¿EL ESOTERISMO, LA CIENCIA O AMBOS?...(I)
Francisco Nieto
Desde mi pubertad, siempre me he sentido atraído por todo lo oculto, misterioso e inexplicable,
pero fue a partir de estudiar cosmogénesis y antropogénesis en la Fraternidad Rosacruz Max
Heindel cuando me sentí más atraído por las enseñanzas ocultas hasta el punto de dedicar
muchas horas a meditar sobre ellas. En mi interés por divulgar estas enseñanzas dadas por
dicha Fraternidad más las que he obtenido por otros medios, se me ocurrió crear varios blogs
dedicados, principalmente, a los estudiantes de astrología y de ocultismo, pero he de reconocer
que algunos artículos están escritos para estudiantes avanzados y éste bien podría ser uno
de ellos. Mi intención con este artículo es hacer una comparativa de (y a la vez complementar)
lo que dice la ciencia y el ocultismo respecto a la formación del universo pero, como lo que
vamos a tratar es algo abstracto y subjetivo, he de decir que nada se puede afirmar y
que puedo tener errores al interpretarlo pero, después de todo, son sólo mis opiniones.
Por tanto, lo dejaremos como que es un artículo a modo de invitación a los estudiantes
de ocultismo para que lo mediten, lo analicen y saquen sus propias conclusiones.
Lo que la ciencia llama big bang es el comienzo de un universo manifestado desde el
punto de vista físico, y es desde ese mismo momento cuando comienza el tiempo, el espacio
y la evolución. Antes de que ocurriera eso el universo debía estar comprimido en un solo punto
o molécula puesto que NADA había en “ese lugar” de manifestación; es más, la “explosión” no
puedo ser tal puesto que surgió de una partícula ínfima y no había aire que trasportara las
vibraciones. Así es que fue una fracción infinitesimal del átomo inconcebiblemente caliente y
denso (según los cosmólogos y científicos) el que manifestó (estalló) su poder y naturaleza para
que el universo se formara y expandiera. En dicha explosión, los primeros elementos que
surgieron fueron el helio y el hidrógeno y después los más de 100 elementos conocidos, los
cuales se fueron combinando según el universo se iba expandiendo y enfriando para formar
las estrellas, galaxias, planetas y formas. Es evidente que antes de la manifestación no existía
NADA que nosotros pudiéramos percibir, por tanto, además de ser un “Caos” o “Vacío” no
podía haber ninguna fuerza de las que hoy conocemos, como por ejemplo la gravedad
o el electromagnetismo.
La gravedad es la fuerza que mantiene todo en su sitio y que impide que los cuerpos celestiales
salgan despedidos hacia el espacio interestelar, así que proporciona orden en el universo. La
gravedad es una fuerza invisible (como otras muchas del universo) que actúa en todo lo existente,
da igual que sea un sistema solar que un átomo, pero su origen, como todas las fuerzas, está en lo
que causó ese big bang. La gravedad, el electromagnetismo y las fuerzas nucleares del átomo
debieron ser parte de la manifestación o estallido de ese “átomo primigenio” o huevo de donde
se ha formado el universo, incluyendo todas las galaxias que cada vez se alejan más posiblemente
como efecto de la evolución cósmica. La fuerza que primero tuvo que comenzar a actuar de forma
independiente tuvo que ser la gravedad, después lo harían las demás. Dicen los científicos que
380.000 años después se formó la luz y que las estrellas mismas produjeron los otros elementos
más pesados como el oxígeno, el carbono y el nitrógeno, pero para formar esas estrellas se
tuvieron que unir la materia y la gravedad. Esto es: Por un lado la presión crea calor en su núcleo
donde se produce una fusión, y por otro, el polvo que rodea la estrella termina formando los
planetas donde, gracias a las influencias del espacio (frio, y partículas) se forma el agua donde
tendrán su origen las primeras bacterias como representantes de la vida en el planeta. Hasta
aquí he explicado, desde el punto de vista científico y en cierto modo esotérico, el nacimiento y
expansión del universo, ahora intentaré ampliarlo según mis conocimientos de filosofía oculta
para intentar demostrar que el ocultismo está más cerca de la verdad desde hace muchos siglos.
