ARRIÉSGATE
- El riesgo es una aventura, es ganar o perder.
- Arriésgate, si no lo intentas no lo sabrás.
- Arriésgate, es la única forma de conocer tus fortalezas.
- El riesgo es incertidumbre, para triunfar es el único camino, ganar no es cuestión de vida o muerte es algo más, es luchar por realizar nuestros sueños.
- La audacia es la marca de los triunfadores, valor es arriesgarse, no importa el resultado lo importante es que lo intentes.
- Para triunfar primero tenemos que lanzar el corazón, con la certeza que lo lograremos.
- El miedo mata los sueños, los sueños no realizados se pudren, nos amargan la existencia pero si lo intentamos y aun cuando no lo logremos, tendremos la satisfacción que nos atrevimos a convertirlos en realidad.
- Si quieres alcanzar la plenitud arriésgate, solamente así conocerás tu auténtico valor, atrévete, el cielo es para los audaces.
Si no lo intentamos nunca lo sabremos, la única forma de conocer nuestras potencialidades y limitaciones es a través de los intentos, además si vale la pena, vale la pena arriesgarnos tantas veces como sea necesario hasta que nos salga bien. Uno de los pecados más tristes es el pecado de omisión «lo pude haber hecho y no lo intenté» o «me di por vencido al tercer intento», el único riesgo que enfrentamos es fallar, el éxito y el fracaso no existen son en esencia resultados, si realizamos las acciones correctas el resultado es positivo de lo contrario es negativo, al primero lo hemos etiquetado como éxito y al segundo como fracaso.
Un trapecista entrenó a su hijo en su mismo oficio, quiero ser como mi padre, - decía el pequeño – admiraba su trabajo, además él se propuso ser el mejor trapecista del mundo, ensayó miles de veces con una red de protección, era tal su pasión que a los 12 años le pidió a su padre realizar sus actos sin protección alguna, en los dos primeros intentos lo paralizó el miedo que por cierto es el que asesina los sueños, el padre evaluó la experiencia de su hijo, considero que sí podía lograrlo y le dio un consejo final. «atrévete, lanza primero el corazón y el resto te seguirá» y lo logró.
Cuantas veces las advertencias de los demás ha hecho que abortemos nuestros sueños, es verdad hay que tener los pies en la realidad pero debemos mantener nuestro espíritu en las estrellas.
Con Dios todo se puede...
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