Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
¡ Feliz Cumpleaños beatriz nelida !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
General: LA GOTA DE AGUA QUE NO QUERÍA PERDER SU "INDIVIDUALIDAD"
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 10 en el tema 
De: glori1970  (Mensaje original) Enviado: 10/08/2013 20:27

Pétalos de color púrpura Fantasy Girl Fondos Fotos Imágenes

LA GOTA DE AGUA QUE NO QUERÍA PERDER SU "INDIVIDUALIDAD"
Por la noche, en el verano, a partir de las doce pueden regarse los tiestos.
Se supone que a las doce –y se supone mal– nadie pasará ya bajo los balcones enmacetados de Madrid; pero si pasa, y ese abrupto en riego helado cae sobre su cabeza, ni tiene derecho a quejarse, ni vale la pena, porque el agua, aun así, es bienvenida en pleno agosto.
Las flores, “por su parte”, es indecible lo que gozan con ese riego nocturno, cuya frescura se perpetúa, sobre todo en los balcones de Luis, que miran al Poniente, hasta bien entrada la mañana.
El otro día, a las doce, sobre el pétalo aterciopelado de una rosa, como sobre la tela de un estuche, radiaba aún una gruesa gota de agua. Había pasado allí buena parte de la noche, fresca por excepción, dejándose penetrar por la luna.
Un viento suave la balanceaba en su hamaca olorosa de seda.
Pero avanzaba la mañana. El dios trasponía ya el meridiano, y una saeta de oro del arquero divino hirió en pleno corazón a la gota, tocándola en chispa maravillosa.
Luis, que de antaño comprende el lenguaje del agua, como el sultán Mahmoud comprendía a los pájaros, oyó quejarse a la gota, la cual decía entre suaves quejumbres:
–Tengo miedo, ¡ay!, tengo miedo. Siento que empiezo a evaporarme... ¡Oh sol, no me beses, por Dios! Tus besos hacen un espantoso daño. Me penetran toda, me abrasan, me disgregan... Yo no quiero deshacerme, no quiero volatilizarme... ¡No quiero perder mi individualidad!... ¿Entiendes, oh sol? No quiero perder mi individualidad.
«Yo reflejo a mi modo la naturaleza. Soy un pequeño ojo cristalino, muy abierto, que la ve, que la admira desde este nido de terciopelo, desde esta cuna suave y bienoliente. Llevo ya muchas horas divinas de vida harmoniosa. Durante buena parte de la noche he reflejado la luna. He sido, ya una perla, un zafiro místico, ya una turquesa celeste. Después, la bóveda se ha pintado de un amarillo suave, y yo me he vuelto topacio. A poco el cielo se tiñó de rosa, y he sido rubí. Ahora soy diamante. Y cuando las hojas del rosal se miran en mi espejo para contemplar su traje nuevo, recién cortado en punta, me convierto en esmeralda.
»No me beses, ¡oh sol! No sabes besar: haces mucho daño. No eres como la luna. Ella sí que sabía besar blandamente: al fin, mujer. Tú te pareces a un hombre sanguíneo, tosco y premioso.
»¡Ay!, siento que me deshago, que me desvanezco, que me pierdo...
»Sí, comprendo que eso de la transparencia absoluta es una cosa muy buena; que ser parte de la atmósfera húmeda es cosa muy conveniente; que flotar, volar, es cosa muy apetecible. Comprendo también que un poco de frío puede condensar mi humedad, y entonces ser yo parte mínima de una nube de esas que he visto pasar por la mañana y que parecen cuentos y milagros... Todo eso, sin duda, es bueno. Pero yo dejaría de ser gota, de ser gotita diáfana y temblorosa que soy: esta gotita acurrucada en el pétalo de una rosa, ¡y no quiero perder mi individualidad!
»¡Ay! ¡Ay!, que daño me haces..., ¡oh sol! Ya no me beses, ya no me be...ses. Yo soy u...na gotita... de agua..., una lu...mi...no...sa go...tita de agua... sobre un rosa..., sobre una ro...»
Estas fueron las últimas palabras de la gotita trémula que brillaba sobre el pétalo de una rosa en el balcón de Luis.
El sol, brutal y sordo como la muerte, había hecho su obra
 
(Amado Nervo)
 
Diseño. Glori
 

 

 


Primer  Anterior  2 a 10 de 10  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 10 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 10/08/2013 20:35
 
 
Gracias Caroly, cada vez te salen mas lindas!! Me encantaron!!

Respuesta  Mensaje 3 de 10 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 11/08/2013 05:21

Respuesta  Mensaje 4 de 10 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 12/08/2013 04:54

Respuesta  Mensaje 5 de 10 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 13/08/2013 03:03

Respuesta  Mensaje 6 de 10 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 17/09/2013 00:16

Respuesta  Mensaje 7 de 10 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 18/09/2013 04:24

Respuesta  Mensaje 8 de 10 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 22/09/2013 03:46

Respuesta  Mensaje 9 de 10 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 23/09/2013 00:43

Respuesta  Mensaje 10 de 10 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 24/09/2013 01:45


Primer  Anterior  2 a 10 de 10  Siguiente   Último  
Tema anterior  Tema siguiente
 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados