Nos conformamos con tan poco cuando en realidad, podemos tenerlo todo.
Estamos satisfechos con el trabajo que es lo suficientemente bueno, el compañero que es bondadoso pero que no
es nuestra alma gemela, y los amigos que son divertidos pero que no promueven nuestro crecimiento personal.
Es importante saber que incluso cuando las cosas marchan bien, podrían estar mejor.
Estamos destinados a tenerlo todo, pero no podemos recibir más hasta que deseemos más, tanto para nosotros
como para el mundo.