Sin embargo, esto no significa que la ciencia no esté bien encaminada después de cambiar muchas veces
sus teorías, al contrario, no cabe duda que algún día coincidirá con el ocultismo.
Si el universo es creado, lógicamente, deberá ser limitado (aunque a nosotros nos parezca ilimitado) sin
embargo, a mi entender, LO que lo ha creado debe ser Omnipresente, Omnipotente, Omnisciente, I
ncognoscible, Ilimitado y Absoluto. Esta es la gran incógnita ¿Qué es? y ¿Por qué se manifiesta o
crea? Lo Absoluto es de donde emana lo conocido y desconocido, lo visible e invisible, lo existente y
no existente, la vida y la conciencia, siempre ha sido y eternamente será, es la vida única y absoluta,
sin embargo, comprendo que el hecho de definirle es limitarle. Un detalle muy a tener en cuenta es
que la ciencia habla siempre de la formación del universo desde el punto de vista de lo que se percibe
y de lo que se ha descubierto y se conoce, pero no admite tan fácilmente que pueda haber otras
clases de “materia” o fuerzas invisibles que intervengan como “causas” en la manifestación del
universo físico. Hoy ya no se puede decir que la materia más densa sean los átomos (como
se decía hace años) puesto que se ha descubierto que los átomos se dividen en otras partículas y
fuerzas que ni se conocían ni se conocen profundamente. Por tanto, los átomos de helio y de
hidrógeno son el resultado de otras partículas y fuerzas en ese origen del universo, por otro lado,
tampoco admiten otras fuerzas que no conozcan, lo que es un gran impedimento para admitir que
pueda haber otros mundos invisibles que compenetren el nuestro.
Antes de pasar a analizar ese big bang desde el punto de vista del ocultismo, veamos algo sobre
la Gran y Única Manifestación que surge de ese “Caos” o “Vacío” conocido en ocultismo como
LO ABSOLUTO. En ocultismo se tiene muy en cuenta una de las principales leyes cuando se habla
de manifestaciones, macrocosmos y microcosmos, esta es la Ley de Analogía; dicho en forma
de axioma hermético: “Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba”. El hombre está
compuesto de un cuerpo físico formado de átomos (como cualquier otro objeto) pero esos átomos,
como ya se comienza a descubrir y a intuir, están formados por éteres que son las fuerzas que
mantienen vivos y en actividad las funciones del cuerpo ¿pudiera ser que los átomos que
comenzaron la formación del universo físico tuvieran su origen, vida y actividad en otros
éteres que los científicos aún no han descubierto?
Esos éteres de nuestro cuerpo, (que forman nuestro cuerpo vital o etérico) pertenecen a otros
planos que no vemos pero compenetran la materia como el aire compenetra el líquido y éste al
sólido. Sin embargo son las fuerzas que hacen que el cuerpo viva y que sus órganos funcionen
dentro de unas leyes de la naturaleza ¿No podría ser la partícula que produce el big bang el
átomo primario o huevo (como para el nuevo ser el óvulo) de lo que será el universo, el efecto
de la combinación de diferentes éteres y fuerzas inteligentes que evolucionan en otra dimensión
o plano? Por supuesto que sí. Pero, como sabemos, el ser humano tiene sentimientos, deseos y
emociones que no vemos pero que tienen poder e influencia sobre el cuerpo físico (el miedo la
ira, la pasión…) Estas fuerzas también son invisibles y pertenecen a un plano superior como
los vegetales están por encima de los minerales; (porque viven, crecen, se reproducen y
mueren) los animales por encima de los vegetales porque además tienen deseos y emociones;
y el hombre por encima de los animales porque, además, razona y expresa sus pensamientos.
Con esto quiero decir que, lo mismo que el hombre que desea crear algo físicamente lo tienen
que imaginar, razonar, plasmar y poner un sentimiento antes de crearlo físicamente, también eso
que llaman los científicos “origen del big bang” puede y debe tener una conciencia, inteligencia,
vida, sentimiento, deseo de crear y propia naturaleza para hacer una creación como es el universo.
