REFLEXIÓN VIERNES 5 DE SEPTIEMBRE DE 2014.
“Guarda tu lengua de mal, Y tus labios de hablar engaño.” Salmos 34:13.
Hay expresiones que nos deberían poner a pensar un poco, en la realidad de lo que afirmamos. Una de ellas es -Mil veces te he dicho que no hagas eso- ¿Será cierto que ya lo he dicho mil veces? Suena como si cada vez que he advertido de algo, me hubiera detenido a contar las veces que lo he dicho. Afirmaciones como estas ponen en duda la verdad, suenan, sin exagerar, a mentira.
Mentiritas tan simples como estas, comienzan a socavar la confianza que los demás tienen en nosotros. Algunos llegan a acostumbrarse tanto a ellas que, no solo las dicen, sino que también llegan a creer sus propias falsedades. Las abuelas tienen un refrán bien sencillo para describir al mentiroso y afirman: -Hay personas que mienten tan frecuentemente, así como comen.- Tres ó cuatro mentiritas piadosas diarias y, como postre, algunas declaraciones falsas, acompañadas de unas cuantas exageraciones.
La mentira está justamente entre las cosas que Dios aborrece. La Biblia dice que Dios abomina la mentira. “Los labios mentirosos son abominación al SEÑOR, pero los que obran fielmente son su deleite.” Proverbios 12:22. Dios nos da la oportunidad de escoger: O ser repudiados por El a causa de nuestros labios mentirosos ó ser su contentamiento por hablar verdad. ¿Qué has escogido tú?.
Si anhelamos librarnos de la mentira, debemos mirarla no como una debilidad o una mala costumbre, o como una exageración, sino como Dios la ve: Como un pecado.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial:.” Gracias porque por tu infinito amor, derramado sobre mí, me das fuerzas para andar como es digno de ti, reflejando tu semejanza en mis palabras y acciones. Libra mi alma, SEÑOR, de labios mentirosos y de lengua engañosa. Ayúdame a evitar y a aborrecer la mentira. Enséñame a amar tu ley, en el poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.“ Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