Ver a un niño aferrado a su chupete es una situación muy normal, la frecuencia del uso del chupete y su utilización, para los pequeños, se configura como todo un símbolo: éste es de su total posesión y les otorga calma y tranquilidad. Por ello, muchas veces desprenderse de este artículo resulta muy difícil para el niño.

El chupe es usado para calmar la necesidad de succionar de los lactantes, la que viene desde el vientre materno y que se mantiene al menos por todo el primer año de vida. Su uso extendido es en absoluto recomendable, pues puede conllevar problemas en el futuro desarrollo dentario del menor (mordida abierta), deformaciones de paladar e incluso infecciones intestinales o de oído (otitis).

Actualmente, existe un fuerte debate sobre si el chupete interviene o no con el amamantamiento. En este sentido, si su uso va de la mano de una adecuada lactancia el chupete no perjudica este proceso, pero si comienza a utilizarse de forma precoz, puede ser una señal de que algo anda mal con la lactancia del niño. No se recomienda su uso antes de los 15 días de vida del bebé.

No obstante, el uso del chupete no sólo tendría consecuencias negativas, según la Sociedad de Pediatría de Canadá se han publicado estudios que muestran una asociación entre el uso de chupete y una reducción del  riesgo del síndrome de muerte súbita infantil. La mejor evidencia disponible viene de estudios de control de caso  No hay estudios que muestran un aumento del riesgo.


Algunos consejos

Entonces, ¿a qué edad se debe despojar al niño del chupete?  Un especialista señala que “personalmente recomiendo abandonar el uso de chupete al año de vida, pues ya que se sabe que el chupete después de los 2 años empieza a ser un factor importante en el desarrollo de alteraciones dentales. Sin embargo, habitualmente cuando un niño lleva ya dos años usando el chupete es mucho más difícil quitárselo, no así al año.”

Si bien muchos consejos para quitar este hábito recomiendan reducir gradualmente el tiempo que el menor usa el chupete.  Sugieren que “si un lactante ya lleva dos años o más y s usando chupete y está empezando a presentar problemas dentales o presenta otitis frecuentes, es muy importante eliminar el habito de usar chupete, la mejor forma de hacer esto es eliminar los chupetes de una sola vez y para siempre.”

Para ello, es muy importante preparar el retiro y asegurarse de:

El niño no está pasando por situaciones de estrés (cambio de casa, cambio de cuidador, hospitalización reciente, etc.). Si esto es así, primero será necesario disminuir el estrés y después despojarlo del chupete.

El chupete funciona como elemento que da seguridad al niño, si este lo usa de día lo más probable es que requiera mayor seguridad. Ésta también se logra con una actitud cariñosa y firme de parte de los padres, con límites bien definidos en vez de reglas hiperflexibles y ausencia de límites.

Por el contrario, si el chupete es usado sólo para dormir significa que forma parte del ritual de sueño del menor y por ende el objetivo es agregar por un tiempo otro elemento que sea inocuo al ritual de sueño (una melodía, etc.) y luego retirar el chupete.

Lo más importante a la hora de decidir poner fin al hábito del chupete es que debes tener paciencia. No te frustres si el niño se desespera por su chupete, esto sólo creará angustia en el menor. Tú eres el ejemplo para tu hijo y él necesita de ti toda la paciencia para poder superar esta etapa normal de su crecimiento.