REFLEXIÓN VIERNES 14 DE OCTUBRE DE 2016.
“Yo sé que tú puedes hacer todas las cosas, y que ningún propósito tuyo puede ser estorbado.”
Job 42:2.
Aún conociendo el poder del Dios Altísimo, queremos manipularlo y creemos que Él es nuestro mensajero. Le exigimos
salud, prosperidad y muchas otras cosas para satisfacer nuestros deseos personales.
¿Cuantas veces con nuestras oraciones, pretendemos torcer la voluntad de Dios e imponerle nuestra voluntad y caprichos?
No
debemos esperar que Dios haga las cosas exactamente como nosotros las
queremos porque Él, en su infinita sabiduría y soberanía, provee para
que las
cosas sucedan como Él quiere, sabiendo que lo que Él hace, es perfecto y
lo que nos da, es santo y bueno.
Nuestro
honor es podernos dirigir al Padre Celestial en oración, en el nombre
de nuestro Señor Jesucristo, seguir
su guía y confiarle los resultados de nuestras peticiones. Si Dios
quiere que se haga algo en nuestra vida, Él encuentra la manera perfecta
para hacerlo. Dios es superior al mayor de nuestros problemas. Como
decía el justo Job:
“Yo sé que tú puedes hacer todas las cosas, y que ningún propósito tuyo puede ser estorbado.”
Job 42:2.
¿Habrá algo imposible para Dios?
Cuando nos acercamos al Dios Altísimo, encontramos gozo, aún en las noches de tristeza y su inefable gracia nos
cubre en los momentos de necesidad. No tenemos que desesperarnos porque:
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”
Salmo 46:1.
Solo tú sabes lo que te preocupa, tus anhelos, tus propósitos. Cuéntale a Dios tus planes, ponlos en sus divinas
manos, descansa en Él y Él hará.
ORACIÓN
“Soberano
Dios y Padre Celestial: Gracias porque me cuidas, gracias porque
escuchas mis oraciones y
haces resplandecer mi rostro de alegría. Gracias porque soy yo el que
debo someterme a tu Santa y Perfecta Voluntad y no tu Voluntad a la mía.
Tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y con tu brazo
extendido; nada es imposible ni demasiado difícil
para ti. Lo imposible para mí, es posible para Ti, oh Dios mío. No hay
quien libre de tu mano,
Tú conoces los secretos de mí corazón y pruebas mis pensamientos. Que
tu consejo guíe siempre mis pasos,
alegre mi alma y reconforte mi espíritu. Eterno Dios y Padre, tú
cumplirás tu propósito en mí, en el poderoso y glorioso nombre de mi
Señor Jesucristo” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
Arbey Serna Ortiz