Las células de nuestros cuerpos están evolucionando en un sistema solar y galaxia (órgano)
dentro de un universo interestelar infinito para ellas (cuerpo físico) pero ellas evolucionan gracias
a nuestra vida, a nuestra conciencia y dentro de nosotros. Además, ellas tienen sus diferentes
cuerpos más sutiles (por diferenciarles de alguna manera) como los átomos y el que forman las
partículas que forman el átomo. ¿No podría ser que lo que los científicos llaman universo, sea la
manifestación del “cuerpo” físico de un Ser inimaginablemente poderoso para nosotros, actuando
nosotros como células evolucionantes dentro de Él? La filosofía oculta afirma que sí y ese gran
Ser se conoce como “Ser Supremo”, el Espíritu Universal Causa de todo lo manifestado,
sea invisible o visible.
De lo existente antes del big bang, tal y como lo entienden los científicos, no se puede decir
nada salvo que, posiblemente, en el sentido más lógico, sea autoconsciente como un Todo
Infinito. Pero el big bang, tal y como lo exponen, no es la Primera Causa del universo que
vemos a la luz del ocultismo, puesto que los ocultistas sabemos que hay siete grandes Planos
Cósmicos siendo el último de ellos el correspondiente a lo manifestado físicamente. Por
consiguiente, hay dos teorías acerca de la formación del universo, una la del ocultista que
comienza en lo que conocemos como Ser Supremo, y dos la del científico que lo tenemos que
ubicar en el séptimo Plano Cósmico por ser físico. Para que la formación del universo físico
(según la ciencia) pueda ocurrir debe de existir algo (dimensión, plano, mundo, etc.) que sea lo
que haga que ese universo nazca con sus leyes, fuerzas y elementos químicos necesarios
para que puedan formarse los sistemas solares, galaxias e incluso la vida.
Los científicos no tienen explicación alguna porque no saben, o no creen, que haya otros mundos
superiores y de materia más sutil que lo que conocemos, por eso no hablan nada más que de que
el big bang trajo la posibilidad de que existiera un universo físico donde se forma la vida por una
serie de circunstancias físicas, químicas y biológicas. Entonces dicen que la explosión trajo las
fuerzas y elementos que formaron los soles y de éstos los planetas y que en éstos se formó
la vida. Pero el ocultista afirma que el universo es la expresión de Una Vida Consciente (normalmente
conocida como: Dios, Ishvara, Aura Mazda, Alá o Logos) que se manifiesta como tres aspectos o
poderes (Poder, verbo y Movimiento; Brahma, Vishnu y Shiva; Padre, Hijo y Espíritu Santo; Creador,
Conservador y Destructor) para diferenciar dentro de Él Mismo siete Planos Cósmicos que van de
mayor a menor vibración desde el suyo propio y, igualmente desde el suyo propio, de menor
densidad de “materia” hasta la máxima que sería el séptimo Plano cósmico que es el inferior o físico.
Partiendo de la base (tal como he explicado al principio) de que estos Planos se compenetran como
la materia más sutil compenetra la más densa (en nuestro cuerpo hay materia sólida, líquida, gaseosa,
células, moléculas, átomos, Quark y otras partículas o éteres que la ciencia no ha descubierto) hemos
de entender que si vivimos en un mundo físico con un cuerpo físico, nuestros sentidos actuales
como humanos de acuerdo a la conciencia adquirida, no pueden percibir nada más que la materia
física como les ocurre a los científicos. Pero hemos de admitir que lo mismo que un haz de luz se
manifiesta en siete diferentes colores al pasar por un prisma de cristal, algo similar puede ocurrir
con la formación de los siete mundos de diferente densidad de materia y diferente grado de
vibración y conciencia, partiendo del propio Poder de Dios. Pero, hagamos un inciso para aclarar
un poco el aspecto de lo que llamamos conciencia en ocultismo.
