Seguro que muchos aspirantes espirituales les gustaría haber asistido o asistir a una conferencia
de alguien que ellos consideren un maestro pero, si lo consiguieran, ¿qué harían después de
dicha asistencia? por lo general y en estos casos, ponerlo en práctica durante unos días y luego
guardarlo como una experiencia o recuerdo bonito. El desarrollo, para cualquier aspirante, se
adquiere con la práctica y es la práctica la que eleva al aspirante y le hace sabio. No nos
engañemos, todos los días tenemos la oportunidad de elevarnos un poquito hacia el grado de
maestro y de desarrollar el Alma, sólo depende de nosotros y de nadie más. La auto-programación
de nuestra vida día tras día basada en los más elevados ideales y la observación consciente que
debemos llevar a cabo con paciencia y persistencia, son los dos aspectos que nos pueden facilitar
ese nuevo mundo interno y real que nada tiene que ver con el que vivimos como personalidad.
Es la construcción de ese mundo imaginado y visualizado la que nos puede abrir la puerta a él, si
no le construimos con la práctica en nuestra vida diaria nunca podremos estar dentro de
él como maestro constructor.