A sus pies
La fiesta de bodas, “Muchos los llamados y pocos los elegidos” según la Filosofía Rosacruz.
Conferencia dictada por el Sr. Roberto Ruggiero.
El presente tema, con sentido oculto, es una de las parábolas dadas por el Cristo, que, como
Adelantado, procuró dejar enseñanzas útiles, pero que deben ser comprendidas con un cierto
entendimiento. Es el caso del Evangelio de San Mateo, Cap. 22, “La fiesta de bodas”, que
consiste en una valiosísima advertencia. La enseñanza Rosacruz se caracteriza por ser explicativa. El Instructor, elegido para promulgarla,
procuró dirigirla a la mente, que se ha ido cultivando más y más en la humanidad y está en
condiciones de abarcar el conocimiento de las leyes evolutivas espirituales y el proceso
programado y seguido, a través de los tiempos, hasta la etapa presente. El mundo material ha sido fundamentalmente necesario como experiencia primera, sirvió
para impulsionar y desenvolver las cualidades elementales, primarias, pero como para otra
etapa, posterior, más adelantada y superior. Simultáneamente a la consolidación de nuestra esfera, Tierra, la humanidad, que acompañó
este proceso, fue recibiendo medios de expresión cada vez más completos, para que pudiera
desenvolverse también de forma más perfecta, siguiendo un método gradual y progresivo. Hoy, cada ser posee, además del cuerpo físico, vehículos invisibles, que aunque
desconocidos para la mayoría, funcionan coordenadamente, permitiendo plena conciencia en
las horas de vigilia. Funcionan tan bien, que cada uno, integrado con su cuerpo denso, se considera
un hombre o una mujer, olvidando su condición intrínseca, espiritual. El espíritu es tan independiente
del cuerpo, como lo es un vehículo que nos sirve de transporte y que nos separamos de
él, cuando no lo necesitamos más. Es necesario llegar a comprender que el ser, que es cada uno, se manifiesta a través de
medios apropiados, que si no los tuviéramos, seríamos fantasmas, el cuerpo físico es el elemento
indispensable para desenvolvernos en la Tierra, adquirir experiencia y crecimiento anímico, e ir
recibiendo, paulatinamente, y de los Mundos Invisibles, los cambios apropiados a un
mayor desarrollo y adelanto. A través de los tiempos cada uno adquirió determinada personalidad, e individualidad,
con valores propios, pero se vuelve repetidamente a la Tierra para completarse y adquirir lo que
por ventura pudiera falta. Para que esto sea posible es realizado un trabajo extremadamente
cuidadoso de programación, para que el destino de cada nueva existencia cumpla un propósito
altamente benéfico, propiciando siempre el progreso y crecimiento de valores espirituales y
facultades superiores. Este fue el propósito del pasado y la Enseñanza Rosacruz lo explica
en detalles, con la finalidad de que mejor se aprovechen las actuales oportunidades. En el principio, conseguir despertar conciencia del mundo material representó un largo
entrenamiento. El ser humano de hoy comenzó en un tiempo muy lejano sus primeras
experiencias en la Tierra y como era un medio nuevo, es natural que su desenvolvimiento
primero fuera muy precario, por este motivo, las Inteligencias que lo guiaban, trataron de
que todos los seres pasaran por pruebas impactantes, para que despertaran la conciencia
para el medio físico, diferentes para cada sexo. A los jóvenes se les enseñaba por medio de esfuerzos físicos, haciéndolos cargar grandes pesos,
para que sintieran el cuerpo que estaban usando y entraran en actividad, por iniciativa propia. A
las jóvenes para cultivarlas, y como la idiosincracia de la mujer se caracteriza por su extremada
sensibilidad e imaginación, se las llevaba a grandes bosques, en medio de temporales, donde las
