Dadle vosotros de comer

Mateo 14-13

Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.

¿Qué fué lo que oyó Jesús?

Para saberlo leeremos Mateo 14-6/9

14:6 Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes,

14:7 por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese.

14:8 Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.

Herodes a pesar suyo, pero decidido a complacer a la hija de Herodías cumplió su deseo.

Tanta era la lujuria que sentía por Herodías.

14:9 Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen.

14:10 y ordenó decapitar a Juan en la cárcel.

Los discípulos tomaron su cuerpo para enterrarlo y le dieron la noticia a Jesús, esto fué lo que oyó. La noticia de la muerte de Juan el bautista, lo entristeció tanto que buscó un lugar apartado para orar a solas. Necesitaba hacerlo, tener una conversación con el Padre.

Viendo la multitud que se había juntado en el lugar los díscipulos se preocuparon, que podían hacer con ellos? Tendrían hambre. ¿Como harían para darles de comer a todos? Así se lo hicieron saber, diciéndole,

despidelos , que vayan a comprar para comer, la respuesta de Jesús los desconcertó. Les dijo, no tienen necesidad de irse. ¡Dadle vosotros de comer! Imagino el rostro de los discípulos.

¡Señor! Tenemos cinco panes y dos peces! no alcanza para darles a todos.

Jesús iba a darles una gran lección. Traedlos acá.

El quería que ejercitaran la compasión usando lo que tenían en su mano.

Debían ejercitar la fé y confiar. La obra y los milagros corrían por cuenta de Jesús. Los discípulos recibieron las instrucciones de Jesús, se dieron cuenta que para el Señor, la prioridad era la multitud hambrienta.

Obedecieron y esa multitud no sólo se sació completamente sino que además sobraron doce cestas llenas. Esto es lo que el Señor desea de su pueblo, que reciban sus instrucciones y las ejecuten como el les ordena, con fé,el resultado no depende de nosotros. El hará el milagro.

En este caso, cinco mil hombres más las mujeres y los niños, destacamos que hacía tres dias que no comían nada. Todos fueron saciados.

Nos quedó la orden de Jesús. Dadle vosotros de comer, estas dispuesto/a?

Cree y  confía, el hará lo demás. Bendiciones.