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La frontera siempre ha sido sinónimo de diversión. En los años
setentas y ochentas, la alegría se sentaba de día en una butaca del
Cine Edén y por las noches se iba de fiesta. En esa época, había tres
lugares que no sólo los juarenses, sino los paseños, acudían de vez en
vez a olvidarse del estrés con el baile y la música.
El Diario de Juárez te presenta tres sitios de esta frontera para alimentar los recuerdos y la nostalgia.
1.- Iban al matiné del Cine Edén
Todos los lunes había Matiné en el Cine Edén, localizado en la
calle Ugarte, se proyectaban tres películas por el mismo precio. Las
filas para entrar se hacían desde las siete de la mañana. Los ‘zorreros’
de planteles escolares cercanos, jubilados, empleados de negocios del
sector, entre otros, eran los clientes principales. Ese cine tenía seis
mil butacas.
2.- Las noches del Noa Noa
Aunque este salón de baile ubicado en la avenida Juárez era
concurrido desde la década de 1960, se hizo muy famoso en los ochenta,
cuando Juan Gabriel dio a conocer el lugar a través de una de sus
canciones más famosas. El álbum ‘Recuerdos’ catapultó ese centro
nocturno que en 1994, un incendio dañó la construcción, llevándose entre
el fuego y el humo miles de recuerdos de los juarenses. Hoy sólo queda
una placa y parte del estacionamiento.
3.- El bailongo en el Salón México
Los años setentas fueron de mucha diversión en Ciudad Juárez.
La sede de la alegría y el baile fue el Salón México donde grandes
orquestas con Fili Muñoz y Tino Contreras hicieron historia; También Los
Silvers y Los Monos 70 movieron las caderas de los fronterizos. Se
hicieron famosos los concursos de baile que iniciaron en la esquina de
la 16 de Septiembre y Ferrocarril y siguieron en el Paseo Triunfo de la
República.