abandonaban, para que desarrollaran su inteligencia, y procuraran encontrar el camino del regreso,
aprendiendo a conocer la naturaleza. Este fu el primer trabajo, inevitable y lógico, pues la razón nos dice que teníamos que ejercitarnos,
para adquirir la experiencia inicial. Pero cuando el conjunto humano se fue adaptando al mundo,
fue desenvolviendo su propio impulso, su propio deseo y se fue independizando de la tutela de
los grandes Manús, directores, que guiaban con suprema sabiduría. Pidieron solamente obediencia,
para ellos trasmitir todo su saber. Sin embargo la humanidad eligió el otro camino, el de la desobediencia,
y se hizo pasional, además se fue interesando en el mundo en forma egoísta, en momentos en
que todavía su experiencia era muy precaria, y se apartó, equivocadamente, de la sabia guía que
recibía. Estas inteligencias, eminentemente nobles, siempre continúan interesadas en ayudar,
ahora desde los Mundos Invisibles, pero depende de la humanidad, que se adapte a los
impulsos del verdadero progreso. Y esta es la razón y el motivo de la enseñanza de la parábola, que comienza diciendo:
Si un Rey de los Cielos hace un gran banquete y los invitados se excusan y no asisten a la fiesta,
imitan el proceder de la humanidad. El Rey está representando a los Seres encargados de
instruir a la onda humana, en nombre de Dios, que le ofrecieron un gran banquete, para que
creciera como Ellos habían crecido, y los seres humanos no aceptaron. Cuando se habla en la Biblia, el libro Sagrado de todos los tiempos, de “un pecado original”, se
está diciendo algo lamentablemente cierto. La humanidad tiene momentos planetarios, cósmicos,
apropiados para la perfecta unión de los sexos y la reproducción, de la misma forma que los
animales hacen que, aún cuando estén en una etapa menos adelantada, lo hacen dócilmente
en el momento adecuado, solamente, bajo la dirección de los Espíritus Grupos que les guían. El hombre, por voluntad propia, se fue desenvolviendo arbitrariamente, fue haciendo y
realizando por sí mismo, ignorante de las leyes cósmicas que regulan todo lo que atañe a
la perpetuación de la especie, y al hacerlo así, cayó en el error. Este es el banquete que ofrecieron las Jerarquías guiadoras de la humanidad: enseñar siempre,
para que haciendo las generaciones todo debidamente, se generaran cuerpos cada vez más
perfectos y libres de la pasión y egoísmo, que hoy prevalecen. Consecuencia: la violencia
domina, generando guerras interminables, lanzándose los pueblos unos contra otros, y así se
generó el mundo de hoy, siglo veinte, plagado de defectos. Si mencionamos los defectos del
mundo lo hacemos para aclarar que es nuestra obra, pues somos siempre los mismos, que
vamos y volvemos, y lo hacemos para despertar la responsabilidad que nos cabe a cada uno. La humanidad de hoy es la misma de antaño, la de ayer y la de antes, exactamente una.
Cumplida una etapa en la Tierra y agotando el cuerpo físico que se usó, regresa cada uno
a su morada celeste, para la reflexión, cuando siente de nuevo impulso, vuelve a hacer una
nueva etapa, para un posible adelanto, así es la misma humanidad que fue y vuelve tantas
veces como es necesario, por lo tanto el mundo es producto y consecuencia del comportamiento
humano. Lo que existe es hecho por los hombres, y si hay algo para corregir, que lo hay por
cierto, tenemos que enfrentarlo como nuestra obra, y como deber de conciencia. La Enseñanza Rosacruz explica el mecanismo de la Evolución, para que cada uno apresure
el desenvolvimiento de valores individuales, como le corresponde, y entonces pase a actuar en
el mundo de forma más efectiva, más noble y más cierta. Continuando con la parábola: dice que el Rey llamó a muchos seres y ellos no respondieron.
