Cuando se habla de orden sacerdotal, Vds. dicen no nos pertenece. Eso es
cuestión de sacerdotes. No es así. Si tiene el nombre de orden sacerdotal es
porque el espiritualista hace de su conducta un sacerdocio. Sí. La meditación y
el control que tengamos de nuestro cuerpo de deseos inferior nos darán el adelanto
que aspiramos. ¿Ven cómo es orden sacerdotal? ¿Acaso vale la vida mundana en el
momento que cerramos los ojos y los volvemos a abrir a otra realidad? ¿O vale si
empleamos la vida en un verdadero sacerdocio?
Amigos, no estamos exagerando. Apenas, nosotros queremos que algún día sean
verdaderamente felices; que se feliciten de algún esfuerzo que hagan ahora, que
es el momento. Después ya no hay la misma oportunidad.
Todavía, un sexto y un séptimo sacramentos. El matrimonio es algo conocido, que
no se sabe toda su finalidad. Ustedes van a decir que ahora bromeamos, porque todos
creen saberla. El secreto de los polos masculino y femenino es guardado en el
último de los estratos de tierra. ¿Ustedes conocen ese secreto? No por cierto. Es
necesaria una de las iniciaciones más adelantadas para alcanzarlo. Existen en la
criatura humana posibilidades que hoy no se perciben todavía. Pero el matrimonio
está cultivando en un cierto sentido el crecimiento de polos masculino y femenino,
que algún día, aunque muy lejano, tendrán otra posibilidad, otra expresión; la expresión
creadora masculino – femenina es la que posibilitó a Dios crear un sistema solar.
Están viendo que el asunto es profundo. Vean que no somos nosotros que queremos
valorizar el asunto. Queremos llamar la atención. Si bien el matrimonio, en su
sentido general, es para la reproducción de la especie – no hay duda que lo cumple
– sin embargo hay algo más que se cumple cuando vamos santificando actitudes.
Si exageramos y hacemos abuso, nos estamos apartando de su verdadera finalidad.
El matrimonio tiene una función más allá de lo que aparenta, que, como dijimos,
es un desenvolvimiento masculino – femenino que algún día tendrá una expresión
diferente. Tan lejano está ese día que el secreto del polo masculino y del
femenino está guardado celosamente. Son reservas para una humanidad futura.
¿Quieren formar parte de esa humanidad futura? Tienen que
comenzar a trabajar hoy.
Todavía no hablamos de la extremaunción. La extremaunción es útil para todos.
El hecho de recibir una bendición final quita el miedo a la partida. Es el hecho general.
Se reciben los Santos Sacramentos, la persona está confortada y más tranquila. De
pende; generalmente, sin embargo, da tranquilidad. Pero la extremaunción a que
nosotros nos referimos no es esa. La extremaunción verdadera se recibe en el momento
de la primera iniciación, cuando el ser se liberta no con la muerte, sino que el ser se
liberta conscientemente de su cuerpo físico. Amigos, esa es la extremaunción
a que nos queremos referir.
Todos los sacramentos tienen, pues, un aspecto externo útil y un aspecto interno más
útil todavía, que va desenvolviendo la naturaleza superior y que va formando el nuevo
ser. El viejo tiene que quedar para atrás. El nuevo tiene que formarse de
ahora en adelante.
Les hablamos de los Santos Sacramentos no en el sentido apenas de la iglesia. La gracia
y el perdón impartidos por el Cristo, bien comprendidos, representan los cimientos y
los sacramentos representan la estructura de un nuevo movimiento religioso que
aporta más luz al mundo.
Con esto no queremos decir que otros movimientos de la antigüedad no hayan
cumplido su propósito; pero los movimientos religiosos que van apareciendo como una
novedad a través del tiempo, no son impartidos por hombres. Si Vds. ven una etiqueta:
religión nueva de Fulano de Tal, por ser humana tendrá corta duración. Los verdaderos
movimientos religiosos no son humanos, son cósmicos, son impartidos por Jerarquías
responsables que están guiando un sistema solar, y por consecuencia, a la humanidad
que lo habita. Cuando una religión cristiana enseña la cruz está enseñando un medio de
unirnos a Dios, al Creador. Y cuando la Biblia es examinada por el estudioso, el que
quiere comprender, el que quiere meditar, en ese momento está atrayendo la atención
y la ayuda de Ángeles que dijimos infalibles. Pocas veces usamos la expresión infalible;
la usamos en este caso porque son Ángeles que ya alcanzaron el pináculo en su evolución,
en un período anterior. Entonces se ponen al servicio de una humanidad joven y la guían.
Ellos, como experimentados de las necesidades de cada uno van, de existencia en
existencia, vida tras vida, dando su aporte de adelanto, aplicando su experiencia.
Vean, nos parece que estamos colocando ciertas cosas en su lugar. Y no estamos
haciendo apenas iglesia. La iglesia cumple su propósito y lo cumple a su manera.
Nosotros lo estamos cumpliendo con explicaciones que creemos necesarias.
¿Qué estamos intentando? Que se ubique cada uno de una forma más precisa. No vivir
al albur de circunstancias materiales que sacuden, que llevan de un lado para otro. No
podemos ser hojas al viento. Tenemos que ser troncos bien arraizados dentro de nuestro
medio y no dejarnos conmover por nada porque nos guían principios, principios
inconmovibles que harán de nuestra naturaleza un fuerte. El espiritualista tiene que ser
un fuerte. Y cuando se habla de religión, comprender que es ayuda divina y aprovechar
esa ayuda divina. Vivir armonizando nuestro desenvolvimiento con una realidad cósmica
que se mueve exclusivamente en nuestro beneficio, porque ese es su propósito.
