UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 13 DE ABRIL DE 2018.
“Bendito el ser humano que confía en el SEÑOR. El SEÑOR será su confianza.” Jeremías 17:7.
Confiar en DIOS, es entregar nuestros planes, nuestros anhelos, nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, bajo el cuidado, la sabiduría y la fidelidad del Dios Altísimo.
Cuando depositamos nuestra confianza en el SEÑOR, independientemente de las circunstancias que estemos viviendo, El Padre Celestial nos promete que seremos como: “Un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llega el calor. No se preocupa en época de sequía y nunca deja de dar fruto.” Jeremías 17:-8.
Hay personas que vierten, ciegamente, toda su confianza, en otros seres humanos y de Dios ni se acuerdan: “Esto dice el SEÑOR: Maldito el ser humano que confía en su semejante; el que se apoya en otros seres humanos mientras se aparta del SEÑOR.” Jeremías 17:7. No quiere decir que no debamos confiar en las personas, simplemente nos anima a que no releguemos nuestra confianza en Dios, a un segundo plano.
¿En qué ó, en quien, está puesta tu confianza? Muchas veces nos apoyamos en cosas inseguras. Algunos depositan toda su confianza en el trabajo, en las riquezas, en el prestigio, la belleza, etc., que es el estilo de vida moderno que nos ha enseñado a valorar desmesuradamente lo físico y lo material, relegando, por lo general, lo espiritual.
Pero para poner nuestra confianza en el SEÑOR, es preciso conocerle, conocer su amor, del cual nos ha dado la prueba suprema, al entregarnos a su amado Hijo JESUCRISTO. “En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: En que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él.” 1 Juan 4:9.
Somos tan rápidos en forjar proyectos, en tomar decisiones, en comprometernos en diferentes actividades, sin antes orar y sin dejarnos conducir por el SEÑOR. Algunos oran bien diciendo: -Señor bendice, conforme a tu voluntad, lo que voy a hacer.- Otros, en cambio, demasiado olvidadizos dirán: -Señor Bendice esto que ya hice.-
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial:” Eres manantial de agua fresca; mi refugio en la adversidad y gozo en tiempos de paz. Examina mis pensamientos y escudriña las intenciones de mi corazón; solo tú eres mi escudo y mi fortaleza. A quien tengo yo en el cielo sino a Ti; necesito, cada segundo, tu presencia, para apoyarme en ti y caminar seguro. Gracias porque mi entendimiento e inteligencia, están siempre subordinados a tu Santa voluntad, Tu divino apoyo está siempre a mi alcance en todo tiempo, tanto en las bonanzas como en las tormentas de mi vida. Tu misericordia es desde la eternidad y hasta la eternidad, mi alma y mi espíritu exaltan y glorifican tu Santo Nombre, en el poderoso Nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amen.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