La competencia despiadada que se basa en el egoísmo de miras estrechas, a la larga, destruye aquello que procura mantener.
Libro de Urantia. Pág.805
De acuerdo a la teoría de la evolución, la competencia dentro de una especie y entre especies, juega un papel fundamental en la selección natural, entre otras cosas porque evita el monopolio y el estancamiento. Pero bien sabemos que no sólo se compite en el campo laboral o de los negocios, sino cada vez la competencia es más fuerte y más común entre los seres humanos. En sí misma la competencia no es mala, porque nos ayuda a darnos cuenta que podemos alcanzar metas más altas en todo orden de cosas, si realmente ponemos todo nuestro empeño en ello, lo cual vendría a ser un verdadero estímulo a sacar lo mejor de nosotros mismos y salir de la rutina de hacer siempre lo mismo y de igual forma.
Por tanto "la competencia es esencial para el progreso social, pero la competencia, sin tasa ni medida, engendra la violencia.805" y esto ocurre cuando es el ego el que pretende ser siempre el mejor, sin importar el precio que él deba pagar o hacer pagar al adversario y desgraciadamente esta es la competencia que vemos a diario, porque el ego es mucho más que un pensamiento de autoestima mal entendida, sino que es una energía avasalladora, porque esa lucha por ser el mejor, nos hace movilizar la adrenalina de los químicos internos del hemisfero cerebral izquierdo y cuando no logramos nuestros propósitos de sobresalir, sentimos envidia, humillación y rabia, porque sentimos que de una u otra manera han herido nuestro amor propio y viene el deseo de vengarnos o desquitarnos criticando en cualquier forma al que logró superarnos, porque " El orgullo es engañoso, intoxicante y originador del pecado tanto en el individuo como en el grupo, en la raza o en la nación.1223"
La competencia saca lo mejor y lo peor de nosotros mismos y nuestro ego no siempre se presenta en la forma agresiva que acabamos de citar, sino que muchas veces se traslada a nuestro hemisferio derecho, haciéndonos sentir emociones de sufrimiento y transforma la rabia del orgullo herido en pena, en estrés, en soledad, en una baja grande de la autoestima, que nos transforma en víctimas de la injusticia imaginada por nuestro ego, que siente que no ha sido tratado en la forma adecuada."De todos los peligros que acechan la naturaleza mortal del hombre y arriesgan su integridad espiritual, el orgullo es el peor, porque el egocentrismo es vanaglorioso y suicida.1223"
De todos los orgullos que se manifiestan en nuestra vida, el peor es el orgullo espiritual, porque cuando nos sentimos dueños de la Verdad es cuando más lejos estamos de ella, porque "'cada vez que el hombre cede a la ansiedad, se aleja un paso del espíritu guiador de su corazón'. El orgullo oscurece a Dios. Si quieres obtener la ayuda del cielo, aparta tu orgullo; cualquier indicio de orgullo obstruye la luz salvadora, como si fuera una gran nube. Si no tenéis rectitud adentro es inútil que oréis por lo que ha quedado afuera. `Si oigo tus oraciones, es porque vienes ante mí con el corazón limpio, libre de falsedades y de hipocresías, con un alma que refleja la verdad como un espejo.1451
"Una autoconfianza razonable no ha de ser deplorada. La habilidad del hombre de transcenderse a sí mismo, es lo que lo distingue del reino animal.1223" pero debemos estar atentos a que nuestras obras no estén regidas por el deseo de sobresalir y ser reconocido, porque no olvidemos que más que por nuestras obras, seremos juzgados por nuestras intenciones, porque "para entrar al reino del cielo, el motivo es lo que cuenta. Mi Padre mira dentro del corazón de los hombres y juzga por sus deseos íntimos y sus intenciones sinceras.1571"
La intolerancia religiosa que tan dañina es, tiene sus raíces en este deseo desenfrenado de competir con los que no piensan como nosotros, olvidamos que "la mente de mayor esclarecimiento espiritual debe ser paciente y tolerante de los intelectos menos dotados que desean el simbolismo para movilizar su débil visión espiritual. Los fuertes no deben mirar con desprecio a los débiles. Aquellos que tienen conciencia de Dios sin simbolismo, no deben negar el ministerio del símbolo a aquellos que encuentran difícil adorar a la Deidad y reverenciar la verdad, la belleza y la bondad sin forma ni rito.999"
No olvidemos que se nos ha dicho: "estáis comisionados para salir a predicar sólo la buena nueva. No debéis atacar las viejas costumbres; más bien habéis de mezclar hábilmente la levadura de la nueva verdad en la masa de las antiguas creencias. Dejad que el Espíritu de la Verdad realice su obra.1932" y no nos encerremos en nuestras burbujas espirituales, porque "el ser humano maduro pronto comienza a ver a todos los demás mortales con sentimientos de ternura y con emociones de tolerancia. Los hombres maduros tratan a los seres inmaduros con el amor y la compasión que un padre tiene hacia sus hijos.1773"
Tengamos cuidado, para que nuestro ego no nos haga creer que por lo que suponemos saber somos ímportantes, porque "la comprensión no debe caer en el sentimentalismo, ni la piedad en beatería.1673"
yolanda silva solano