Cada día no te van a faltar ocasiones para ser tentado, seducido y extraviado, ni tampoco te van a faltar quienes te las presenten. A menudo incluso, son personas muy simpáticas, encantadoras. Sigue disfrutando de su simpatía, ¿por qué no?
Te puedes instruir frecuentándoles. No huyas de ellos, ayúdales a ver las cosas más claras, si puedes, pero no te dejes influenciar, permanece fiel a tu filosofía espiritual. Mostrar flexibilidad, comprensión, manteniéndose al mismo tiempo sólido e inquebrantable en tus convicciones, en su compromiso espiritual, es un equilibrio difícil de encontrar, pero hay que trabajar en ello."
(Omraam M. Aivanhov)