Buen Humor, Mejor Salud
La mayoría de los mortales, esperan la definitiva y gran felicidad, y se pierden las
pequeñas alegrías de cada día. No conozco nada que no pueda decirse o asumir
con una sonrisa, con un talante positivo y con cierto sentido del humor. Toda
alegría es poca y te equivocas si piensas que solo debes y puedes estar alegre
cuando todo te va bien y las cosas superan a tu gusto. También te equivocas
si piensas que es natural mostrar descontento y sentirse mal después de cada
contratiempo y adversidad. El constructor es consciente de que un día sin
alegría, sin una sonrisa, es un día inútil, y obra en consecuencia. No espera a
estar contento de forma espontánea y natural cuando las cosas le vienen a favor,
sino que cada día se trabaja y se fabrica su gozo, su contento y sus ganas de vivir
y aprende a estar alegre incluso en las circunstancias más adversas, por
descabellado que pueda parecer. No se trata de reírse de todo y por todo, sino de
que tu estado de alegría y de gozo, no dependa de las personas y de las
situaciones del momento. Tú ya eres felicidad y decides experimentar esa felicidad
y alegría cuando más lo necesitas para contrarrestar la adversidad y el malestar
creado en tu entorno. El constructor es consciente de que si deja de lamentarse
y de rumiar las desgracias y los malos momentos del pasado o del presente, la
alegría y las ganas de vivir brotan a raudales de ese manantial inagotable que
es la propia vida. Recuerda que solamente tú puedes y debes decidir adoptar
una actitud de alegría o de tristeza, de esperanza o desesperanza, en cualquier
situación y circunstancia. Tu sistema inmunológico y tu salud se verán afectados
positiva o negativamente por una u otra decisión.
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