Amigos, fueron sorprendidos cuando comenzamos a hablar de los Santos Sacramentos;
pero la finalidad que queríamos cumplir es ésta: explicar el alcance, no siempre
conocido, de los sacramentos impartidos por el propio Cristo a sus discípulos.
Y recuerden que los discípulos no eran principiantes. De acuerdo a lo que tuvimos
oportunidad de decir, los discípulos alcanzaron las nueve Iniciaciones Menores y
la primera de las Grandes Iniciaciones.
Para terminar, agregamos que en el último Día de la Oración tratamos versículos en
que el Cristo dice que se siente triste de ver una muchedumbre casi dispersa, sin
pastor; que las necesidades son muchas y los obreros son pocos. Esa es
la enseñanza que les recordamos.
Nosotros dijimos que para ser obreros tenemos que despertar el principio de
servicio y es un principio que tiene sus exigencias: el servidor se olvida de sí
mismo, para servir. Primero es el servicio, después el ser.
Con esto encerramos nuestras palabras de hoy. Estamos diciendo algo que posiblemente
no sea la práctica del mundo, pero es un principio para el que quiera verdaderamente
construir. Si hay seres adelantados que dejaron sus obras por el mundo, las dejaron
porque se brindaron en sacrificio por los demás, pero adquirieron sabiduría reservada
solamente para los fuertes. El secreto está en el desinterés personal, para desenvolver
el interés para los demás.
Amigos, perdonen si tema a tema les enfrentamos a sí mismos, a veces quebrando
las propias ideas que puedan tener.
El inolvidable Unamuno nos dejó un pensamiento. Cuando tenía que ir directo a alguien
prefería ir al medio y destrozarlo si era necesario. Nos parece el pensamiento de un
fuerte que quiere realizar. Nosotros posiblemente no somos fuertes, pero la sinceridad
a veces nos da una cierta fortaleza y les decimos: el camino espiritual es glorioso, es
digno, es amplio y es venturoso. Pero les exige decisión, entendimiento y un
desprendimiento de valores comunes para cultivar solamente los superiores,
los reales y los eternos. Amigos, son realidades. Traemos estas informaciones para
asegurarles que los rituales que están en los grandes sacramentos de la iglesia cristiana
son rituales de fortalecimiento; que son rituales para que la humanidad se
vaya fortaleciendo y quebrando cristalizaciones que fueron creadas y que ya
no se justifican más. De la misma forma que el bautismo y la comunión
son sacramentos, la confirmación reafirma la comunión realizada y la penitencia
o retrospección representa el ejercicio más difícil que existe para hacer.
Todo aquel que está en el sendero rosacruz aprende cómo se hace el ejercicio
de la retrospección. Pero de vez en cuando hablamos para recordar y fortalecemos
a los que procurar hacerlo. No se sientan fracasados si intentan hacerlo y
encuentran cierta dificultad. Es un ejercicio realizador, que anula deficiencias
y fortalece virtudes. Entonces ¿por qué se extrañan que tengan cierta
dificultad? Las labores del día van agotando la capacidad de cada uno.
La mente es usada a todo momento; la acción desgasta energía; el cuerpo
de deseos también hace su parte destructora y llega la noche y la capacidad
es menor. Cuando dejamos nuestro cuerpo tranquilo y descansado en
el lecho y ya no hay más movimiento a nuestro alrededor, es fácil que el
sueño nos domine. Pero sería más importante que lucháramos un poco,
nos mantuviéramos dentro, sin hacer movimientos, pero con nuestras facultades
mentales muy activas y examináramos lo que representó nuestro día. En ese
análisis mucho podemos lograr: podemos aumentar o fortalecer todo lo bueno
que hayamos sido capaces de hacer. Y seríamos inteligentes si nos reprocháramos
todos los posibles descuidos que hayamos podido cometer! Nuestra vida es
responsable. Todos los días de la existencia tienen inmenso valor; entonces
examinémoslos. Desde los últimos hechos del día hasta los primeros examinemos
nuestra conducta, fortalezcamos nuestras notas de bien y reprochémonos lo
que por ventura no haya sido bien realizado, por negligencia o por descuido. Y
entonces estaremos formando un nuevo ser, el ser que se siente responsable;
que usa su mente procurando, si es posible, amar y usa su corazón, si es
posible, para pensar. No vayan a creer que estamos invirtiendo por error. Sí.
Usar la mente para pensar y el corazón para sentir es lo que hacemos
vulgarmente. Pero como no lo hacemos en su verdadera extensión, procuremos
hacerlo al revés. Estamos pensando en las labores del día, en lo que hemos hecho.
Seamos entonces capaces de pensar con nuestro corazón. El corazón representa
sentimiento. Si pensamos apenas con nuestra mente puede traicionarnos y tener
pensamientos apenas intelectuales, apenas fríos. Si le damos al corazón la
oportunidad de pensar, de meditar cuál ha sido nuestra conducta, ahí puede
ser que vengan las imágenes un poco más verdaderas; estamos dando mayor valor
a lo que hemos hecho. E intentar que la mente pueda envolverse de
sentimientos, vamos a quitarles a los hechos el egoísmo que puedan tener
encubiertos y aprovechar mejor de todo lo que representa ese ejercicio de la
retrospección. La retrospección, como otras veces hemos afirmado, es purgatorio
adelantado. ¡Quién no quiere realizar su purgatorio ahora, para evitarlo después! Si
eso aspiran, tienen en la penitencia, o sea la retrospección, una
oportunidad excelente.