La Competencia en la Pareja
La competencia es una conducta que acompaña al ser humano desde que nace y que es totalmente natural, pero hay que saberla manejar para que no se vuelva nociva.
En la pareja, la competencia no está ausente, y menos hoy en día que tanto el hombre como la mujer tienen campos de acción parecidos, como el profesional y el laboral. Pero aunque la mujer no trabaje, la competencia puede darse ya que puede existir a nivel afectivo en relación con el cariño de los hijos, o incluso a nivel sexual.
Este espíritu competitivo de la pareja, puede resultar desde estimulante hasta totalmente destructivo, por lo que hay que tener mucho cuidado y saber como lidiar con estos sentimientos para que no afecte negativamente la relación.
Hoy en día, la competencia más peligrosa resulta la laboral. La pareja empieza a ver cuál de los dos gana más, o a quién ascienden primeo, o quién tiene más prestigio. En un principio, se empiezan a comparar los triunfos, y los amigos y familiares también hacen su tanto, y a nadie se le ocurre ver cada logro como una victoria compartida.
Cuando se comparan los alcances de uno y otro, es importante recordar que están conviviendo, y que si se logra algo positivo es probable que sea porque están juntos, ya que la estabilidad emocional proporcionada por una relación de pareja repercute en todos los niveles, y puede ser la causa de que funcionemos mejor.
Otro factor importante que habría que tomar en cuenta, es que si son una pareja lo que debe existir es solidaridad y sentirse orgullosos de los avances de ambos. No se trata de darse por menos o pensar que él es mejor, simplemente se trata de compartir sinceramente las ganancias y las pérdidas, pues las consecuencias positivas (o las negativas) las vivirán ambos.
En las últimas décadas, cuando la mujer empezó a hacerse campo en el área profesional, muchos hombres se sintieron amenazados porque previeron una pérdida del poder, ellos siempre habían sido quienes manejaban el dinero, y quienes se destacaban por sus logros profesionales.
Sin embargo, lo que más ha sorprendido es que la mujer resulta más competitiva que el hombre cuando pertenece a una pareja donde ambos son profesionales. Esto es provocado probablemente, por el hecho de que si bien la mujer tiene cada vez más espacios, también es cierto que deben luchar el doble por ganarse el respeto de sus compañeros y jefes, por ser tomadas en cuenta, y por romper los prejuicios en torno a las mujeres profesionales.
De esta manera, la mujer sabe que tiene que defender su lugar, y puede volverse paranoica. En realidad, lo que debe hacerse, es hablar con su compañero y explicar lo que espera de él, así como comprometerse a brindarle a él todo el apoyo que requiera.
Las causas por las que la mujer es más competitiva pueden ser muy variables, pero una de las más comunes es el sentimiento de culpa que surge ante la sensación inconsciente de que ella no está cumpliendo a cabalidad el papel que la sociedad le exige, como el de ser madre o el de vigilar que todo en la casa funcione.
Esto es claro que es un sentimiento injustificado, pues el papel que uno tenga en la sociedad es muy relativo depende tanto de las circunstancias como de las necesidades y deseos que tenga cada persona. La mujer no falla al ser una profesional, y por lo tanto no debería sentir la frustración ni tampoco verse obligada a defender su posición laboral con aumentos de salario o con altos cargos.
Si la mujer desea o necesita trabajar, eso debe ser suficiente. Su trabajo es tan importante como el de su compañero, sin importar cuál gane más o cuál tiene mejor puesto.
Así las cosas, podemos decir que una sana competencia no cae mal, pero hay que tener cuidado para que tal competencia no se convierta en la espina que llegue a terminar con una bonita relación. La solución es identificarse con la labor del otro, y no sentir que un triunfo del otro implica un descenso para uno.
La idea es aliarse y sacar su hogar y su relación adelante juntos. Si se piensan verdaderamente como un equipo no tendrá que pelear, de esa forma la competencia será sólo una forma de crecimiento y no la amenaza que podría llegar a destruirlo todo.