Religión, Arte y Ciencia
Roberto Ruggiero.
Quien va despertando el ansia de comprender y sentir el Plan de Dios se
maravilla al ir conociendo y contrastando los incesantes impulsos que son dados para el
progreso humano, no importando la demora que implique llegar al ideal de la
perfección, sino que esta tiene que ser alcanzada por todos. Examinando el estado del
mundo puede surgir la sospecha de que no será posible, con todas sus miserias morales,
terribles contrastes e imperfecciones, pero los sentidos humanos son limitados aún. La
comprobación de la exactitud y excelsitud del Plan está en el adelanto sublime de
nuestros Hermanos Mayores que habiendo ya superado el progreso posible en la Tierra,
no necesitan renacer más, van aplicando la sabiduría alcanzada, como agentes del bien,
desde los Planos Invisibles. Renacen solamente los Egos que justamente le s siguen, en
toda clase de grados, hasta el más elemental. Así se justifica el panorama heterogéneo
del mundo, formado, en general, por los menos adelantados.
Religión, Arte y Ciencia son los tres medios educativos principalmente usados
para el progreso de la humanidad, que accionan juntos o separados de acuerdo a la
conveniencia de la propia humanidad. Recordamos, por ejemplo, la memorable época
áurea de progreso de la Grecia Antigua, que en sus Escuelas se enseñaban juntos estos
tres medios. Después se hizo necesario separarlos, procurando primero la Religión,
después del impulso Crístico, ayudar a la humanidad. Esto fue conseguido en parte,
aunque la Edad Media se caracterizó por su tremendo oscurantismo y terrible
persecuciones religiosas, esto no contradice el método empleado, apenas hizo evidente
el atraso en responder la humanidad y la paciente labor del cielo que espera los
resultados. El llamado Renacimiento muestra un gran impulso dado al Arte que con su
armonía y belleza envolvió a la humanidad, marcando definidamente una época, esta
fue relativamente corta, porque la Religión, soberana, consiguió aprisionar el Arte para
sí y el Arte quedó subyugado a la religión. Ahora asistimos a una revolución de la
Ciencia, que sorprende y maravilla, con los enormes progresos alcanzados últimamente,
es una muestra de las posibles capacidades humanas. Pero la Ciencia, independiente, se
mantiene separada de la religión y comprobamos nuevamente una anomalía: el
científico, de modo general, adormece su sentimiento religioso. Entiéndase que el
religioso convencional o social no es religioso en el verdadero sentido.
Evidentemente está llegando de nuevo la conveniencia de unir nuevamente la
Religión, el Arte y la ciencia, sin estrangulamiento de un principio en favor de otro,
muy al contrario: unirse, pero manteniendo el esplendor particular alcanzando
independientemente y cooperando un principio en beneficio de los otros dos y
viceversa, evolucionando los tres principios suficientemente como para amalgamarse
entre sí, sin anularse. Esto persigue el Movimiento Rosacruz moderno cuando procura
espiritualizar a la Ciencia y hacer científica a la Religión, el Arte daría belleza y
correspondencia a ambas, Ciencia y Religión, haciendo evidente lo bueno y lo
verdadero. Los tres principios, en su expresión suprema, asumirían el ideal,
evolucionando la Religión, haciéndose científica, y artística, enseñando a vivir la vida
de forma hermosa y estudiando las leyes que rigen el Cosmos, la Ciencia se
completaría, siendo artística y religiosa, reverenciando las leyes de Dios y enalteciendo
la salud y armonía de la vida, finalmente el Arte sería científico y religioso, enseñando
el amor a Dios y a profundizar las leyes de la Creación. Los tres principios están
manifestados en el sentido oculto del Padre Nuestro
El Padre Nuestro fue dado por el Señor Cristo para que lo divulgasen los
Apóstoles, como una expresión del dulce Cristianismo y como una fórmula científica y
artística que abarca siete oraciones en una, una oración para cada uno de los siete
principios que existen en cada ser, que en el Padre Nuestro adora a Dios y a la Trinidad
del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La Santa oración del Padre Nuestro, cuando es
expresada en todo su sentido oculto, tiene una trascendental influencia para la
triplicidad espiritual que es el Ego humano y para la cadena de sus cuatro vehículos,
por los que se manifiesta. Cuando es pronunciado el Padre Nuestro con profunda
devoción, es el Espíritu interno, universal, que ama, reverencia y quiere unirse a Dios
que está en los Cielos diciendo “Padre nuestro que estás en los Cielos”. A seguir el
tríplice Espíritu se expresa por cada uno de sus aspectos: el Espíritu de Vida reverencia
al Salvador, Señor Cristo, cuando dice “Vénganos tu reino”, el Espíritu Divino se
inclina ante el Padre, el Señor de la Mente, cuando dice “Hágase tu voluntad en la
Tierra como es en los Cielos”. La segunda parte del Padre Nuestro es el tríplice Espíritu
pidiendo por su tríplice cuerpo y por su mente: el Espíritu Divino pide por su
contraparte el cuerpo denso cuando dice “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy” el
Espíritu de Vida pide por su contraparte el cuerpo vital cuando dice “Perdona nuestras
deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores”, porque tiene influencia en el
carácter la constitución del cuerpo vital, finalmente el Espíritu Humano pide por su
contraparte el cuerpo de deseos cuando dice “No nos dejéis caer en la tentación”,
refiriéndose a la tentación inferior del cuerpo de deseos, y el tríplice Espíritu termina
pidiendo por la mente que sirve de enlace y comunicación al tríplice Espíritu con sus
cuerpos, cuando dice “Y líbranos del mal” (de la mente perturbada). Amén es la
expresión de encerramiento: que así sea. Lo demás que se agrega no fue dejado por el
Señor Cristo.
Como el Padre Nuestro tiene un sentido oculto tan completo, así también la
enseñanza del Señor Cristo a sus discípulos fue una educación esotérica, iniciática,
evidenciada cuando los llevaba a la “Montaña”, a las alturas de los Mundos Invisibles.
Quien pueda sospechar que hay engaño de interpretación verifique en la topografía de
los Santos Lugares que no existen montañas, por lo contrario se caracteriza a lo sumo
por suaves ondulaciones. Por lo mismo cuando aparece la expresión de “Mar bravío” se
refiere al Mundo de Deseos inferior, con sus terribles corrientes.
Rogamos al Supremo Hacedor sea comprendida la finalidad de este tema sobre
desenvolvimiento de la Religión, que es procurar que se cumpla el doble mandamiento
de “Amar a Dios sobre todas las cosas” y “Al prójimo como a sí mismo, que cada uno
coopere con las sabias leyes de Dios, dando su parte de bien para sus hermanos y el
Mundo y que el nuevo Evangelio de perdón y tolerancia vaya siendo una realidad, que
perdonándonos los une a los otros se inaugure la nueva época cantada por los Ángeles
de “Buena voluntad y entendimiento entre los hombres”. Amor, amor y perdón para
todos, para que también seamos perdonados, como dice San Francisco de Assís ( 1182 -
1226 ).
Señor, hazme instrumento de tu paz.
Donde haya odio, siembre yo amor,
donde haya injuria, perdón; donde
haya duda, fe: donde haya desaliento,
esperanza, donde haya sombras, luz,
donde haya tristeza, alegría.
Oh, Divino Maestro Concédeme que
no busque ser consolado, sino consolar.
Que no busque ser comprendido,
sino comprender. Que no busque ser
amado, sino amar. Porque dando es
como recibimos, perdonando es como
Tú nos perdonas. Y muriendo en Ti
es como nacemos a la vida eterna.
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