Podemos acercarnos centímetro a centímetro para lograr que nuestro ser ideal
sea una realidad de la misma manera en la que podemos manifestar un gran
producto o un excelente negocio: todo comienza con una clara visión del resultado
final.
A partir de aquí, establecemos el punto de partida y las metas a corto plazo que
necesitaremos alcanzar.
Observa a tu ser perfeccionado y trabaja al revés. Al visualizar el destino, ubicarás
los mejores pasos que te lleven hasta allí.