Los 12 Signos del Zodíaco se dividen en diferentes agrupaciones según la naturaleza de
cada uno de ellos, esto tiene gran importancia sobre todo cuando se va a interpretar el
horóscopo, porque si coincide que hay varios o muchos planetas en alguna de esas divisiones,
el nativo mostrará un carácter donde se reflejará esa naturaleza. Aunque este libro no trata de
la interpretación del horóscopo y es posible que el lector no sepa cuántos planetas tiene en
cada una de las divisiones de los signos, creo conveniente explicar cuál es la naturaleza de esas
divisiones porque, independientemente de la agrupación o división, cada signo tiene esas mismas
características, virtudes y defectos.
Recordemos que cuando decimos que somos de tal o cual signo, estamos diciendo que el astro
más poderoso e influyente, el Sol, se encuentra en él potenciando su naturaleza, de ahí que yo
tenga interés en que el lector sepa cuáles son las características de dichas divisiones zodiacales.
Pongamos un ejemplo, supongamos que el lector es del signo de Leo, Leo es un signo Fijo y
de Fuego, por tanto y como a continuación explico, comprenderemos que:
1º. Como signo Fijo intenta concentrar su energía para que el efecto de su acción se refleje como
“estabilidad” pero con la particularidad de que esa concentración en sí mismo le facilite la
suficiente fuerza como para vencer los obstáculos.
2º. Como signo de Fuego, Leo representa la vitalidad y energía expresada a través del “Yo”.
Este fuego se transforma en creatividad y actividad organizada y controlada y, por consiguiente,
aporta un elemento más como medio para alcanzar sus ambiciones.
Actualmente y desde no hace muchos años para acá, se están intensificando los
estudios sobre la influencia, simpatía y atracción de un determinado signo astrológico
sobre otro. Como resultado de dicho estudio, se ha comprobado que, dependiendo de los
diversos aspectos de cada horóscopo, una persona se puede sentir atraída o rechazada
de diferentes formas por otra, lo que confirma que cada uno de nosotros lleva impresa en
su aura el esquema del cielo que había en el momento de nacer. Este esquema es, al
fin y al cabo, lo que refleja nuestro horóscopo, el aspecto interno que actúa a modo
de base para nuestra acción y reacción ante el mundo.
Como en este libro no voy a tratar este tema normalmente llamado sinastria de una forma
general, no voy a expandirme en explicaciones sobre el mismo. Sin embargo, sí quisiera
dar al menos algunas referencias respecto a los signos puesto que son el motivo principal de
este estudio. Cuando una persona desea investigar cuáles pueden ser los resultados de
una relación entre su signo y el de otra del sexo opuesto, es decir, respecto a las relaciones
amorosas o matrimoniales, consulta las diferentes posiciones de los elementos que componen
los dos horóscopos, pero principalmente el signo del Ascendente. Sin embargo, cuando se
desea tener una simple información en ese sentido pero buscando solamente
una relación de amistad, entonces se analizará la naturaleza de los signos solares.
Por tanto, para extraer un conocimiento de los resultados de esa relación amistosa, habrá que
estudiar principalmente las Triplicidades o Elementos, o sea, si son de Fuego, Tierra, Aire o Agua.
La naturaleza o elemento del signo solar no anula la voluntad y el libre albedrío del nativo el
cual, dicho sea de paso, actúa en cierto grado influenciado por el horóscopo completo; sin embargo,
el signo, como el Ascendente, sí tiene una notable influencia que se manifiesta de manera más
significativa en el aura de cada persona. Así como dos personas de diferente sexo se atraen
por naturaleza, también dos personas de signo complementario pueden simpatizar o
enamorarse al ponerse en contacto sus auras. Por consiguiente, a continuación expondré
una serie de principios astrológicos los cuales podrá aplicar el lector en sus relaciones
sociales con la intención de averiguar con quién se comprenderá mejor. He de recalcar que, al
hacerlo sólo con el signo solar, no se puede esperar que los resultados sean siempre infalibles,
sin embargo, sí aportará cierto grado de utilidad y satisfacción.
Cuando los astrólogos, hace muchos años, decidieron agrupar los doce signos del zodíaco, lo hicieron
en siete grupos, estos son: Cardinales, Fijos, Comunes, de Fuego, de Tierra, de Aire y de agua.
Para tomar esta decisión tuvieron que llegar a la conclusión después de estudiar las relaciones
entre muchas personas según el signo de cada una de ellas de que hay cierta relación, simpatía
o similitud entre determinados signos. Es cierto, una persona de signo Cardinal comprobará que
ciertas actitudes y forma de pensar serán igual que otra que también sea Cardinal. Esto mismo
se puede decir de los signos Fijos y Comunes, sin embargo, en el caso de estas tres divisiones
llamadas Cuadruplicidades, yo considero únicamente o más importante cuando dos personas,
aún siendo Cardinales, Fijos o Comunes, son del mismo signo.
La segunda agrupación importante es la llamada “Triplicidad”, que está compuesta de cuatro
grupos como ya sabemos. En este caso es diferente, una persona puede ser de un signo
Cardinal de Aries y otra de otro también Cardinal como por ejemplo Cáncer, sin embargo y
aunque complementarios por ser Cardinales, Aries es muy dinámico y Cáncer lo contrario. En
el caso de las Triplicidades, Aries es de Fuego pero tiene más rasgos similares a los otros
signos de Fuego y por eso se dice que Aries se compenetra mejor con Leo y Sagitario. Lo
mismo ocurre entre los signos de los otros tres grupos o elementos. Pero los estudios también
han demostrado que hay afinidad o simpatía entre esos mismos elementos, así es que el
elector tomará por norma la siguiente frase: “El agua alimenta a la tierra y el aire alimenta
al fuego”; es decir, los signos de Agua se entienden bien con los de Tierra y los de Aire con
los de Fuego. A continuación describo la naturaleza de esas siete agrupaciones para que el
lector sepa a qué grupo pertenece recordando que: 1º. Las Cuadruplicidades benefician
principalmente cuando, además de ser de un mismo grupo, la otra persona es del mismo
signo; y 2º. Las Triplicidades ayudan en las relaciones cuando las dos personas son del mismo
grupo Fuego, Tierra, Aire o Agua o bien una de un grupo y la otra del grupo
complementario -Fuego-Aire o Tierra-Agua.
Una vez aclarado este asunto yo aconsejo al lector que, además de leer lo que significa
su signo, tome nota de lo que representa el mismo como Triplicidad y Cuadruplicidad
y lo resuma todo para analizar cómo es en su naturaleza.