UNA CONGREGACION SANA
Cierro los ojos y parece que lo veo. Me gusta imaginarlo en tiempo real, como si hoy estuviera caminando aquí por nuestras calles y yo fuera parte del grupo que lo sigue.
Era mucha la gente reunida y quiso asegurarse que todos lo escucharan y lo vieran. Subió a lo alto de la montaña y todos lo siguieron. Las personas que más cerca estaban de Él fueron los primeros en aproximarse.
El cielo era límpido y soleado. Hacía calor, pero a la gente no le preocupaba eso ese día. Sólo disfrutar de ese momento con el maestro, rodeados de un paisaje bellísimo y aves que giraban alrededor buscando sobras de comida.
Él era consciente de que esa era su Iglesia, la asamblea multitudinaria que lo rodeaba era su primera Iglesia. ..Personas imperfectas, llenas de errores. Enfermos morales, espirituales, mentales y físicos. Gentes que se habían equivocado mucho, que habían hecho mucho daño a los demás y a sí mismos.
En el libro de Mateo capítulo 5 se describe esta escena. El relato comienza con el llamado “Sermón del monte” o “Sermón de las bienaventuranzas”.
Pero yo quiero detenerme en el versículo 13 de este capítulo. El enunciado de las bienaventuransas había terminado, pero Él se conmueve y se llena de emoción por lo que está sientiendo. Puede percibir el potencial transformador que tiene esa iglesia congregada alrededor de Él.
Entonces, visiblemente emocionado hasta las lágrimas, sonríe a los presentes, toca a los más cecanos a Él, abraza, besa, y dice:
Mateo 5:13 "Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
Mateo 5:14 "Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
La sal del mundo, la luz del mundo. Palabras cargadas de un significado y un valor que impresiona.
Es evidente que el mensaje está dirigido a toda la Iglesia y no sólo a un grupo de elegidos que lo seguían a todas partes. El mensaje era para todos los creyentes de ayer y de hoy. Y no habla de lo que esos hombres y mujeres serían en un futuro… dice lo que son en presente. Ustedes SON la luz del mundo. Ustedes SON la sal de la tierra.
El verbo está claramente en presente y no en futuro. Esas personas que hacía más o menos poco tiempo que seguían al maestro y escuchaban sus enseñanzas, ya era una comunidad espiritual. Ya eran Iglesia.
El pastor Jorge Leon encontró dos formas de definir Iglesia:
- Todos confiesan a Jesucristo como Señor y salvador de sus vidas.
- Todos continúan siendo individuos absolutamente individuales y libres.
- Todos adoran Juntos a Dios.
- Todos interactúan entre sí a la luz del Evangelio para su mutua edificación y
- Todos colaboran con Dios para el logro de la redención de todo hombre y de todos los hombres.
A mí me gusta mucho también la segunda definición. Es muy sencilla: “La Iglesia es una comunidad terapéutica. “
El poder entender esto último es necesario que veamos que en su seno existen la salud y la enfermedad, dadas en el cuerpo, en el alma o en el espiritu.
La sal no sirve solamente para dar sabor. En tiempos bíblicos por ejemplo, era muy valorada porque evitaba la putrefacción de las carnes (en una época en la que no había heladeras ni freezer).
El desafío de la iglesia de hoy es que debe ser defensora ferviente de la conservación de los valores humanos. Esto la convierte en una comunidad terapéutica. El hecho de que esta pequeña comunidad va a iluminar el mundo con la luz recibida de Jesucristo, como una ciudad construida en un monte. No se la puede esconder.
Mateo 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Toda comunidad cristiana es terapéutica porque al congregarse haciendo centro en Jesucristo, reciben su influencia sanadora. También porque cada individuo que la forma es consciente del enorme abismo existente entre lo que hoy son y lo que pueden llegar a ser de la mano del Creador.
La acción terapéutica de la Iglesia puede verse entonces en el crecimiento individual de sus miembros y en la misión redentora y terapéutica con cada una de las personas que se acerquen a ella.
Hablar de la Iglesia como comunidad terapéutica, es una forma distinta de marcar con toda claridad su misión evangelizadora.
El significado original griego de la palabra “terapeuto” es cuidar, sanar. En muchos pasajes bíblicos se nos habla de la necesidad de cuidarnos unos a otros, de trabajar en la sanidad mútua.
Esto es decir que todos debemos prepararnos para ser parte de esa comunidad que crece en la medida en que sus miembros crecen, son cuidados, son sanados.
Hace años conocí en un seminario de liderazgo en Buenos Aires al pastor Ernesto Turosky, bautista y miembro de una organización cristiana con sede en Alemania cuyo nombre es BIO IGLESIA.
