“Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice El SEÑOR, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes para darle un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11.
Nosotros como padres, como abuelos, como hermanos mayores, siempre estamos atentos a que los niños se alimenten bien y procuramos, por su propio bien, que coman todo lo que se sirve a la mesa, sin desperdiciar nada. Pero que sucede cuando se sirve a la mesa ese alimento que, a pesar de ser bien nutritivo, no es del agrado del niño?
Hay una historia de unos padres que procurando que el niño comiera los alimentos nutritivos que ese día se habían preparado en casa, le insistían para que lo hiciera. Sin embargo, el niño con lágrimas en sus ojos, se negaba a hacerlo. Al no conseguirlo, lo enviaron a su cuarto. Cuando la mamá, queriendo saber el estado del niño, se acercó y pegando su oído a la puerta de su alcoba, se sorprendió cuando lo escuchó orando de la siguiente manera: ”Aderezas mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores.” Salmo 23:5. Suena curioso, pero el niño, consideraba que sus padres lo estaban maltratando, porque no alcanzaba a entender las buenas intenciones de ellos.
En muchas ocasiones nos comportamos como el niño de la historia. No alcanzamos a entender el porqué de nuestras dificultades, armamos pataleta y le echamos la culpa a DIOS de todas nuestras adversidades. Le miramos como si Él fuera nuestro angustiador. El Altísimo anhela vernos prosperados en todas las cosas, pero somos nosotros mismos, por nuestras malas decisiones, los que nos perdemos lo mejor de DIOS. Se nos olvida fácilmente que todo lo que procede de nuestro Padre Celestial es Santo y Perfecto. Se nos olvida que Él tiene el control de todas nuestras situaciones, por tanto, nada lo toma por sorpresa. “Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice El SEÑOR, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes para darle un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial:, Gracias porque me llevas por buenos caminos, para mostrarme tu bondad. Aunque pase por caminos oscuros y tenebrosos, no tendré miedo porque siempre estás a mi lado como una sombra para protegerme y para para infundirme aliento, en cada paso que doy. Gracias SEÑOR porque eres bueno, todo el tiempo. Tu fiel amor es más inmenso que el cielo; tu fidelidad llega más alto que las nubes, tu gloria cubre toda la tierra, en el glorioso nombre de nuestro SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