El presente trabajo fue elaborado con recopilaciones de varios libros de nuestro
amado Instructor Max Heindel, con el deseo que sirva de Guía a los aspirantes
a la Vida Superior (humildemente por cierto por que el tema es amplio y
profundo). Pretendo bosquejar a grandes rasgos el camino que el Ego, (nuestro
Yo conciente), debe realizar, para tomar el timón de nuestra vida
en la presente encarnación.
Nuestro objetivo es: que reconozcamos para qué es útil la epigénesis,
destacar los procesos para su aplicación y recoger algunas propuestas
para acrecentar nuestra capacidad de crear.
Antes de compenetrarnos en el sendero que recorre el Ego, afirmamos, que el ser
humano es dueño de todas las potencialidades posibles sólo hace falta atreverse
(más adelante veremos por qué). El Espíritu tiene muchos recursos e
instrumentos, en este caso abordaremos algunos por lo que resaltamos la
interpretación obtenida del libro “El Concepto Rosacruz del Cosmos”, sobre
la doble naturaleza de la epigénesis: trata de la fuerza para obrar el espíritu,
desde el momento de la reencarnación, como facultad latente para la
expresión individual original no sujeto a las acciones pasadas, por un
lado, y luego su puesta en acción para el desarrollo del Ego
evolucionante en su progreso en la presente encarnación.”
Seguidamente explicaremos por separado:
Desde el momento de la reencarnación el Ego evolucionante es ayudado
por los Ángeles Archiveros y los señores del Destino y otros habitantes del
Mundo Celeste a incorporar en él la quinta esencia de sus primitivos
cuerpos vitales de tal manera que forme un tipo especial de cerebro, y
además, a hacer un pequeño trabajo original. Esto tiene lugar para que
en la vida venidera pueda haber sitio para la expresión individual
original, expresión que no está determinada por las acciones pasadas.
Corrientemente existe una tendencia a pensar que todo lo que
ahora existe es el resultado de algo que existió previamente, si este
fuera el caso no habría margen para esfuerzos nuevos y originales que
produzcan nuevas causas. La base real de la evolución es un influjo
continuo de causas nuevas y originales, esto se convierte en algo más
que un simple desdoblamiento o desarrollo de cualidades latentes.
Así también, los Grandes Seres de inconmensurable Sabiduría
antes de la reencarnación ayudan al Ego en la construcción del nuevo
cuerpo vital, el colocarlo en el alrededor ambiente y con cierta familia.
Además imprime en el éter reflector del cuerpo vital de tal manera que
las escenas de la vida que seguirán se reflejen en él. El Ego al reencarnar
en la presente vida, ya en el seno materno viene con esta determinación,
que se hace como un espacio de trabajo original, no sujeto a la Ley
de Causa y Efectos; por otro lado el espíritu evolucionante que todos y
cada uno de nosotros Somos, depende para su desarrollo del estado
de conciencia, de Sí mismo o sea del Yo. Esto se fundamenta en
nuestro origen, en los inicios de los Períodos de Manifestación,
desde el momento que Dios diferencia dentro de si mismo los espíritus
virginales, como chispas de una llama, de la misma naturaleza que ésta,
dando todas las posibilidades que tiene el Divino Padre por ejemplo crear,
incluso recibe el germen de la voluntad independiente (elección hecha por
el propio dictamen, también conocida como “libre albedrío”), estas dos
cualidades (capacidad de crear y aplicación de la voluntad), se ponen en
acción a medida que crecemos en conciencia.
Seguidamente extractamos del diccionario Rosacruz el concepto
Voluntad: es lo que gobierna los universos manifestados, y único principio
del movimiento abstracto eterno o su esencia animadora. Uno de los
atributos esenciales del espíritu, por el cual éste determina y realiza los
actos que desea y cuya elección efectúa por la facultad, que le es inherente,
el libre albedrío. Se ha definido como “el Yo en Acción”.
Por otro lado, el estado de Conciencia, es un paso de avance, un
pequeño escalón que nos hace reconocer los atributos esenciales y las
modificaciones que en si mismo experimenta el Espíritu humano; así
también si hemos adquirido algo que nos hará ver más claro en el sendero
espiritual. A esto se agrega, el poder del pensamiento, como herramienta
que impulsa a obrar por reflexión y elección libre. Pudiendo
conducirnos a la evolución, esta es la “historia
del progreso del Espíritu en el tiempo”.
Resaltamos que la facultad latente (estamos hablando de la primer naturaleza
de la epigénesis) está disponible como determinación del Ego al reencarnar,
no sujeta a acciones pasadas y de otra manera como heredero de las
cualidades divinas para crear y elegir la acción por reflexión y discernimiento,
fundamentalmente a través de la mente.
La puesta en acción para el desarrollo del Ego (la 2ª. Parte de la
naturaleza de la epigénesis) se da gracias a las cualidades divinas
transformadas en poderes dinámicos y facultades aprovechables
durante la evolución, mientras que la voluntad independiente, se
manifiesta en los puntos de partidas nuevos y originales.
