Es curioso como hay personas que nos caen muy bien, otras que nos son indiferentes, y otras que nos causan una reacción a veces casi inexplicable de algo que no sabemos bien a que se debe: les tenemos tirria, nos molesta su presencia o lo que hacen, nos fastidia su forma de ser, nos enfadan o nos hacen estallar solo por el hecho de estar cerca, etc. Nada que decir de la primera categoría de personas, aquellas con las cuales hay armonía o en el peor de los casos, indiferencia y neutralidad. Nuestra oportunidad para crecer como personas esta en la tercera categoría, los que nos molestan o irritan.
Tu realidad exterior, espejo de tu realidad interior
El mundo que nos rodea y se manifiesta en torno a nosotros no es más que una proyección de nuestra forma de ver y sentir la vida, de como somos. Todo aquello que puedes en estos momentos ver es un reflejo de tí, devuelve alguna de las cualidades que estas proyectando hacia el exterior como si de un espejo se tratara. Lo malo es que también devuelve aquello de lo que no necesariamente somos conscientes.
Las personas, los mejores espejos
Así como las cosas o entorno nos refleja lo que somos y como somos, las personas que tenemos a nuestro alrededor son el mejor indicador de aquellas partes de nuestro inconsciente que estamos proyectando hacia fuera. Por ende, la unica forma de saber que se esta cociendo dentro de tu ser y que no esta saliendo y siendo tratado correctamente es observar que comportamientos tienen aquellos que están cerca tuyo y que no son mas que voces de alarma para que trabajes ese problema en tí mismo.
Averiguar que tenemos que tratar
Cuando alguien te saca de quicio, te molesta, te irrita, es momento de examinar de cerca que comportamiento tiene esa persona. Las personas, así como las situaciones, son por naturaleza neutrales. No nos causan ninguna reacción a menos que exista en nuestro interior un “algo” que haga saltar el impulso. Nada es bueno o malo, o molesta o agrada si no hay un elemento comparativo en nuestro ser que es capaz de darle al pulsador del elemento correcto.
Cuando tienes la sensación que tu jefe es un manipulador y un controlador excesivo, que uno de tus compañeros se escaquea del trabajo y que un familiar nos hace estallar de rabia cada vez que pronuncia una frase dandoselas de entendido, tienes nada mas ni nada menos que tres fantasticas oportunidades de curar en ti mismo tres elementos enterrados en tu inconsciente.
Imaginate que realmente en cada una de estas situaciones reaccionas de forma automatica sin saber por que. No puedes tolerar la manipulación, no puedes aguantar mas a esa persona hablando solo de si misma siempre, no puedes aguantar el control. ¿Porque han saltado esos sentimientos en tí y no en otra persona de tu mismo círculo? La cuestión reside en tus bloqueos y sentimientos internos.
Al no ser capaces de notar directamente en la mayoría de los casos cuando tenemos un tema que resolver interiormente, nuestro subconsciente se encarga de mapear la realidad exterior para que podamos notar aquello en lo que nos urge que trabajemos. Es casi 100% seguro que vamos a tener temas pendientes de manipulación, ego, control y grandilocuencia con nosotros mismos si eso es lo que mas notamos en los demás (por poner ejemplos).