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Tiempo devocional-Hector Spaccarotella: LOS MÉDICOS Y LA FE CRISTIANA
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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 05/03/2013 13:39

Los médicos y la fe cristiana

 

En facebook un creyente cristiano hizo días atrás un comentario divertido, que terminó haciéndose un hermoso debate alrededor de un tema que siempre da qué hablar, y que me gustaría compartir con vos hoy.

Alberto es un señor de 51 años, se congrega en una importante iglesia evangélica de Buenos Aires, es casado y tiene dos hermosos hijos.

Posiblemente si pudieras conocer lo que la internet publica de él, te mostraría un creyente cristiano comprometido con las cosas del Señor.

Lo que me llamó la atención es un comentario que hace:

 

Dios sana a los enfermos y los medicos cobran las consultas. Lo leí hoy y me parecio lindo y real.”

 

Otro participante de esta comunidad cel ciberespacio, responde a Alberto diciendo:

 

“que alegria saber que los hijos de Dios experimentamos esto a diario!!no dependemos de los médicos!”

 

Y  la cosa parecía ir en esa dirección.

A ojos de estos creyentes, un cristiano no necesita atenderse por médicos. Porque Dios es el mejor médico.

 

¿Estás de acuerdo con esta afirmación?

 

¿La tarea de un médico o un profesional de la salud, es contraria a la realidad de la fe?

Veamos si puedo ser claro, no estoy negando el poder sanador y restaurador del Espíritu Santo, del que soy testigo en varias ocasiones.

¿Pero el depender de un Dios todopoderoso hace que no tengamos que ir a un médico, a un psicólogo o psiquiatra?

Vos podrás, claro, tener tu opinión al respecto, que perfectamente puede ser contraria a la mía.  Y la aceptaré.

Creo que lo que no sirve es la medicina sin Dios. La psicología sin Dios. Porque si no dependemos de Él, si no nos ponemos en Sus Manos, entonces estamos en manos de un ser humano que puede cometer errores y puede tomar decisiones que nos hagan daño  en lugar de ayudarnos.

Pero también estoy convencido y esto defiendo, que poniéndonos en manos de Dios tenemos que recurrir a los profesionales de la salud que nuestro cuerpo o nuestra alma necesiten, porque entonces ellos se convertirán en una herramienta útil al servicio del Padre.

En la misma línea de pensamientos, te pongo otros ejemplos:

 

“Como Dios es el mejor piloto, no necesitamos a ningún ser humano que maneje el avión en el que vamos”.

“Como Dios es el mejor arquitecto ( Si tenés alguna duda solamente recorré con la vista la Creación, bellísima y perfecta obra de Sus Manos) entonces no necesitamos a ningún profesional que nos construya nuestra casa. Ni nuestra iglesia, ni puentes que vinculen ciudades.

 

No creo, desde ya, que estas afirmaciones sean ciertas.

Justamente porque Dios decidió que Su Obra sea realizada a través de manos de hombres. De modo que utiliza mujeres y varones para que sean entrenados como herramientas útiles a su servicio.

He compartido en otras ocasiones de qué modo el señor está por ejemplo sanando mi alma.

Llegué a sus pies, me entregué a Cristo buscando encontrar PAZ. Mi vida era una verdadera caldera del diablo, y había metido en ella también a mi esposa, mis hijos, y todas las personas que se relacionaban de algún modo con mis afectos.

No podía más, y ya había pasado por cuatro experiencias de terapia psicológica, todas cn resultados mediocres o pobres.

Luego de mi conversión se abrió años atrás a partir de una crisis de pareja, la posibilidad de una nueva experiencia terapéutica.

Llegué a manos de la psicóloga, que no era cristiana, lleno de “peros” y con la guardia levantada.

Lo hice además desobedeciendo a mi pastor de entonces, en la iglesia donde en ese momento me congregaba, que me indicó con toda claridad que una psicóloga no me iba a ayudar, que su profesión no me resultaría útil, y que muy probablemente iba a salir peor de lo que entré.

Prácticamente puso a la altura de una práctica demoníaca a la terapia psicológica.

Me acuerdo que en mi primera sesión puse las cartas sobre la mesa. La pobre mujer tenía todo en su contra. (Además tenía en la habitación del consultorio un cuadro de Sigmund Freud, modelo demonizado de la psicología para muchos líderes religiosos).

 

Ella me dijo: “si sentís que estás desobedeciendo a tu pastor, si sentís que al yo no ser cristiana evangélica es posible que no pueda ayudarte, si dudas de mi terapia a partir de los cuatro fracasos anteriores, ¿entonces porqué venís a verme?

“Porque necesito paz”, le dije. “Porque quiero construir mi felicidad y dejar de lastimar a los que me aman”.

Y así, de una manera traumática y dificil comencé mi quinta terapia psicológica.

Esta mujer me ayudó a revelar heridas muy antiguas que llevaba conmigo, y me condujo a poner en mi memoria una experiencia de abuso sexual en mi infancia, que era uno de los detonantes de la tormenta anímica que vivía.

Después de dos años, fui dado de alta. Me dijo que a sus ojos estaba recuperado y que no necesitaba seguir con ella.

 

Cuando nos despedimos, me abrazó quebrada y me dijo: “¿sabés Héctor? Siento que fui usada por Dios para sanarte. Fui Su instrumento para que pudieras recuperar la salud de tu alma”.

 

¡Maravilloso!

 

Sin duda lo fue. Y no solamente para mi, sino que a través de lo que aprendí con ella puedo ayudar también a otras personas que han pasado por traumas del tipo que a mí me tocó vivir.

Una publicación especializada estadounidense  (journal of general internal medicine) llevó adelante una encuesta   en la que entrevistó a 1000 médicos en ese país.