Todo universo está compenetrado por la Vida y la Conciencia de su creador como también
está nuestro cuerpo creado por nuestro verdadero Yo o Alma para poder evolucionar gracias a
las experiencias que como personalidad tiene en él. Y, al igual que las células, neuronas, moléculas
y átomos se benefician de nuestra vida y conciencia, también nosotros y todo lo existente
(puesto que todo está compenetrado pro la Vida de Dios) nos beneficiamos de Su Conciencia
que está a nuestra disposición para que a través de los cuerpos que utilizamos la podamos
desarrollar progresivamente en cada vida. El mineral, inerte y sin vida aparente, tiene vida
(aunque no la veamos como no vemos la nuestra) y está comenzando a desarrollar la conciencia
gracias a las impresiones que recibe del exterior, bien sean golpes (que estimulan y despiertan)
frío, calor, transformación que hace el hombre, combinaciones con otros elementos, radiaciones…
Cuando la vida del mineral haya alcanzado cierto grado de desarrollo, comenzará a utilizar formas de
vegetales que irán desde los más rudimentarios a los más complejos y bellos, desde los que se
alimentan de la roca más dura hasta los que se alimentan de otros vegetales pasando por muy
diferentes clases de tierras. Cuando esta vida, que ya ha nacido como semilla, ha crecido, se ha
desarrollado, se ha reproducido y ha conocido la “muerte”, alcanza cierto grado de conciencia
como tal, comenzará una nueva etapa en el reino animal donde, además de lo anterior, podrá
expresar deseos, sentimientos, emociones y cierto instinto mental.
Cuando esa misma vida llega a utilizar cuerpos de animales domésticos como los gatos, perros,
caballos, etc., a través de los cuales se ha familiarizado con el hombre, ha asimilado sus vibraciones,
ha aprendido costumbres humanas y ha elevado su grado de vibración y de conciencia gracias a los
cuerpos del hombre, entonces está lista para la siguiente etapa de “ser humano”. Nosotros
estamos evolucionando a través del renacimiento en cada vez más perfectos cuerpos de
expresión para nuestra Alma, en cada vida alcanzamos un mayor grado de desarrollo espiritual o
elevación de la conciencia pero, como todas las religiones afirman, Dios creó a otros seres cuyo
desarrollo está muy por encima del nuestro. Así es que, nosotros debemos continuar evolucionando
y desarrollando esa conciencia hasta llegar y sobrepasar el nivel de esos otros seres, puesto
que lo que en realidad hacemos es “identificar nuestra conciencia con la de Dios”. Por eso
nuestra meta es Dios y nuestra conciencia terminará identificándose con la de Dios, y entonces
seremos a imagen y semejanza de Él.
Cuando el desarrollo de la conciencia y del Espíritu alcanza determinado grado por encima del
que tenemos la mayoría de nosotros actualmente, entonces se desarrolla la clarividencia que
permite ver el mundo de los muertos y otros más elevados. Hablando de la clarividencia y de
la conciencia, puesto que, al igual que nuestra visión actual, todo está unido al grado de conciencia
desarrollado, sería conveniente aclarar por qué percibimos el mundo físico y no los invisibles donde
habitan otros seres como los Ángeles y donde, entre otros muchos motivos más, vamos después de
abandonar definitivamente el cuerpo físico en lo que llamamos “muerte”. Esta es otra manera de
creer en la existencia de otros mundos invisibles que son donde están las “causas” que originan
la formación del universo físico y, por tanto, de nuestro sistema solar y del planeta Tierra. Nosotros
estamos evolucionando gracias a este mundo físico y a nuestro cuerpo físico pero aún nos queda
mucho por desarrollar puesto que ni siquiera somos capaces de ver totalmente dicha materia;
nosotros solo vemos en parte, lo que captan nuestros ojos, pero no lo que hay dentro ni al otro
lado. Lo que llamamos “ver” es la respuesta que nuestros ojos dan a los diferentes grados de
vibración de luz que dichos ojos perciben, vibraciones que son emitidas por cada objeto que vemos.
La luz es una vibración en el éter, y según sea su amplitud de onda y su frecuencia, así muestra un
determinado color ante nosotros. Cuando pasamos un rayo de luz por un prisma de cristal, ocurre que
las partículas del prisma dividen el haz de luz en sus vibraciones constitutivas y, cuando éstas alcanzan
la retina del ojo se representan en el cerebro y ante nuestra conciencia como siete colores. ¿Y por qué
menciono esto? Pues porque quien quiera entender este artículo con una mente abierta, comprenderá
que nuestra conciencia (nosotros como yoes) está limitada por los sentidos, sin embargo eso no
significa que no existan otros mundos invisibles a nuestros ojos por ser de una vibración diferente y
más elevada que las que conocemos.
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