No es este el panorama del mundo? La humanidad está respondiendo al mandato superior,
de nobleza, de perdón y de tolerancia? Sabemos que no es así, por el contrario: a través de
la pasión, aumentó el egoísmo y la separación caracteriza al mundo de hoy. Sin embargo, tendrá que haber un cambio real: tenemos que alcanzar otra posición y, con el
tiempo, tendrá que llegarse a una fraternidad universal. Como consecuencia del pasado, la
humanidad tendrá que pasar aún muchas veces por el mundo y finalmente aprender que
solamente la fraternidad, que es unidad de propósitos, representará felicidad
para todos y adelanto verdadero. El acelerar el desenvolvimiento interno, representará facultades que todavía no se han
desenvuelto, pero que llegarán a iluminar a la humanidad, los cinco sentidos, si bien tan útiles,
tendrán que transformarse en siete, hay un sexto y un séptimo sentido a desenvolver. No es
fantasía, hay quienes los han desenvuelto y se ha transformado en “Hermanos Mayores”,
que no precisan más volver a la Tierra. Ya alcanzaron el máximo desenvolvimiento y, como
adelantados, están trabajando en los planos invisibles, colaborando con el gran Arquitecto, Dios. La humanidad tiene ahora que seguir las nuevas instrucciones, que ya guían para ese
desenvolvimiento, esta vez con obediencia y sabiduría. Cuando decimos que la instrucción
espiritual, siguiéndola, desenvuelve facultades, decimos algo muy hermoso e importante,
que hay que llegar a valorar. La serie de cuerpos de que cada uno dispone, demandan, ahora,
una preparación especial, adecuada para una etapa más adelantada, como lo es
la Era de Acuario, próxima a venir. Los medios de que disponemos para nuestra manifestación en el mundo – vehículo
físico y espirituales – tienen que ser extremadamente propicios a nuestro mandato y no
convertirse en medios inadecuados. Qué es un corcel indómito para quien lo monta?
Una dificultad. Esta situación es la que enfrentan quienes, no conociendo la verdadera finalidad
de la existencia, van empleando los días de su vida en forma inadecuada, disminuyendo
su construcción interna, que termina no ayudándolos en su desenvolvimiento superior.
Montan un caballo salvaje. La Enseñanza es para instruir para que cada uno vaya formando
un medio interno más dócil al mandato espiritual, que ayude a alcanzar objetivos diferentes y mejores. Cuando el Cristianismo inclina a la tolerancia, al perdón, al amor para nuestros semejantes
y a la naturaleza toda, está mostrando el único camino ya posible. La labor en el organismo
físico, visible, debe estar consustanciada con la labor invisible superior, que
está trabajando en bien de la humanidad. El Gran Arquitecto, el Creador, el Hacedor – hay muchos nombres para esta entidad –
ha creado un mundo de formas que sirvan de peldaños al desenvolvimiento de la conciencia
y al crecimiento espiritual, y el ser humano tiene que armonizar con esta finalidad. El Creador
planeó, también, mundos superiores que deben ser alcanzados e invita al ser humano a ir
identificándose con estos mundos, para no tornarse una anormalidad en su desarrollo. Si las circunstancias invitan a desarrollar un sentimiento superior y el ser se niega, cae en
lo que es el mundo común, un campo de discordia, de lucha, en que un bando está
permanentemente enfrentando a otro bando, o un ser enfrentando a otro ser. Hay aquí
un contra propósito, un contra sentido, que la humanidad precisa distinguir o su
adelanto continuará siendo muy lento. El acicate que recibe la humanidad para ir modificándose, es por medio de la Ley de Consecuencia,
que va produciendo el dolor y el sufrimiento. Los que al fin comprenden, van cultivando su
intelecto y su corazón, y no viviendo como la generalidad, alcanzan una situación diferente. Cuando nos referimos a la Iniciación en el sentido Rosacruz, se hace referencia a un
desenvolvimiento espiritual, que representa el desarrollo de facultades superiores, no
se indican en el sendero Rosacruz ceremonias externas, sino de culminación de facultades.
