"He ahí un equilibrio que cada uno debería poder encontrar:
cómo vivir en el mundo, tener relaciones con él, trabajar en
él, pero dando siempre prioridad a lo esencial, al alma y al
espíritu. Un ajuste de esta magnitud es difícil, evidentemente,
y cada caso es particular.
Fundamentalmente, todos los seres humanos poseen sin duda la
misma naturaleza, todos tienen necesidades físicas y también
necesidades espirituales, incluso si muchos no son conscientes
de
ello: pero su temperamento no es el mismo, su vocación en esta
existencia no es la misma, y cada uno debe encontrar
individualmente su equilibrio. Aquél que se siente impulsado a
fundar una familia, no puede resolver esta cuestión de la misma
manera que el que prefiere quedarse soltero. Aquél que tiene
necesidad de mucha actividad física, no puede llevar la misma
vida que el que tiene un temperamento meditativo, contemplativo.
Lo esencial, es que cada uno sea capaz de analizarse bien para
llegar a conocer sus tendencias profundas. Una vez las conoce,
debe esforzarse para equilibrar en su vida lo espiritual y lo
material."
(Omraam Mikhaël Aïvanhov)