Nuestro origen divino nos da la clave para reconocer a nuestro Ego con
vida eterna, y así también la evolución de la forma, estos se perfeccionan
con nuestros vehículos: físico, vital, de deseos, mental y con
ellos la evolución de nuestro triple espíritu, apuntando al
crecimiento y mejoramiento del Cuerpo Alma.
Nuestra literatura rosacruz habla del alma como la quinta esencia de los
tres vehículos inferiores y de la experiencia de estos, implica, rectitud en
el pensar y obrar. Esta esencia es extraída por el Ego y la emplea como
pábulo o sea alimento y sustento de él. El cuerpo del Alma no es un
extracto del Alma. Es uno de los vehículos del espíritu. Está compuesto
de los dos éteres superiores del cuerpo vital (éter de luz y reflector).
El cuerpo del Alma está íntimamente ligado con el cuerpo de deseos
y la mente y es más sensible al contacto espiritual que los dos
éteres inferiores (éter químico y de vida). Es el vehículo de la inteligencia
y es responsable de todo lo que al hombre hace, verdaderamente, hombre.
Por lo que se puede afirmar que la epigénesis es:
a) La facultad o poder que facilita la expresión de la
originalidad individual y que hace realmente posible la creación.
b) Durante la vida presente la cualidad de epigénesis está en
actividad al encarnarse el Ego evolucionante, esta cualidad
es: el “poder poner en acción” a un número limitado de causas
nuevas, las cuales no están determinadas ni impuestas
(a nosotros) por nuestros actos del pasado.
c) La facultad espiritual que el Ego dispone como aptitud y
fuerza, que nos permite capacitarnos, si así es nuestra voluntad,
para abrirnos paso hacia esferas de Poder y
actividades provechosas muy superiores.
d) La divina actividad creadora fundamental de la evolución.
e) La cualidad de Genio que el Ego tiene, como inclinación
dirigida comúnmente en sus acciones, permitiendo inventar los
mejoramientos que conducen a la perfección.
f) El proceso de poner en movimiento una nueva
causa, de la cual resulta un nuevo efecto.
g) Es el tercer factor en la “Triada de Progreso”: involución – descenso
en la materia; evolución - emergencia de la materia, y epigénesis – creatividad.
h) Esta descansa en la libre voluntad y para tener éxito,
debe descansar en el conocimiento de lo que había antes, en
el entendimiento de la ley natural (Ley de Causas y Efectos,
Renacimiento, etc.) y las lecciones de la experiencia,
bien sean personales o indirectas.
Habiendo puntualizado estos conceptos sobre la epigénesis
estas se refieren a “cualidades naturales” como disposición del Ego,
a la capacidad ganada por el esfuerzo y al uso de la voluntad.
Por lo que resumiendo decimos que la Epigénesis es, la divina
actividad creadora, puesta de manifiesto por el Ego evolucionante, se
ve aumentada por las cualidades de Genio, cuando sus inclinaciones
son producto de nuestra capacitación y son direccionadas por las
virtudes del recto vivir (la vida), como también por el perfeccionamiento
de nuestros vehículos inferiores y superiores, lo que hace accionar
la libre voluntad para generar causas nuevas, las cuales no
están impuestas por los actos del pasado.
Cabe reflexionar que la facultad latente dispuesta como espacio
para crear cosas nuevas no sujetas a acciones pasadas, recién se puede
poner en práctica cuando se tiene conciencia con el uso de la mente, por
lo que buscaremos responder qué hacer para fortalecer las facultades
del Espíritu. Por otro lado insistimos en la definición de la epigénesis, en
la parte que ésta se va desenvolver en forma más amplía si utilizamos las
cualidades de Genio; seguidamente así los abordamos:
Para fortalecer las facultades del Espíritu, identificamos los
instrumentos y escenarios siguientes:
La mente, su instrumento principal, es el foco que está en contacto con
el Mundo del Pensamiento este es el vínculo para que el Ego evolucionante
utilice a ésta con los otros cuerpos para que sean instrumentos que le
sirvan a los planes de Dios y estar al servicio de la Vida Una.
El Mundo del Pensamiento es el escenario donde se encuentran y
unen el Espíritu y el cuerpo. La Región del Pensamiento Concreto suministra
el material en que se envuelven las ideas generadas en la Región del
Pensamiento Abstracto, manifestándose como pensamiento – formas o
imágenes mentales, actuando como reguladores o balancines de los
impulsos engendrados en el Mundo el Deseo por los impactos
que reciben del Mundo Físico.
El Ego evolucionante, para fortalecer sus facultades, requiere de una
vida recta, llena de virtudes, con actitudes y acciones de prudencia
(discernimiento); debe acompañar con una disposición de estar
al servicio de Dios, a través de la practica permanente de los ejercicios
recomendados al aspirante a la Vida Superior.
QUERIDAS HERMANAS Y QUERIDOS HERMANOS QUE LAS
ROSAS FLORESCAN EN VUESTRAS CRUCES.
José María Nuñez
Junio/ 2005