Procurar desenvolver más bondad, más moral, mejores principios en cada uno, se está
advirtiendo al ser que armonice con esta realidad, para que se procese en él un desenvolvimiento
interno, que va dando, como resultado, la independencia, poco a poco, de su vestidura física. No se tome esto último como un imposible, somos independientes de nuestro cuerpo denso
y si en esta etapa esta independencia no es fácil, es porque el desenvolvimiento del ser
aún no es adecuado, se requiere una conducta superior para se abran los Mundos Invisibles
al investigar. Esto es posible, pero para ello es preciso alcanzar las facultades correspondientes. Volviendo a la parábola, cuando el Rey marca a alguien que no tenía la ropa de bodas, es
porque está haciendo referencia a aquellos que no consiguieron un desenvolvimiento
superior y no estarán revestidos de las condiciones necesarias para ser recibidos en
los planos de la Iniciación. Estas condiciones establecen que se deben hacer méritos:
desenvolver voluntad, nobleza, tolerancia y sentimientos de amor hacia los demás.
Todo esto va cultivando al ser internamente. La construcción de cada uno es todavía un gran misterio para la mayoría, aquellos que saben
mejor cultivarse, con sentimientos superiores, van formando en su interior una alquimia
sublime, que los Alquimistas del Medio Evo procuraban desenvolver: una transmutación de
los bajos metales en metal superior, pero no es el metal material de la Tierra, es el material
espiritual interno. Los Alquimistas eran iniciados en los grandes conocimientos y cultivaban la
naturaleza superior, hasta que la luz interna ascendía por la columna vertebral, hasta los
hemisferios cerebrales. A esto se le llama vestir el “dorado ropaje de bodas” y de esta forma
el Creador, finalmente, les abre las puertas de los Mundos Invisibles, de forma consciente.
Este es el banquete ofrecido en esta parábola y el mensaje que ella nos deja, y tenemos la
esperanza que quede en el interior de cada uno de los que nos leen, y pueda serle útil. La vida transcurre como una oportunidad excelente y única para desenvolver valores
espirituales y superiores. Los seres por su condición individual, original, se tornan muy
diversos: están aquellos que fueron invitados al banquete y dieron disculpas para no ir,
éstos son los que viven en la Tierra y sólo les interesa la conquista material: los que formamos
la corriente Rosacruz, cumplimos con todas las obligaciones terrenas, pero aspiramos
al crecimiento espiritual como meta de nuestra existencia y procuramos ir aplicando el
conocimiento en nuestro diario trabajo. Sabemos que no vamos a beneficiarnos gratuitamente,
tenemos que hacer nuestro propio esfuerzo y nuestro propio desenvolvimiento y
en esto empeñamos nuestra existencia. Al hablar de los planos invisibles, no estamos refiriéndonos a lo que la humanidad
no esté familiarizada, aunque lo ignore completamente. Comprendemos que la mayor
sorpresa que tiene cada uno es que, no “conociéndose” a sí mismo, no sabe bien lo que
debe hacer durante el día y en la misma forma, no sabe lo que debe hacer en la noche.
