Castro, visiblemente mejorado, recibió ayer al presidente venezolano, Hugo Chávez. / AP

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La Habana guarda silencio y la disidencia arremete contra la Unión Europea

El Gobierno de Rodríguez Zapatero parece haberse anotado un punto importante en sus relaciones bilaterales con Cuba, al haber conseguido que el Comité para América Latina del Consejo de la UE recomendara ayer la suspensión de las sanciones impuestas al régimen cubano en junio de 2003, tras una oleada represiva contra miembros de la oposición.

Desde la llegada al poder, el Gobierno socialista español ha buscado un cambio en el aislamiento diplomático al que se encuentra sometido el régimen de Fidel Castro, por parte de la Europa comunitaria, desde junio del año pasado.

Fruto de esa presión lo es la recomendación del COLAT, el comité referido, de que los ministros de Asuntos Exteriores analicen el próximo mes de enero, cuando se reúnan en Bruselas, un levantamiento de las sanciones de corte diplomático establecidas hace ahora año y medio.

Fuentes diplomáticas informaban ayer en Bruselas de que la decisión del COLAT, que se ha adoptado sobre la base de un informe elaborado por los embajadores de la UE en la isla, responde a una estrategia de corte pragmático puesta en marcha por el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en vista del fracaso de las medidas de fuerza adoptadas por la Unión.

El régimen cubano ha liberado a 14 de los 75 disidentes detenidos en la primavera de 2003, y la UE va a seguir reclamando la salida de presidio de los 61 restantes.

Las sanciones adoptadas por la Unión eran más humillantes que prácticas. Realzaban el papel de los miembros de la oposición en celebraciones oficiales de las legaciones diplomáticas europeas destacadas en la isla, y reducían el perfil de la actividad política de los Estados miembros en la isla.

A Castro lo que peor le sentó fue que los miembros de la oposición fueran agasajados en las embajadas de los Estados de la Unión, durante las celebraciones oficiales. Cortó los contactos con los diplomáticos europeos y las relaciones entraron en fase de congelación.

La Posición Común adoptada en 1996 por la UE sobre Cuba prevé el diálogo político con las autoridades cubanas, pero también con la disidencia, por lo que, en el fondo, nada había de nuevo en lo acordado en 2003.

Perjuicio para España

España sufrió más que otros socios comunitarios las dificultades del momento, debido a sus relaciones particulares con Cuba. El Centro Cultural Español de La Habana, un edificio propiedad de las autoridades locales pero restaurado a un gran costo y gestionado por los españoles, fue usurpado por los cubanos, y el régimen destiló su invectiva más agresiva con José María Aznar y su Gobierno.

La propuesta del comité COLAT apunta a una reducción del perfil de las medidas europeas hasta el próximo mes de junio. Las legaciones diplomáticas europeas en Cuba no invitarían ni a disidentes ni a oficialistas en las celebraciones nacionales, y se iría abriendo poco a poco la puerta a los desplazamientos de diplomáticos europeos a la isla de nivel progresivamente mayor.