La hermandad es algo innato en el hombre.
Hasta el punto de que
todo, absolutamente todo lo que hacemos,
decimos y pensamos nace en
función de los demás
y repercute inevitablemente en ellos.
Lo cual demuestra que somos un todo.
Como el cuerpo es un todo y,
lo que comemos, lo alimenta todo y,
si lo envenenamos, lo envenenamos todo.
Sólo nos hace falta darnos cuenta
de que todos los hombres juntos
constituimos un organismo
y que el bien de uno es el bien del conjunto
y el mal de uno es igualmente
el mal de todos.
- por Francisco-Manuel Nácher