"Nos ha sorprendido comprobar que los médicos son tan religiosos como aparentaban", dice el doctor Farr Curlin, del Centro McLean de Ética Médica Clínica de la Universidad de Chicago.

"Hay ciertamente una idea cultural, profundamente asentada, de que la ciencia y la religión no se llevan bien" ; sin embargo, entre los doctores de la ciencia médica los creyentes en Dios son una amplísima mayoría: el 76% dicen que creen en Dios, el 59% (básicamente 6 de cada 10) creen en algún tipo de vida tras la muerte y el 55% dicen que que sus creencias religiosas influyen en su forma de ejercer la medicina. Los médicos, recuerda Curlin, no trabajan sólo en laboratorios sino, sobre todo, en contacto con los pacientes, las situaciones de vida y muerte, la realidad completa de las personas.

 

Ahora bien, también está científicamente probado que los creyentes, las personas de fe, son mucho más sanas que quienes se reconocen agnósticos o ateos.

 

¿Tener fe en Dios puede mejorar la salud?

 

Una cantidad sorprendente de expertos afirman que sí, ya que ciertas características podrían estar asociadas a la fe personal y la práctica espiritual. Los beneficios a menudo incluyen una recuperación más rápida de las enfermedades, una presión arterial más baja, un sistema inmunológico más fuerte, una salud mental positiva y una expectativa de vida más larga. En otras palabras.

Las facultades de medicina de las universidades más respetadas investigan sobre los impactos que la fe tiene sobre la salud. Por ejemplo, la Duke University tiene un centro donde se estudia los efectos de las religiones y las espiritualidad en la salud. Asimismo, Harvard enseña a sus profesionales en salud sobre la espiritualidad y la sanidad en el campo de la medicina. De igual manera, los médicos de la universidad de Columbia investigan sobre el papel de la religión en la sanidad de las personas.

John Templeton, Jr., cirujano pediátrico e hijo de un famoso financiero y filántropo, afirma que «la fe de las personas ejerce una fuerte influencia sobre el bienestar, la voluntad de luchar contra las enfermedades y la habilidad para recuperarse». La fundación John Templeton ha realizado grandes aportes en la investigación de este tema.

Muchos profesionales de la salud están de acuerdo. La investigación de Yankelovich demostró que 99% de médicos y 94% de profesionales de instituciones de salud preventiva creen que la oración,  ayuda a la persona a recuperarse más rápido.

A lo que apunto con esto que te reflejo hoy, es que tenemos que ser sabios en darnos cuenta que tenemos a nuestro alcance un sinfín de herramientas humanas que han sido puestas por Dios para ayudarnos a tener una vida plena y saludable.

Es nuestra responsabilidad conllevar una vida de fe profunda (que es una vida sana) con un adecuado vínculo con los profesionales de la salud de modo que ellos nos ayuden a cuidar nuestro cuerpo, que es templo del Espíritu Santo.

Tengo que reconocer que también hay mucha soberbia en la ciencia médica. Los médicos no saben decir “no sé” y juegan en muchos casos a ser dioses omnipotentes, con lo que cometen muchos errores.

Pero no estamos hablando de ciencia médica sino de médicos. Ellos pueden asumir una posición de humildad y respeto a la autoridad de Dios o pueden sentirse amos y señores, dueños de la vida y la muerte.

Y no estamos hablando de fe cristiana sino de personas que siendo creyentes son pacientes o pueden serlo. Que pueden recurrir a la medicina a partir de entender que es el mismo Dios quien recurre a un médico para restaurar la salud de sus hijos, o endiosar al profesional dándole autoridad espiritual por encima del mismo Cristo.

También es cierto que Jesús armó a sus discípulos con las armas para sanar enfermos en su nombre:

 

Marcos 16:15 al 18  Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.

Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien.

 

Todo es cuestión de fe. De hacer centro en la fe y de creer en un Dios que es Papá preocupado por sus hijos y que no permitirá que nada malo nos pase.

 

Salmo 23: El Señor es mi pastor,nada me falta;en verdes pastos me hace reposar y a donde brota agua fresca me conduce. Fortalece mi alma, por el camino del bueno me dirige por amor de su Nombre. Aunque pase por oscuras quebradas, no temo ningún mal, porque tú estás conmigo, tu bastón y tu vara me protegen.

Me sirves la mesa frente a mis adversarios, con aceite perfumas mi cabeza y rellenas mi copa.
Me acompaña tu bondad y tu favor mientras dura mi vida; mi mansión será la casa del Señor
por largo, largo tiempo.

 

HECTOR SPACCAROTELLA          

tiempodevocional@hotmail.com

www.puntospacca.net

 

 

 

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 05/03/2013 18:15

 

 

Ja,ja, linda imagen no??

 
Muy interesante Hector, es un tema que siempre se debate, no debemos olvidar que es Dios quien guía nuestra vida y nuestros pasos.  
  En lo personal pienso que mas que falta de fé, ir al médico es utilizar los medios que Dios pone a nuestro alcance para nuestro bien.
  A veces Dios nos sana milagrosamente, otras veces Dios nos guía a consultar al médico, en ambos casos será Dios quien actúe, si nos guía al médico, El será quien le dará al médico lo que El disponga para nuestra mejoría.
 Dios es quien permite que la ciencia avance, somos sus hijos, y estamos siempre en sus manos, aún cuando tengamos que partir a su presencia si es que así Dios lo decide, o sea, estoy de acuerdo contigo hermano. Araceli
 

Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 10/03/2013 04:51
BENDICIONSACERDOTAL photo BENDICIONSACERDOTAL.jpg

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: Atlacath Enviado: 28/11/2013 02:29
Gracias por compartir.
Saludos de
Atlacath


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