La puerta de la vida eterna está abierta de par en par para todos, el que quiera puede venir.
Libro de Urantia. Pág.1567
Jesús nos abre la puerta y nos invita a acompañarlo en la maravillosa aventura de conocer y acercarnos a nuestro Padre, no le interesa nuestra religión, ni nuestra posición social, ni nuestra nacionalidad, a él sólo le interesan nuestras intenciones sinceras, de conocer la Verdad en nosotros y por nosotros mismos, porque sabe bien que la fe para ser verdadera, tiene que ser personal, no puede estar basada en reglas, ni prohibiciones, ni en lo que otros nos digan lo que tenemos que creer, porque "la aceptación de una enseñanza como verdadera no es fe, es solamente creencia; tampoco lo es la certidumbre ni la convicción. Un estado mental llega a los niveles de fe, tan sólo cuando domina efectivamente la manera de vivir. La fe es un atributo vivo de la experiencia religiosa personal genuina.1114
Tenemos que reconocer que el mundo está inundado de gente religiosa, pero entre ellos escacean los fieles, es decir los que han logrado hacer que sus creencias se conviertan en algo vivo, pues "la fe nunca escapa del deber de solucionar los problemas del vivir mortal. La fe viva no fomenta el fanatismo, la persecución ni la intolerancia.. Tampoco encadena la imaginación creadora, ni mantiene un prejuicio irrazonable hacia los descubrimientos de la investigación científica. La fe vitaliza la religión y obliga al religionista a vivir heroicamente de acuerdo con la regla de oro. El fervor de la fe está de acuerdo con el conocimiento, y sus impulsos son el preludio de una paz sublime.1115"
La revelación que Jesús nos trajo, es que "su religión trasciende todos nuestros conceptos anteriores de la idea de adoración, en cuanto no solamente describe a su Padre como el ideal de la realidad infinita, sino que declara positivamente que esta fuente divina de valores y el centro eterno del universo, es verdadera y personalmente obtenible, por cada criatura mortal que elija entrar al reino del cielo en la tierra, reconociendo así la aceptación de la filiación a Dios y de la hermandad con el hombre.1714 "Otras religiones habían sugerido la idea de la cercanía de Dios al hombre, pero Jesús convirtió el amparo de Dios al hombre como la solicitud del padre amante por el bienestar de sus hijos dependientes, haciendo de esta enseñanza el cimiento de su religión. Así pues, la doctrina de la paternidad de Dios convirtió en obligatoria la práctica de la hermandad de los hombres. La adoración de Dios y el servicio del hombre se tornaron la suma y sustancia de su religión.1770"
Jesús nos enseñó que la adoración, no es rendir pleitesía a un Dios inalcanzable por nuestra condición humana, sino que simplemente la adoración es: "la técnica de buscar en el Unico, la inspiración para servir a muchos.1616 pues "tarde o temprano todos nos damos cuenta, de que todo crecimiento de la criatura es proporcional a la identificación con el Padre. Llegamos a la comprensión de que vivir la voluntad de Dios es el pasaporte eterno a la posibilidad sin fin de la eternidad y los mortales alguna vez entienden, que el éxito en la exploración del Infinito es directamente proporcional al alcance de la semejanza con el Padre. Y estas cualidades de la divinidad pueden ser apropiadas en forma personal por parte de las criaturas del universo, mediante la experiencia de vivir divinamente, y que vivir divinamente significa realmente vivir la voluntad de Dios. Una persona que sí conoce a Dios, está iluminada interiormente por la adoración y exteriormente se dedica al servicio totalmente sincero de la hermandad universal de todas las personalidades, un ministerio de servicio que está lleno de misericordia y motivado por el amor, mientras que estas cualidades de vida están unificadas en la personalidad evolutiva, sobre los niveles en constante ascensión de sabiduría cósmica, autorrealización, encuentro con Dios y adoración del Padre.1175"
" Jesús puso un espíritu de acción positiva en las doctrinas pasivas de la religión judía. En lugar de la obediencia negativa a los requisitos ceremoniales, Jesús impuso una actuación positiva en pos de lo que su nueva religión exigía de los que la aceptaban. La religión de Jesús consistió no solamente en creer, sino en verdaderamente hacer, esas cosas que el evangelio requería. No enseñó que la esencia de su religión consistía en el servicio social, sino más bien, que el servicio social era uno de los efectos seguros de la posesión del espíritu de la verdadera religión. 1770"
Las puertas del Reino están abiertas de par en par, ni siquiera tenemos que esperar el abandonar nuestro cuerpo mortal para entrar en él, porque está en el corazón de cada uno de nosotros, pues "a medida que el evangelio de este reino se derrame sobre el mundo con su mensaje de felicidad y buena voluntad para todos los hombres, se irán desarrollando mejores relaciones entre las familias de toda las naciones. A medida que pase el tiempo, los padres y sus hijos se amarán más, y así surgirá una mayor comprensión del amor del Padre en el cielo por sus hijos en la tierra, pues un padre verdadero y bueno no sólo ama a su familia en su totalidad como una familia, sino que también ama verdaderamente y cuida afectuosamente de cada miembro individual de la familia. 1597"
Recordemos que nuestro pasaporte a la eternidad lo tenemos que conseguir con nuestras acciones cotidianas Aquí y Ahora y que todo lo demás son ilusiones vanas, que nos alejan de la realidad que Jesús quiere que vivamos, porque "la experiencia de una vida religiosa y dinámica, transforma al indidviduo mediocre, en una personalidad de poder idealista, pues sirve al progreso de todos, porque fomenta el progreso de cada individuo y a la vez el progreso de cada uno, es aumentado por el logro de todos.1094"
yolanda silva solano