REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 19 DE OCTUBRE DE 2018
”Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado.” Salmo 27:3.
Cada noche le damos gracias al Altísimo por todas las cosas malas de las cuales nos libró y el hacerlo, está muy bien. Pero, ¿Te has detenido a pensar de cuantos peligros y ataques fuimos salvados por su divina mano y que, ni siquiera, nos dimos por enterados?. Grande y misericordioso es nuestro Dios que nos brinda su abrigo y su protección. Si estamos en las manos poderosas del Altísimo,¿Porque ha de temer nuestro corazón? ¿Por qué hemos de bajar los brazos y rendirnos, ante las difíciles circunstancias que a veces nos toca vivir?
¿Estás hoy cansado (a) y agobiado (a)? ¿Quieres bajar los brazos y rendirte ante esa situación familiar que parece no tener solución, ante esas dificultades económicas, ante esos problemas de salud, ante esa difícil situación sentimental que están viviendo? EL SEÑOR JESÚS nos invita a todos, sin excepción, a acercarnos a Él, para que le entreguemos todas esas cosas que nos angustian y nos roban nuestra paz.”Echa sobre el SEÑOR tu carga, y Él te sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido” Salmo 55:22.
Somos tan importantes para Él que, absolutamente, nada de lo que hacemos es ajeno a su mirada. Independientemente de las luchas diarias que afrontemos, nuestro Creador está contemplando nuestras obras y espera que nos refugiemos en El. ”Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado.” Salmo 27:3.Encomendemos, confiadamente, al SEÑOR nuestro camino diario y permitámosle al Soberano y Eterno Dios, pelear todas nuestras batallas; Él es nuestro escudo y nuestra fortaleza, en todas nuestras tribulaciones.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Tus ojos están sobre los justos y atentos tus oídos al clamor de ellos. A ti encomiendo mi salir y mi entrar, reconociéndote en todos mis caminos y suplicándote tu permanente dirección. Echo toda mi ansiedad sobre Ti, porque siempre tienes cuidado de mí. Alientas y sustentas mi corazón, a tu diestra permaneceré firme. Engrandezco tu Santo nombre, en el poderoso y glorioso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