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FRANCISCO NIETO V.: ESPIRITUALIZANDO EL CARÁCTER (I)
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De: moriajoan (Mensaje original) |
Enviado: 26/09/2011 18:19 |
El carácter es lo que nos identifica, es algo así como la marca que se pone a un objeto o
animal, y es por eso por lo que decimos que una persona tiene buen o mal carácter, o un
carácter brusco, o disciplinado, o inquieto, etc. El carácter se forma y transforma
principalmente por dos medios:
1º.- Por las influencias de la propia familia y educadores así como del medio
en que nos movemos desde que nacemos. 2º.- Por la propia voluntad, iniciativa y naturaleza de la propia persona.
Pero para el ocultista hay un tercer medio sobre el cual se forma el carácter, y éste es el que
se relaciona con los átomos simiente de nuestros diferentes cuerpos y que son el resultado
─como quintaesencia─ de la evolución alcanzada hasta ahora a través del renacimiento.
Esta quintaesencia se refleja en la manera de pensar y en nuestros deseos y sentimientos y
viene reflejada sobre todo en el signo solar y en el del Ascendente del horóscopo; pero
esto, al fin y al cabo, son tendencias modificables por el propio carácter y voluntad de
la persona como podemos comprobar que ocurre según van pasando los años. Según
va evolucionando la humanidad a través del renacimiento va desarrollando la voluntad ─aspecto
del Espíritu─ y el discernimiento por lo que, como es evidente, en cada renacimiento estamos
más capacitados o tenemos más poder para aplicar ambos con la intención de crearnos un
buen carácter y un buen destino; por consiguiente, cada persona debería preocuparse un
poco cada día por actuar de acuerdo a las Leyes Divinas y a las morales y espirituales humanas.
Cuando decimos que nacemos con un carácter y en un medio ambiente y familia determinada
que influirá en el desarrollo del carácter en la presente vida, estamos refiriéndonos también
a la Ley Kármica de Causa y Efecto puesto que es esta ley la que hace que renazcamos en
esas circunstancias para cumplir con nuestro destino y para que tengamos la oportunidad
de desarrollar en un grado más amplio y superior dicho carácter. Tengamos el carácter que
tengamos las leyes divinas nos facilitarán los medios ─buenos o malos─ para que, al final de
nuestra vida, el resultado sea siempre un mayor desarrollo que en la anterior. Naturalmente
que nosotros podemos colaborar o entorpecer dicho desarrollo pero, aun actuando en contra
de las Leyes Divinas, éstas nos pondrán los impedimentos necesarios para que rectifiquemos,
por tanto ¿Por qué retrasar nuestra evolución si podemos espiritualizar el carácter en la
presente vida? Las personas que, como fruto de su evolución, sienten la necesidad de ser
mejores, adelantarán muchísimo más que las que no lo sienten si aplican a sus vidas
cualquier ayuda que se cruce en su destino ─filosofía oculta, literatura de auto-ayuda, o el
sendero de devoción y de las enseñanzas cristianas─ pues, éstas ayudas no estarán en
su vida por casualidad, sino porque se lo merecen y les brindan la oportunidad de utilizarlas
para su propio desarrollo espiritual.
Las ayudas que en nuestros días están al alcance de cualquiera son muchas aunque algunas
sean más válidas que otras. La persona que elige el sendero de devoción le bastará con
imitar a Cristo y practicar sus enseñanzas, o incluso tener como ideal “hacer todo como
si fuera para Dios”; las que elijan el sendero del intelecto tienen suficiente información con
la física cuántica y la literatura de autoayuda como para comprender que somos un Espíritu
que renace y que utiliza un cuerpo físico y una mente para perfeccionarse; las personas
que se interesen por la filosofía oculta o esotérica también obtendrán la información
necesaria para espiritualizar su carácter, con la diferencia de que esta filosofía ─si procede
de una verdadera escuela─ unifica a las anteriores y llevan a la adquisición de la primera
iniciación en mucho menos tiempo que las anteriores. Algunas de las ayudas que nos
encontramos en esta vida para espiritualizar el carácter son más acertadas que otras,
por ejemplo, unas aconsejan que para quitarse un defecto se concentren en él y lo nieguen,
mientras que otras aconsejan esforzarse por desarrollar la virtud opuesta al defecto para
así hacerle desaparecer por inanición.
La mente consciente y la subconsciente juegan un papel muy importante en el desarrollo
y transformación del carácter, veamos un poco cuál es la naturaleza del subconsciente.