La noche es nada más que la muerte de todos los días. Cuan San Pablo dice: “Yo muero
todos los días”, está diciendo una enseñanza esotérica, un hecho
natural y general para todos los seres. Es el agotamiento del cuerpo físico, que se va acentuando por las labores del día, y en la noche
al caer en determinada inercia, el ser que lo habita no resiste esa inercia y sale expedido de él,
en su ausencia y por el sabio trabajo de su cuerpo vital, que ahora no es incomodado en su
labor restauradora por las incesantes labores del día, queda recompuesto durante la
noche. Al día siguiente, cada uno es atraído nuevamente a su cuerpo físico y lo encuentra
descansando. En la noche, en la etapa presente, todavía no se tiene conciencia, solamente
se recuerdan algunas escenas, a las que se le llaman sueños. El ejercitamiento espiritual tiene por objeto a que se llegue algún día a recordar plenamente lo
que se hace en la noche, y cuando se habla de adelanto es en este sentido: que durante el
día cada uno se cultive de forma de alcanzar plena conciencia durante la noche o sea: tener
conciencia permanentemente, sin interrupción. Cuando se recuerdan ciertos sueños confusos y extraños, son consecuencia de la falta de
dirección, que, generalmente, todavía no fue alcanzada. Por este motivo la enseñanza que
afirma: “la vida es un valiosísimo fruto que, lamentablemente, la humanidad come la
cáscara y tira su interior”. La instrucción espiritual quiere corregir este error. También, cuando se alcance un desenvolvimiento superior, no habrá necesidad del método
que se emplea hoy, de un olvido absoluto de la vida anterior. Presentemente renace cada
uno con las cualidades que consiguió cultivar, pero no recuerda cómo las cultivó y
la razón es muy simple: si revisamos la Historia Universal, veremos cómo ha sido un
constante conflicto, y si en cada nueva existencia se recordaran estos conflictos, los
mismos se renovaría, inevitablemente. De ahí el necesario olvido, a lo menos por ahora. Es piedad, misericordia y sabiduría del Gran Arquitecto, que la nueva existencia sea una
hoja en blanco del gran libro de la vida, para llenar, sin interferir el recuerdo de las existencias
anteriores. Pero cuando se llegue a una etapa de determinada perfección y fortaleza, podremos
recordar, porque entonces estaremos en condiciones diferentes, y el pasado lo miraremos,
apenas, como útil que fue para la experiencia. Habremos llegado al desenvolvimiento de suficientes facultades y capacidad, para que el
pasado no nos deprima ni nos debilite. Hoy el recordar representaría un peso muy difícil de
llevar, y es más una sabiduría celeste el olvido, como dijimos: dar en cada existencia una
oportunidad de adelanto y progreso, para ir completándose cada uno, sin la carga del pasado. La Enseñanza Rosacruz procura explicar dos leyes básicas: la ley de Consecuencia, que
va preparando el adelanto, brindando el medio ambiente y las oportunidades de desarrollo
como corresponde, estrictamente a los méritos de cada uno, de acuerdo a lo que fue
realizando a través de los tiempos, ley de amor, porque siempre ofrece nuevas oportunidades.
Esta ley va paralela a la ley del Renacimiento, que permite que volvamos a la Tierra tantas
veces como sea necesario, para ir completando los trabajos pendientes, y alcanzar, con
nuevas experiencias, lo que por ventura no haya sido posible alcanzar con anterioridad.
Esto significa que la Evolución continúa siempre y que grandes posibilidades se les
presentarán a todos, después que cumplan, realizando los méritos correspondientes. Esta es la Enseñanza que estamos explicando. No desconocemos que es muy profunda,
pero si nos decimos Cristianos, “seguidores del Cristo”, debemos merecer este nombre.
Esta Enseñanza viene para dar una ayuda a la humanidad, y trae instrucciones precisas,
para que nadie desconozca su deber, y sepa como formar, por su esfuerzo, su destino
futuro. Se da por primera vez en forma pública, porque el intelecto humano está más
desarrollado, y se espera que por el razonamiento ea comprendida. En la antigüedad
existió solamente para grupos estudiosos y muy esforzados. Que el género humano no desespere, ante la duda de alcanzar o cumplir, porque si el Creador
lo ha proyectado, significa que será posible, alcanzar valores a “imagen y semejanza
de Dios”. Es la magna promesa. Preparamos como tema esta parábola, porque encierra un fondo amoroso y una gran advertencia.
Cada ser humano “es una chispa divina” en desenvolvimiento, que tiene que algún día
crecer y transformarse en una llama, como llama es Dios que está en los Cielos.
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