“Dedíquense a la oración. Estén listos para enfrentar cualquier situación mediante la oración y el dar gracias a Dios” Filipenses 4:2.
Que privilegio tan grande tenemos los seres humanos, al poder dirigirnos directamente al Dios y Padre Celestial, en el nombre de su amado Hijo JESUCRISTO. A Algunos les parecerá locura y, de pronto, lo es. Es que el poder ser escuchado a cualquier hora y en cualquier lugar, por el Soberano y Eterno Dios, por el Todo Poderoso, Creador del cielo y de la tierra y de todo cuanto existe, es demasiado sublime para que quepa en nuestra cabeza. Solo el precioso Espíritu Santo nos puede hacer conscientes de semejante maravilla.
Por eso, nuestro enemigo común y enemigo de nuestro Dios, cuyo nombre no merece ser mencionado, siempre está al acecho para impedir, por cualquier medio, que el ser humano disfrute de este privilegio y mantenga permanente contacto con el Creador. La Escritura nos anima: “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias” Colosenses 4:2.
Una de las grandes mentiras que ese enemigo nos vende, es que: ¿Si Dios lo sabe todo y conoce nuestras penurias, que necesidad tenemos de buscarle? La verdad es que Él si lo sabe todo de nosotros y nada de lo nuestro escapa a su mirada, pero le agrada que hablemos con Él, acerca de lo que sucede en nuestra mente, en nuestro corazón y en cada una de las actividades de nuestra vida. El anhela, en su infinito amor y misericordia, tener comunión con cada uno de nosotros. A Él le agrada escuchar nuestra voz.
¿Aprovechas este privilegio y vives conectado con Él? ¿Ó solo le clamas cuando el agua ya te llega al cuello? Podemos orar y dar gracias a Dios independientemente de que tengamos un buen día ó que tengamos que enfrentar situaciones difíciles. Es la Palabra de Dios y el refrigerio de la oración, las que nos fortalecen para enfrentar cualquier situación.
No esperes a que solo vengan tiempos de paz y prosperidad para empezar a darle gracias? “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” 1 Tesalonicenses 5:18. Independientemente de las circunstancias, recuerda darle gracias a Dios en todo. La gratitud honra a Dios.
No debemos, pues, acudir al SEÑOR solo en tal ó en cual circunstancia, realmente debemos vivir cada instante haciendo lo que Él nos ordenó: “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”Efesios 5:20.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: ”Cuando a ti clamo me oyes y me libras de todas mis angustias. Tu oído está atento a mi clamor. Te doy gracias desde lo profundo de mi corazón, a ti levanto mis manos y con mi voz te exalto y te glorifico. Todo el tiempo me has bendecido y siempre me has dado más de lo que te he pedido. Bueno es, en todo tiempo y en todo lugar, agradecerte y entonarte cánticos de alabanza, proclamando en la mañana tu fiel amor y por la noche tu lealtad, en el poderoso y glorioso nombre de mi amado SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
Arbey Serna Ort