Los valores humanos, pueden ser transformados en experiencia, de lo material a lo espiritual, de lo humano a lo divino, del tiempo a la eternidad.
Libro de Urantia. Pág.1118
Jesús en sus 33 años de vida entre nosotros, quiso enseñarnos que la espiritualidad no necesita de escenarios especiales para florecer, porque ella debe fructificar en medio de nuestra vida común y corriente, pues "mientras os dedicáis a la obtención de las realidades eternas, debéis también disponer para las necesidades temporales. 1778" El le daba una gran relevancia a un buen pasar económico, tanto así que decidió demorar su vida pública de evangelización hasta no dejar asegurada la tranquilidad económica de su madre, porque no es posible tener paz interna verdadera si sabemos que hay cuentas por pagar y compromisos por cumplir.
Es mucho más fácil y cómodo el dedicarnos a rezar o a meditar por largas horas que el salir a trabajar y enfrentarnos a los problemas de la vida diaria, por eso debemos cuidarnos de un misticismo exagerado porque muchas veces más que una devoción sincera, es un escapismo a la propia realidad porque "existe gran peligro asociado con la práctica habitual de los ensueños religiosos; el misticismo puede volverse una técnica para evitar la realidad, aunque a veces haya sido un medio para la comunión espiritual genuina. Cortas temporadas de retiro de las escenas activas de la vida, pueden no ser gravemente peligrosas, pero el aislamiento prolongado de la personalidad no es deseable. No debe cultivarse nunca, bajo ninguna circunstancia, el estado semejante al trance de una conciencia visionaria como experiencia religiosa.1099" y desgraciadamente es esto lo que está más en boga, porque todo el que escribe o dice unas frases más o menos coherentes, dice estar iluminado o estar contactado con entidades superiores, lo cual puede ser un caldo de cultivo para llevar al error a las almas menos preparadas.
La espiritualidad para que sea verdadera debe estar íntimamente unida a las realidades materiales, porque "aunque el espíritu sea nuestra meta, la carne es un hecho. Ocasionalmente, puede que lo necesario para vivir caiga en nuestras manos por casualidad, pero en general, debemos trabajar con inteligencia para conseguirlo. Los dos problemas principales de la vida son: ganarse la vida temporal y obtener la supervivencia eterna. Aun el problema de ganarse la vida necesita de la religión para su solución ideal. Estos dos problemas son altamente personales. La verdadera religión, de hecho, no funciona separada del individuo.1779 porque el verdadero desarrollo espiritual siempre se basa en lo material, por eso debemos "dedicar nuestra vida a la elevación de la tarea diairia y común.1960 porque es en ella donde encontramos las herramientas para evolucionar, porque cada uno de nosotros tiene su propia misión en esta vida.
"Tu corta estadía en Urantia, en esta esfera de infancia mortal, es tan sólo un eslabón, el primero en la larga cadena que ha de extenderse a través de los universos y a través de las edades eternas. No es tanto lo que aprendes en esta primera vida; es la experiencia de vivir esta vida lo que es importante. Aun el trabajo en este mundo aunque importantísimo, no lo es tanto como la manera en la cual cumples ese trabajo. No existe recompensa material para la vida recta, pero hay una profunda satisfacción y conciencia de logro de supervivencia y ésta trasciende toda recompensa material concebible.435"
La paz espiritual no se puede confundir con la inactividad o la pasividad porque está lejos de serlo, ella requiere de esfuerzo personal, conciencia y discernimiento de lo que se piensa y se hace, pues " el crecimiento espiritual es en primer lugar, el despertar a las necesidades, luego el discernimiento de los significados y finalmente el descubrimiento de los valores. La prueba de verdadero desarrollo espiritual consiste en la exhibición de una personalidad humana motivada por el amor, activada por el ministerio altruista y dominada por la adoración sincera de los ideales de perfección de la divinidad. Y toda esta experiencia constituye la realidad de la religión, en contraste con las simples creencias teológicas y por eso "la experiencia de una vida religiosa dinámica transforma al individuo mediocre en una personalidad de poder idealista. La religión sirve al progreso de todos porque fomenta el progreso de cada individuo, y el progreso de cada uno es aumentado por el logro de todos.1094"
Jesús en sus años de vida oculta nos enseñó como valorar cada circunstancia de la vida, él "sabe sobreponerse a las desilusiones, y no se amilana cuando se frustran sus planes y cuando sus propósitos resultan temporalmente derrotados. Ha aprendido a ser equitativo y justo aun frente a la injusticia, y está aprendiendo a ajustar sus ideales de vida espiritual a las demandas prácticas de la existencia terrestre. Está aprendiendo a proyectar la consecución de metas idealistas más distantes y elevadas mientras labora seriamente por la consecución de objetivos necesarios más cercanos e inmediatos. Está desarrollando el arte de ajustar sus aspiraciones a las demandas convencionales de los acontecimientos humanos. Está a punto de dominar la técnica de utilización de la energía del impulso espiritual para mover el mecanismo del logro material. Lentamente está aprendiendo a vivir su vida celestial mientras continúa viviendo la vida terrestre. Cada vez más se acoge a la orientación y dirección final de su Padre celestial a la vez que asume el papel paterno de orientar y dirigir a los hijos de su familia terrestre. Se está volviendo experto en arrancar la victoria de las fauces mismas de la derrota; está aprendiendo a transformar las dificultades temporales en triunfos de la eternidad.1405
Voluntariamente el Hijo de Dios quiso mostrarnos con su ejemplo cómo debíamos de vivir en Urantia, para algún día llegar a las moradas que nos aguardan más allá de nuestro horizonte, los humanos no tenemos más que seguir sus huellas aprendiendo el arte de vivir nuestra vida cotidiana.
yolanda silva solano