio, la porcelana y la fibra vegetal

obraban como obstáculos a su paso. En cada caso particular debemos conformarnos al

proceso de la naturaleza en sus métodos para lograr el crecimiento del alma. Cuando

estudiamos la expiación en el purgatorio, encontramos que el panorama de la vida se

despliega al revés, desde la tumba hasta la cuna, y que las escenas pasadas en el final de la

vida son las primeras sometidas a la expiación, y que las de la juventud son las últimas. Esto

es así para demostrar al alma cómo ciertos efectos en la vida fueron producidos por causas

engendradas en épocas anteriores. De igual modo, el método científico del desarrollo del

alma requiere que el aspirante examine su vida cada noche antes de dormirse, empezamos

con las escenas vividas en las últimas horas de la noche antes de acostarse, y procediendo

gradualmente en orden inverso hacia las cosas acontecidas por la tarde, luego las que

ocurrieron en la mañana y así hasta el momento de despertar. Pero además, y esto es muy

importante, no es suficiente examinar solamente estas escenas de un modo superficial y

admitir que uno lo siente mucho cuando llega a una escena. donde ha sido poco bondadoso o

injusto con otra persona. En este caso el símbolo contenido en el altar de ofrendas de

sacrificios nos ofrece una instrucción especial; lo mismo como las ofrendas para el sacrificio

fueron frotadas con sal, la cual, como es sabido, quema y duele excesivamente cuando se

frota con ella una herida, y lo mismo como el fuego tal como era aplicado en el altar de las

ofrendas para el sacrificio, consumía a las mismas ofrendas, así también el aspirante al

crecimiento del alma debe darse cuenta de que él es a la vez sacerdote y sacrificio, el altar y

el fuego que arde en él; él debe dejar que la sal y el fuego del remordimiento produzcan en su

corazón una profunda contrición, pensando en todo el daño que haya causado, porque

únicamente semejante manera radical de tratar el asunto podrá borrar el recuerdo del átomo

simiente en el corazón y dejarlo limpio. Y si no se procede así, nada se habrá logrado. Pero si

el aspirante al desarrollo científico del alma logra intensificar suficientemente este fuego del

remordimiento y de la contrición, entonces el átomo-simiente quedará limpio de los pecados

cometidas día tras día durante la vida, y hasta las cosas que han acontecido antes de iniciarse

en semejantes ejercicios desaparecerán gradualmente ante este fuego purificador, de modo

que al final de la vida cuando el cordón plateado haya quedado roto, el aspirante se

encontrará con que no hay ningún panorama de la vida que pueda llamarle la atención, tal

como todas las personas en general lo tienen que presenciar, por no haber tenido la suerte de

conocer este método científico. El resultado es entonces que en vez de tener que pasar en la

expiación purgatorial un periodo de tiempo aproximadamente equivalente a la tercera parte

de la vida en el cuerpo denso, el que constante e inquebrantablemente practica este método se

encuentra completamente en libertad en el mundo invisible, no ligado por las limitaciones

que encierran a los demás, y por esta razón libre para emplear todo su tiempo en el servicio

de la humanidad que sufre.

Pero hay una gran diferencia entre las oportunidades de allí y las de aquí; en este mundo

físico una tercera parte de nuestra vida es absorbida por el descanso y la restauración, otro

tercio es empleado en el trabajo para las necesidades físicas, y solamente el último tercio está

a nuestra disposición para la recreación o el crecimiento del alma. En el Mundo del Deseo

esto es distinto; los cuerpos en los cuales funcionamos después de la muerte no necesitan ni

alimento ni vestiduras, ni aposentos; no están tampoco sujetos al cansancio, de modo que en

vez de emplear las dos terceras partes del tiempo como aquí en cuidados del cuerpo físico,

allí el espíritu es libre de emplear sus instrumentos durante las veinticuatro horas del día. Por

esta razón el tiempo economizado en el mundo invisible por haber vivido nuestro purgatorio

día tras día es el equivalente de aquella porción de una vida terrestre entera que uno emplea

en el trabajo. Así durante todo el tiempo economizado de esta manera no es preciso pensar u

ocuparse en nada más que en la manera de hacer avanzar la evolución y de ayudar a nuestros

hermanos más jóvenes y menos afortunados. De este modo cosechamos una gran cosecha y

obtenemos un mayor crecimiento del alma en aquella existencia después de la muerte, que lo

que sería posible en varias vidas ordinarias. Cuando renacemos entonces nos encontramos

con todos los poderes del alma así adquiridos, y mucho más adelantados en el sendero de la

evolución que hubiera sido posible si nos hubiésemos encontrado en circunstancias

ordinarias.

Es también conveniente hacer constar que mientras otros métodos de desarrollo del alma

descritos y enseñados por otras escuelas llevan consigo peligros que algunas veces pueden

volver locos a los que los practican, el método científico de desarrollo del alma recomendado

por los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz no puede sino beneficiar a los que lo

practican y es imposible que nunca pueda causar el menor daño a nadie. También podemos

decir que hay otros recursos y ayudas que no han sido mencionados aquí y que son

comunicados a aquellos que han probado su valor por su persistencia, y aunque éstos no

estimulan directamente la evolución de la vista espiritual, ésta será cultivada en todos

aquellos que lo practiquen con la necesaria y leal persistencia.

 


 
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