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Hay muchas cosas que podemos hacer que nos traen bendiciones, desde realizar buenas obras por otros hasta invertir tiempo en el estudio espiritual. Si nos encontramos en un camino espiritual, existe la esperanza en que estemos haciendo estas cosas diariamente. Sin embargo, puede ser que aunque a veces dediquemos varias horas a la semana a realizar estas cosas buenas con devoción, no veamos las bendiciones manifestarse tanto como nos gustaría. En momentos como estos, es bueno preguntarse: ¿qué estoy haciendo que está bloqueando la Luz? Podríamos pasar una semana alimentando a los pobres, orando por otros y dando a la caridad, pero si al final de la semana decidiéramos robar un banco, probablemente no veríamos las bendiciones y los milagros manifestándose en nuestra vida. Al contrario, probablemente veríamos el interior de la celda de una cárcel. Este es un ejemplo extremo pero en verdad todos nosotros hacemos cosas que nos desconectan de las bendiciones y los milagros que son nuestros por derecho. Nuestros momentos de desconexión pueden parecer insignificantes, pero las cosas más pequeñas agregan carga de igual modo. Imagina a un hombre en el medio del océano, alimentando a las aves y recolectando la basura del agua, pero que en sus ratos libres abre un agujero muy pequeño en el fondo de su bote. El agujero puede ser insignificante pero al final, el bote se hundirá, a pesar de todo lo bueno que está haciendo. Una de las razones por la cual los verdaderos kabbalistas revelan tanta grandeza en sus vidas es que ellos conocen una profunda verdad: hasta la acción negativa más pequeña puede crear una distancia entre nosotros y todo lo que estamos destinados a recibir. Nadie es perfecto, y sí, todas nuestras buenas acciones cuentan para revelar Luz en el mundo, pero para ver mayores resultados de nuestro trabajo espiritual, es importante intentar no desviarse del camino. Mientras más consistentes sean nuestros esfuerzos, más consistente será nuestra realización.
CONSEJOS Y SABIDURÍA
- No te creas ni una sola palabra de lo que leas.
No permitas que tus sentidos te engañen.
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