LA RELIGIÓN AMPLIADA POR LA REVELACIÓN
La revelación es una técnica mediante la cual se le ahorran eras y eras de tiempo en el trabajo necesario de selección y para separar los errores de la evolución de las verdades de adquisición espiritual.
La ciencia trata de los hechos; la religión se preocupa tan sólo de los valores. Mediante la filosofía esclarecida la mente intenta unir los significados tanto de hechos como de valores, llegando así a un concepto completo de realidad. Recordad que la ciencia es el dominio del conocimiento, la filosofía el reino de la sabiduría, y la religión la esfera de la experiencia de la fe. Pero la religión, sin embargo, presenta dos fases de manifestación:
1. La religión evolucionaria. La experiencia de la adoración primitiva, la religión que se deriva de la mente.
2. La religión revelada. La actitud universal que se deriva del espíritu; la seguridad de —y la creencia en— la conservación de las realidades eternas, la supervivencia de la personalidad y el logro final de la Deidad cósmica cuyo propósito ha hecho todo esto posible. Es parte del plan universal que tarde o temprano la religión evolucionaria está destinada a recibir la ampliación espiritual de la revelación.
Tanto la ciencia como la religión comienzan suponiendo ciertas bases generalmente aceptadas para hacer deducciones lógicas. Así también ha de comenzar la filosofía su carrera basándose en la suposición de la realidad de tres cosas:
1. El cuerpo material.
2. La fase supermaterial del ser humano, el alma o aun el espíritu residente.
3. La mente humana, el mecanismo para la intercomunicación e interasociación entre el espíritu y la materia, entre lo material y lo espiritual.
Los científicos reúnen hechos, los filósofos coordinan ideas, mientras los profetas exaltan ideales. El sentimiento y la emoción son concomitantes invariables de la religión, pero no son la religión. La religión puede ser el sentimiento de la experiencia; pero no podemos decir que sea la experiencia del sentimiento. Ni la lógica (racionalización) ni la emoción (sentimiento) son esencialmente parte de la experiencia religiosa, aunque ambas puedan estar asociadas en forma variada con el ejercicio de la fe en el adelanto del discernimiento espiritual de la realidad, todo de acuerdo con el estado y la tendencia temperamental de la mente individual.
La religión evolucionaria es la manifestación exterior de la dote del ayudante de la mente del universo local, encargado de crear y fomentar la tendencia a la adoración en el hombre evolutivo. Estas religiones primitivas se ocupan directamente de la ética y la moral, el sentido del deber humano. Estas religiones se basan en la seguridad de la conciencia y dan como resultado la estabilización de civilizaciones relativamente éticas. Las religiones reveladas personalmente están patrocinadas por los espíritus de dotación que representan a las tres personas de la Trinidad del Paraíso y se ocupan especialmente de la expansión de la verdad. La religión evolucionaria lleva al individuo la idea del deber personal; la religión revelada acentúa cada vez más el amor, la regla de oro.
La religión evolucionada se apoya enteramente en la fe. La revelación tiene la seguridad adicional de su presentación ampliada de las verdades de la divinidad y de la realidad y el testimonio aun más valioso de la experiencia real que se acumula como consecuencia de la unión y práctica de trabajo de la fe evolucionaria con la verdad revelatoria. Tal unión trabajadora de fe humana y verdad divina constituye la posesión de un carácter que está bien encaminado hacia la adquisición real de una personalidad morontial.
La religión evolucionaria provee tan sólo la seguridad de la fe y la confirmación de la conciencia; la religión revelatoria provee la seguridad de la fe más la verdad de una experiencia viva en las realidades de la revelación. El tercer paso en la religión, o la tercera fase de la experiencia de la religión, tiene que ver con el estado morontial, la comprensión más firme de mota. En la progresión morontial las verdades de la religión revelada se van ampliando cada vez más; más y más conocerás la verdad de los valores supremos, de las bondades divinas, de las interrelaciones universales, las realidades eternas y los destinos últimos.
Cada vez más a lo largo de la progresión morontial la seguridad de la verdad va reemplazando la seguridad de la fe. Cuando finalmente seas llamado a las filas del verdadero mundo espiritual, las seguridades del discernimiento espiritual puro operarán en lugar de la fe y de la verdad o, más bien, juntamente con estas técnicas previas de seguridad de la personalidad, y superpuestas a ellas.