Nuestra mente, en su aspecto general, es algo parecido a un iceberg del cual sólo se
ve una pequeña parte quedando el resto escondido a nuestra visión. La mente concreta
y consciente estaría representada por la pequeña parte superior que flota, mientras que
la otra mayor parte que queda bajos las aguas escondidas representaría al subconsciente
o inconsciente. Pongo este ejemplo para decir que la mayor parte del día la mente está
activa pero que no somos conscientes de su actividad nada más que cuando
tenemos que hacer o pensar algo verdaderamente importante.
Si analizáramos nuestra actividad mental y nuestra expresión nos daríamos cuenta de que
en un 90 % son respuestas automáticas del subconsciente, instinto y respuestas no
razonadas y por tanto no conscientes. De hecho, muchas personas que no recuerdan
algo o que son incapaces de resolver un problema, reúnen la información que pueden y
se la dejan a la mente subconsciente para que ésta resuelva el caso; es algo así como
si la mente subconsciente trabajara de forma independiente de la consciente y nos enviara
la información o respuesta correcta después de un tiempo y sin esperarlo. Otras veces nos
concentramos y reflexionamos tanto sobre un asunto que es como decir que nos hacemos
voluntariamente inconscientes del mundo que nos rodea, de nosotros y de los pensamientos
pero que, al final, obtenemos la respuesta que buscamos; casi podríamos definir
a esto “atención inconsciente”.
Todo ser humano siente el impulso o deseo inconsciente de obtener conocimiento y de
progresar y, aunque parezca que no es así, es la mente inconsciente la que nos facilita
en gran medida los logros que alcanzamos, viniendo alguno de ellos incluso de otra
vida. La mente subconsciente obedece a la voluntad mucho más de lo que creemos, lo
que ocurre es que no lo ponemos en práctica, por ejemplo, si nos proponemos firmemente
levantarnos a determinada hora y damos la orden al subconsciente, éste hará que nos
despertemos; o también, resolver un problema o acordarnos de algo, si le damos los
datos al subconsciente, al cabo de un tiempo nos dará la respuesta. Todo está en saber
imaginarse o plantear el problema, tener claro lo que queremos obtener y dar la orden al
subconsciente como si fuera un empleado. Sabiendo que los pensamientos son formas
de materia mental, debemos dejar clara constancia del problema y de lo que deseamos
obtener porque serán los elementales los que cumplirán las órdenes. Para quien desee
poner en práctica este conocimiento debe tener presente dos cosas, una que no debe
buscar él mismo la solución y dos que debe desecharlo ─dárselo al subconsciente─
como quien da un trabajo a otro con la seguridad de que lo va a hacer. Naturalmente que
los resultados dependerán de cómo lo haga, de la persistencia y de la paciencia.
Aplicando este conocimiento al desarrollo del carácter, tendremos que comenzar por decir
que la base es la “construcción consciente de un ideal” para que luego trabaje la mente
sobre él haciendo que estemos atentos. Lo creamos o no, el carácter de cada persona
adulta tiene mucho que ver con los pensamientos, sentimientos y deseos que asiduamente
tiene. Así, la persona cuyo ideal sea imitar a Cristo sentirá ese impulso a lo largo del
día porque su mente subconsciente se lo recordará; pero para ello habrá tenido que
estar un tiempo creando pensamientos, deseos y sentimientos relacionados con la obra
de Cristo y con la clara voluntad de hacerlo ella. Supongamos que deseamos desarrollar
la virtud de servir amorosamente al prójimo, lo primero que debemos hacer para crear el
ideal es trabajar con la imaginación ─ver cómo, dónde y cuándo podemos servir─ para
luego añadir la firme voluntad y deseo de querer hacerlo y los correspondientes sentimientos
relacionados con el amor al prójimo y el altruismo. Cuando esto se repite en momentos
de meditación y oración o en momentos de relajación y de paz interior, el ideal queda
grabado mucho más claramente en la mente subconsciente.
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De: Mitzi |
Enviado: 27/09/2011 11:14 |
Un verdadero placer leer esta inspiracion del Sr. Nieto y a manera de comentario traigo a colacion que en la Biblia podemos ver que el espiritu se considera como centro de la personalidad, entonces es sensible a las impresiones, tristezas, imaginacion, reflexiones, intenciones, etc. del individuo; asi como es sensible al debilitamiento por causa de la sed o cansancio fisico del hombre. Creo que, cuando la manifestacion material reconoce la existencia de ese "aire en movimiento" dentro de si, y acepta voluntariamente su funcion, entonces comienza un proceso de espiritualizacion.
Gracias, muy bonitos los detalles de la presentacion!
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