LA CRUZ Y LA CRUCIFIXION
En el Misticismo Pagano y Cristiano
Manly P. Hall
Introducción
Una de las leyendas más interesantes relacionadas a la cruz es aquella que fue preservada en el Aurea Legenda por Jacobo de Vorgaine. El relato es al efecto de que Adán, al presentir que el final de su vida se acercaba, suplico a su hijo Set que hiciera un peregrinaje al Jardín del Edén y obtuviera, del ángel en custodia de la entrada, el Aceite de la Misericordia que Dios le había prometido a la humanidad. Set no conocía el camino; pero su padre le dijo que era en dirección hacia el este, y que la ruta era fácil de seguir, ya que cuando Adán y Eva fueron expulsados del Jardín del Señor, el pasto sobre la ruta por la que pasaron nunca volvió a crecer.
Siguiendo las instrucciones de su padre, Set descubrió el Jardín del Edén sin mucha dificultad. El ángel que custodiaba la puerta le permitió entrar; y, en medio del Jardín, Set contemplo un gran árbol, cuyas ramas tocaban el cielo. Este árbol tenia la forma de una cruz, y se encontraba al borde de un precipicio que conducía a las profundidades del infierno. Entre las raíces del árbol, el vio el cuerpo de su hermano Caín apresado por los enroscados vástagos del árbol. El ángel rehusó darle a Set el Aceite de la Misericordia; en su lugar, le ofreció tres semillas del Árbol de la Vida (que algunos llaman el Árbol del Conocimiento). Con ellas, Set regreso hasta su padre, que tenía tanto regocijo que no deseaba vivir por más tiempo. Murió tres días más tarde, y las tres semillas fueron enterradas en su boca, como le ordeno el ángel a Set. Estas se convirtieron en un árbol joven con tres troncos formados en uno, que absorbían dentro de sí mismo la sangre de Adán, para que su vida estuviera en el árbol. Noé desenterró este árbol por las raíces y se lo llevo consigo hasta su Arca. Después que las aguas bajaron, el enterró el cráneo de Adán bajo el Monte Calvario y planto el árbol en la cumbre del Monte Líbano.
Moisés contemplo un ser visionario en el centro de este árbol (el arbusto ardiendo) y de el corto la vara mágica con la cual él fue capaz de sacar agua de una piedra. Pero por su fracaso cuando llamo al Señor la segunda vez que golpeo la roca, no se le permitió llevar el bastón sagrado a la Tierra Prometida; así que lo planto en los valles de Moab. Tras una extensa búsqueda, el Rey David descubrió el árbol; y su hijo, Salomón, lo trato de utilizar como pilar en su Templo; pero sus carpinteros no lo pudieron cortar para que encajara; siempre era o muy largo o muy corto. Finalmente, y con disgusto, lo dejaron a un lado para utilizarlo como un puente que conectara a Jerusalén con los valles circundantes. Cuando la Reina de Saba fue a visitar al Rey Salomón, se esperaba que ella caminara por este puente. Sin embargo, cuando ella contemplo el árbol, rehusó poner su pie sobre este; pero tras arrodillarse y orar, se despojo de sus sandalias y atravesó el arroyo. Esto impresiono tanto al Rey Salomón que ordeno que el tronco fuera enchapado con laminas doradas y que fuera colocado sobre la puerta de su Templo. Allí permaneció hasta que su codicioso nieto se robo el oro, y enterró el árbol para que su crimen no fuese descubierto.
De la tierra donde fue enterrado el árbol, inmediatamente surgió un manantial de agua, que se conoció como Betesda. Hasta allí llegaban todos los enfermos de Siria para ser sanados. El ángel del pozo se convirtió en el custodio del árbol, que permaneció intacto por muchos años. Eventualmente, el tronco floto hasta la superficie y fue utilizado como un puente otra vez, pero en esta ocasión entre el Calvario y Jerusalén; y Jesús paso sobre este puente para ser crucificado. No había madera en el Calvario; así que el árbol fue cortado en dos partes para que sirviera como la cruz sobre la cual el Hijo del Hombre fue crucificado. La cruz fue colocada en el mismo lugar donde fue enterrado el cráneo de Adán. Más tarde, cuando la cruz fue descubierta por la Emperatriz Elena, se encontró que la madera tenía cuatro variedades contenidas en un árbol (que representaban los cuatro elementos); y, desde ese momento, la cruz continuo sanando a todos los enfermos a quienes se les permitió tocarla.
La idea generalizada de que reverenciar la cruz se limitaba solo al mundo cristiano es desaprobada, aun por la investigación más superficial de su lugar en el simbolismo religioso. Los antiguos cristianos usaron todos los medios posibles para ocultar el origen pagano de sus símbolos, doctrinas y rituales. Ellos, o destruyeron los libros sagrados de otras personas entre las cuales se habían acomodado, o los hicieron inaccesibles a los estudiantes de filosofía comparada; aparentemente creyendo que así podían destruir todos los records del origen pre-cristiano de sus doctrinas. En algunos casos, los escritos de varios autores antiguos fueron alterados, se les removieron pasajes de naturaleza comprometedora o se interpolo material ajeno. El pasaje supuestamente falso en Josefo, que tenía que ver con Jesús, es un ejemplo citado para ilustrar esta inclinación.
Traduccion del original en ingles The Cross and the Crucifixion del libro The Secret Teachings of All Ages de Manly P. Hall. Sanchez y Rivera, Traductoras. 2011, Puerto Rico.