La vida que vivimos la hemos creado nosotros, es nuestra percepción de la realidad que podemos cambiar cuando nos lo proponemos, algunos hablan hace mucho tiempo del salto cuántico. Tenemos el poder de crear el infierno y el de crear el cielo. Por qué no utilizar entonces, nuestra imaginación y emociones para soñar el cielo?
Sólo con utilizar la imaginación podemos comprobar que suceden cosas increíbles.
Tenemos el derecho de darnos permiso para la felicidad, para disfrutar de verdad de la vida, podemos decidir vivir libras de conflictos con nosotros mismos y con el resto de la población.
Que queremos, cuando lo queremos y realmente que es lo que no queremos.
Vivir sin miedo a ser juzgado por los demás. Vivir sin juzgar a nadie, perdonar con facilidad y no tener la necesidad de tener razón. Vivir en el respeto hacia nosotros mismos y los otros. Sin miedo a amar y a no ser correspondidos, decir €œTe amo€, con el corazón completamente abierto y sin temor a las heridas.
Y lo mejor de lo mejor, vivir sin miedo a explorar la vida, no temer perder nada, no tener miedo de vivir y tampoco de morir.
Amar nuestro cuerpo, nuestras emociones tal y como son.
Somos perfectos tal y como somos!. El amor tiene la capacidad de proporcionarnos toda la felicidad, es del todo posible vivir así siempre. La vida es mucho más fácil cuando hacemos del amor nuestra forma de vida, el amor nos trae paz interior y cambia nuestra percepción de todas las cosas. Y como decía Antoine Saint-Exupery "El amor es la única cosa que crece cuando se reparte
La razón por la cual somos felices, es por decisión propia, es una elección, igual que el sufrimiento.
Quizás no podamos escapar del destino del ser humano, pero podemos escoger entre sufrir o disfrutar, amar y ser felices, entre vivir en el infierno o vivir en el cielo.
Nuestra elección personal es vivir en el cielo. Y la vuestra
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