Ernesto estuvo en esta ciudad y predicó en Iglesia de Dios barrio gregores, en la iglesia El buen Pastor y en otras comunidades.
El concepto que defiende esta organización es la necesidad de hacer una evaluación sobre la salud de la iglesia local. ¿Cómo se evalúa? ¿Cómo se mide? Como si estuviéramos viendo una planta. Se observan sus raíces, que deben ser abundantes y aferrarse a la tierra de modo que el viento la sacuda pero no la arranque. Se observa su tronco, que debe verse entero, sin manchas, sin escoriaduras. Se debe sentir fresco, lo que caracteriza una planta por la que la savia circula con fuerza. Se observa la cantidad de sus ramas y el follaje, que debe ser abundante y de buen color.
Creo que te das cuenta de lo que hablo. Estas palabras son metáforas de cómo debe ser la congregación.
En una planta, si una rama no crece, no aumenta su tamaño, no tiene buen follaje y no da frutos, simplemente se seca y hay que cortarla. Eso pasa con los miembros de nuestras comunidades. Muchas veces vemos a personas que a lo largo de los años siguen luchando con las mismas barreras, enfrentando a los mismos fantasmas. No dan frutos o los que dan no son buenos.
El nombre “BioIglesia” se escogió para comunicar la idea de una iglesia de salud natural. “Bio” proviene de la palabra griega bios que significa “vida”.La imagen del logo de la organización es la de un roble. A través de mostrarnos este árbol intenta comunicar varias ideas a la vez:
- Nos presenta una imagen de salud y fuerza: “sano como un roble”.
- El ser una imagen de la naturaleza, nos recuerda a “vida y desarrollo “ Lee conmigo Marcos 4:26-29.
Mar 4:26 Decía además:
"Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra.
Mar 4:27 Duerma y vele, de noche y de día, la semilla brota y crece sin que él sepa cómo,
Mar 4:28 porque de por sí lleva fruto la tierra: primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga;
Mar 4:29 y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado
- La bellota es la semilla a través de la cual el roble se reproduce, y nos sugiere la multiplicación que las iglesias deberían experimentar al ser guiadas por el Espíritu Santo.
- Esta multiplicación dará lugar a nuevas congregaciones sanas .
Jesucristo es el terapeuta por excelencia. Cuando en esa tarde se sentó para predicar su sermón de la montaña, sus discípulos vinieron a Él y estuvieron muy cerca escuchando y viviendo lo que decía. Posiblemente se sentaron a su lado.
Hoy como ayer, en toda comunidad cristiana hay un pequeño grupo de personas que asumen una mayor responsabilidad en el ministerio de la Iglesia y por lo general se espera de ellos que estén un poco más cerca de Jesús que los demás. Aunque no siempre es así.
Se espera de ellos que crezcan y maduren física, psiquica y espiritualmente. No siempre es así.
Se espera de ellos que puedan resolver sus problemas personales y familiares con la ayuda de Cristo. No siempre es así.
Muchos creyentes creen que el pasar tiempo en la congregación les da derechos. Haber estudiado teología o liderazgo les da derechos.
No es así como lo ve Cristo.
Los líderes que constituyen la savia del árbol que representa la congregación o iglesia local, deben interactuar entre sí a la luz del evangelio para el mútuo enriquecimiento y para colaborar con Dios para el logro de la redención de cada hombre y mujer y de todos los hombres y mujeres.
¡Cuántos que se acercaron al Evangelio hoy están alejados por el destructivo mal ejemplo de quienes habían sido colocados por el Señor para el sostén de su glesia!
Jesucristo es el terapeuta de los líderes de la Iglesia. Los quiere a su lado, como en el sermón de la montaña de Mateo 5.
Es la certeza de la presencia de Dios lo que convierte a una persona común en un dirigente de la Iglesia de Jesucristo. Debemos trabajar por procurar esa presencia en nuestras vidas cada día.
Si realmente nos congregamos en torno a Jesucristo, como los discípulos que escucharon en el Sermón de la montaña, entonces somos Iglesia y somos comunidad terapéutica. Pero si tomamos a la iglesia como un club religioso, entonces hay una enorme diferencia.
Si no tomamos en serio la realidad de que Jesús es el Señor de nuestras vidas y el Señor de su iglesia, jamás seremos una comunidad sana y en crecimiento. Jamás seremos una comunidad terapéutica.
HECTOR SPACCAROTELLA
tiempodevocional@hotmail.com
www.puntospacca.net
(Recreando un mensaje del pastor Jorge Leon y otros.)