El hombre no necesita ir más allá de su propia experiencia
interior para encontrar a Dios e intentar la comunión con
él.
Libro de Urantia. Pág.62
La adoración es una comunión con nuestro Padre, no es un
sentimiento ni una emoción que nos debe acompañar en algunos momentos del día,
sino que debería ser la consciencia de que ese Dios que mora en el Paraíso,
también mora en el corazón de cada ser humano a través de la guía de nuestro
Ajustador de pensamiento.
“La mente finita, es
incapaz de comprender como un Dios tan grande y majestuoso como el Padre
Universal, puede descender de su morada eterna en perfeccón infinta, para
fraternizar con cada criatura humana, entonces el intelecto finito, debe hallar
la certidumbre de la comunión divina, en la verdad del hecho de que un fragmento
real del Dios viviente, reside en el intelecto de cada urantiano de mente normal
y moralmente consciente. Los Ajustadores de Pensamientos residentes, son parte
de la Deidad eterna del Padre. El hombre no necesita ir más allá de su propia
experiencia interior para sentir esta presencia de la realidad espiritual de
encontrar a Dios, e intentar su comunión con
El.”62
“El Ajustador es la fuente del logro
espiritual y la esperanza del carácter divino dentro de vosotros. Él es el
poder, el privilegio y la posibilidad de supervivencia, que tan plena y
eternamente os distingue de las criaturas animales. Él es el más elevado y
verdaderamente interior estímulo espiritual del pensamiento, en contraste con el
estímulo exterior y físico, que llega a la mente por el mecanismo de la energía
nerviosa del cuerpo material.”1193
Por tanto la adoración es un acercamiento
hacia Dios desde nuestra posición de humanos de origen animal, pero cosncientes
que aun cuando “el suelo del alma en desarrollo es humano y material, el destino
de esta criatura combinada de mente y espíritu, se torna espiritual y
divino.”1738 siempre y cuando haciendo uso de nuestro albedrío, estemos
dispuestos a entregar nuestra voluntad a la voluntad de nuestro Padre, sin
presiones de ninguna especie, sino simplemente porque sabemos cuanto El nos ama
y por eso “aprendemos a contentarnos con todo, cualquiera sea nuestra
situación”1436
Porque, aun en las situaciones más adversas,
“cuando se acumulan las nubes, vuestra fe debe aceptar el hecho de la presencia
del Ajustador residente, y así deberíais poder contemplar más allá de las
nieblas de la incertidumbre mortal, el brillo claro del sol de la rectitud
eterna en las alturas acogedoras de los mundos de estancia de Satania.”1194
Entonces “la rectitud experiencial, es un placer, no un deber.”1574