Mientras más baja sea la frecuencia en la que vibramos, peor nos sentimos. Mientras más alta la frecuencia, mejor nos sentimos. Podríamos decir que mientras más alta sea la frecuencia de vibración, más cerca estamos de la existencia, de Dios, o de lo que sea que eso significa para ti. En la práctica, cuando vibramos en una frecuencia más alta, nos sentimos mejor.
El estado natural de nuestros sistemas funciona continuamente moviéndose hacia una vibración más fina. Continuarán expandiéndose por sí mismos mientras más nos salgamos del camino y lo permitamos. Pasarlo bien, sintiendo la delicia de la vida, y sentirnos agradecidos nos expande y eleva nuestra vibración. El miedo baja nuestra vibración- miedo a las consecuencias, miedo a cómo la gente nos vea, miedo a que les gustemos o no les gustemos, miedo a estar haciendo lo incorrecto. El miedo nos contrae y hace que estemos mucho menos disponibles para la vida.
El reclamar también disminuye nuestra vibración. Cuando reclamamos, emitimos vibraciones que se nos devuelven y que nos afectan, aumentando nuestra incomodidad. Nuestras quejas y reclamos generan lo que podríamos llamar una vibración negativa, la cual es respondida por una vibración negativa. Cuando exteriorizamos alegría, alegría vuelve.
El Antiguo Testamento dice: "Tal como tú siembres, así cosecharás." Una de las interpretaciones de lo que esto significa es, nuestra manera de ser afecta nuestra manera de ser. La verdad es que nosotros creamos nuestra propia realidad, y nosotros hemos desarrollado algunas ideas distorsionadas de lo que esto significa, comúnmente relacionadas con sentimientos de culpa. |