Para hablar con Jesús
Estaba cansado de seguir tratando de vivir
una vida llena de reglas, cansado y triste
cuando alguien me dijo que tratara
de hablar con Dios.
Pensé mucho y decidí hacer la prueba.
Cerré la puerta y no supe qué decir,
sentado en mi cama, sin nada de qué hablar
con alguien a quien realmente no conocía.
Al día siguiente comenté que no había
podido hacerlo y me dijeron:
- "Cuando no sepas qué decir, solamente
di ‘Jesús’, ese nombre está sobre todo
nombre y tiene poder"
No entendí mucho, pero nada perdía,
y lo intenté esa noche: repetía el nombre
y sentí mucha paz y como que alguien estaba
conmigo, pero solamente, y por más que lo intenté,
no obtuve respuesta. Volví a consultar,
pues me intrigaba ver que había sentido algo.
A lo que me respondieron.
- "El problema es que llamaste a Jesús,
y no le dejaste hablar, Él estaba contigo
pero no le diste oportunidad de hablarte"
Esa noche dije profundamente el nombre de Jesús
y luego guardé silencio, y muchos pensamientos
vinieron a mi mente, y en ellos, una paz muy grande
y un consuelo maravilloso. Entonces entendí
que la única forma real de hablar con Jesús
es calmar los pensamientos de la mente,
no buscar grandes maravillas o señales,
sino solamente su presencia, con eso basta
para que cualquier problema se aleje.
Si estás con problemas, dificultades, o piensas
como yo que no puedes hablar con Jesús
o que no te escucha, recuerda solamente decir
su dulce nombre, calmar tu agitada mente
y dejar que su presencia te cambie la vida,
como lo hizo con la mía.
Eres tan importante como yo para Él...
¿Deseas hacer la prueba?... hazlo
y no te arrepentirás... te lo garantizo.
Ana L. de Rivera