Problemas, dificultades y trastornos de familia
La Familia es un sistema, siempre en proceso, que evoluciona y crece gracias a la evolución de sus miembros, aunque a veces, ante ciertas dificultades, puede detener su crecimiento generando sufrimiento en alguna o en todas las personas que conforman el núcleo familiar.
Desde que se constituye la pareja que después se convertirá en padre y madre, la familia pasa por una serie de fases que suponen una permanente readaptación: nacimiento de los hijos, la escolarización, adolescencia, juventud y emancipación de los estos (nido vacío para los padres) que además, pueden coincidir con otros acontecimientos vitales de la pareja de padres (cambios de trabajo, paro, jubilación, “crisis de los 40” , envejecimiento y fallecimiento de los propios padres, enfermedad en cualquiera de los miembros de la familia, etc.) que suponen también una fuente de estrés y cambio importante con la que hay que lidiar.
Este núcleo familiar que en origen fue constituido por la pareja parental, adopta en la actualidad diversos formatos, podemos tener configuraciones familiares diversas (familias separadas, mono parentales, reconstituidas, adoptivas, etc.) que enriquecen a la sociedad pero a la vez encuentran dificultades al no tener modelos preestablecidos de ser. En todo caso, en las familias, sea cual sea su configuración aparecen momentos en los que hay que definir y negociar las relaciones, tanto dentro de la familia como fuera de ella, para ello es necesario que la comunicación entre los miembros de la pareja sea adecuada y fluida y que sean capaces de adaptarse a las distintas situaciones externas y momentos evolutivos por los que irán pasando.
La familia o alguno de sus miembros puede requerir de un apoyo externo y profesional, para poder aprender y crecer, en lugar de atascarse o sucumbir ante estas situaciones externas o del propio sistema que debe afrontar.
Deberán ayudarse estén unidos y pronto a dar apoyo
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