MI ARROCITO CON HUEVO QUE TANTO EXTRAÑO. AL FIN.
Querido arrocito con huevo, te extraño incluso antes de partir. En el avión, en el frío cuarto de hotel, en la calle ajena. Te extraño, te sueño, te busco. Y al volver, ese primer bocado suficiente que todo lo aquieta. El aderezo de ajito, cebolla y ají licuado. Echar tu arroz de ayer a una sartén alborotada. Echar cuando hay, unos platanitos, quizás cebollita china o lo que la despensa digne. Dos huevos encima, rocotito molido al lado y listo. Arrocito con huevo que a veces eres blanco, rojo, verde o amarillo. Arrocito con huevo de mi alma, no me dejes nunca. |