«Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.» Ef 5:17
¿Cómo puede un cristiano conocer la voluntad de Dios para su vida? Todo cristiano debe tener sumo interés en conocer la voluntad de Dios para su vida. El plan que Dios tiene para cada uno debe ser conocido y obedecido, si no, nuestras vidas se desperdiciarán y perderemos muchas bendiciones que pueden ser nuestras.
Cada cristiano debe buscar la voluntad de Dios como una experiencia normal. «No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.» Romanos 12:2
Sea que uno está buscando la dirección para un problema momentáneo o para escoger una carrera para la vida, se deben seguir los siguientes cinco pasos: RENDICION, CONFESION, ORACION, ESTUDIO Y AGUARDAR.
1. RENDICION – Rendirse es presentarse a sí mismo al Señor. Significa poner a un lado esperanzas, ambiciones y deseos personales. Significa desear Su voluntad supremamente.
Pablo se rindió cuando preguntó, «¿Qué quieres que yo haga?» Hechos 9:6. El profeta Isaías se rindió cuando dijo, «Heme aquí, envíame a mí» Isaías 6:9. El general Amasias ofreció su servicio al Señor, «Tras éste, Amasias hijo de Cicri, el cual había ofrecido voluntariamente a Jehová, y con el doscientos mil hombres valientes.» 2 Crónicas 17:16.
2. CONFESION – Si deseamos estar en el centro de Su voluntad, debemos confesar y dejar cualquier pecado que apreciamos. El Salmista dijo, «Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.» Salmo 66: 18. En el libro de Hebreos lemos, «Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.» Hebreos 12:1.
3. ORACION – Esto quiere decir que debemos venir ante el Señor regularmente, pidiendo Su dirección. Debemos aprovechar Su promesa de guiarnos, pidiéndole que haga lo que ha dicho. «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.» Santiago 1:5 «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias» Filipenses 4:6.
4. ESTUDIO – Cuando estamos buscando la voluntad de Dios, debemos ocupar mucho tiempo con la Palabra de Dios. Muchas veces a través de ella, Dios habla a nuestros corazones, dando un versículo que contiene la respuesta. «Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.» Salmos 119:105
5. AGUARDA – Tal vez esperar es lo más difícil cuando estamos buscando saber la voluntad de Dios. Si Dios no contesta inmediatamente, debemos esperar con paciencia. «Esperad en El en todo tiempo…» Salmo 62:8. «Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, de lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos» Salmo 40:1-2. Si Ud. ha orado pidiendo dirección y no viene ninguna respuesta, entonces la dirección de Dios es que se quede donde está. Si Ud. está confiando verdaderamente en el Señor, no estará afligido. Dios que sabe todo, dará la respuesta a sus oraciones exactamente cuando sea Su voluntad, y en el tiempo mejor para usted. Confié en su voluntad y tiempo, y usted estará alegre cuando la respuesta llegue.
«Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.» Proverbios 3:5-6
Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:
Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.
pr, Alberto Vega